jueves, 30 de mayo de 2013

La obediencia...

La obediencia es una acción difícil de aplicar en tu vida, ya que a veces la persona tiene un carácter rebelde, independiente, insolente, que en algunas situaciones te favorece pero que en lo cotidiano no es así, más bien te puede producir conflictos, malos entendidos, frustraciones, porque las cosas no se hicieron de acuerdo a tus deseos.

Estas situaciones se presentan a diario en tu vida, puede ser en casa, con tus padres o con tus hermanos, tu esposa(o) o tus hijos, en la escuela u otros y que te cuesta obedecer porque tienes un poco de rebelión quizá también de orgullo, soberbia, ira u amargura, es decir, te dominan los malos deseos, y tú bajo tus fuerzas no logras vencerlos, por lo que debes poner tu carga en las manos de Dios.

Dice 1Pedro 5:7 “Así que pongan sus preocupaciones en las manos de Dios, pues él tiene cuidado de ustedes”.

A pesar de los tiempos difíciles que tengas que pasar, cree en Dios y obedece su Palabra y siempre tendrás alegría en tu corazón pues la Palabra permanece en tu vida. Con la confianza puesta en Dios, las pruebas las pasarás y  avanzarás.  Debes ser obediente,  evitar hacer lo malo, pensar bien antes de hacer algo y hacer lo que es correcto.

Como puedes ver en 1 Pedro 1:15-16 “Yo soy un Dios diferente a los demás, por eso ustedes deben ser diferentes…”.

Sabes  “Ser obedientes” moldea tu carácter, pues aprendes a seguir instrucciones  que aunque tú sepas algún método más eficaz y más rápido para lo que te piden hacer, tú obedeces de acuerdo a lo indicado por la autoridad. Algo importante que es bueno consideres es que algunas instrucciones no siguen el orden correcto para tu vida y es cuando Dios te prueba, ya que te dio “libre albedrío” y tú puedas tomar la decisión que consideres lo mejor para ti.

Al hacerlo bien, tú eres ejemplo para los que están a tu alrededor, pues a veces hay gente que no cree en Dios y tu comportamiento puede servirles para que se convenzan, vean tu honestidad,  tu sinceridad, de lo que hay en tu corazón y que sigues  el camino a Jesucristo.

Y por último, dice Pedro en 1 Pedro 5:12 “… Les he escrito para darles consejos, y para asegurarles que todo lo bueno que Dios les ha dado demuestra que él los ama mucho. ¡Nunca duden del amor de Dios!”.


Con Alta Estima,

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