Aquí puedes ver que el Salmista, que es el rey David hace
una oración por su hijo Salomón, quien lo sustituirá al trono para que a través
de la oración pueda conducir a su hijo pues desea que El actúe con justicia
durante su reinado. Ahora bien, habla del reinado que dure mucho tiempo, y este
sólo puede ser el de Jesucristo . Un punto clave es la fe de cada persona, ya
que Dios escribe su ley en el corazón de cada ser humano para que sean
honestos, justos, por lo que dispone al hombre a vivir en amor para que en su
vida perdure una auténtica paz.
Dios mío, haz que
el rey sea justo como lo eres tú; que nuestro futuro rey actúe con tu misma
rectitud. Así el rey gobernará a la gente humilde con rectitud y justicia, y en
todo cerro y colina tu pueblo tendrá prosperidad y justicia. El rey les hará
justicia a los pobres y necesitados; ¡los salvará de sus opresores! ¡Aplastará
a quienes los maltratan! ¡Que viva el rey! ¡Que viva mucho tiempo, como el sol
y la luna! ¡Que sea como las lluvias, que empapan la tierra y los campos
sembrados! ¡Que haya prosperidad y justicia todo el tiempo que sea rey! ¡Que su
reino permanezca hasta que la luna deje de existir! ¡Que extienda el rey su
dominio de mar a mar y de oriente a occidente! ¡Que las tribus del desierto
reconozcan su dominio! ¡Que sean humillados
sus enemigos! ¡Que le paguen impuestos los reyes de Tarsis y de los
puertos lejanos! ¡Que le traigan regalos los reyes de Arabia y de Etiopía!¡Que
todos los reyes se arrodillen en su
presencia! ¡Que todas las naciones se pongan a su servicio! El rey librará a
los pobres cuando ellos le pidan ayuda; salvará a los afligidos que no tienen
quién los ayude. Tendrá compasión de los pobres y salvará a los necesitados y a
los desvalidos. Los librará de quienes lo oprimen y los tratan con violencia,
porque la vida de ellos es muy valiosa para él.
¡Que viva el rey! ¡Que reciba todo el oro de Sabá! ¡Que
siempre se ore por él! ¡Que a todas horas se le bendiga! ¡Que abunde el trigo
en el país! ¡Que se vean ondular los trigales en lo alto de las montañas!¡Que
haya mucho trigo, como en el monte Líbano!¡Que haya gente en las ciudades como
hay hierba en el campo! ¡Que la fama del rey permanezca!¡que dure siempre como
el sol!¡Que repitan su nombre las naciones cuando se bendigan unas a otras!¡Que
todas ellas bendigan al rey! ¡Bendito seas, ¡Dios de Israel! Sólo tú haces
maravillas ¡Bendito seas por siempre! ¡Que tu grandeza llene toda la tierra!
¡Que así sea!
Dios es muy bueno
con Israel y con la gente sincera. Yo estuve a punto de pecar; poco me faltó
para caer, pues me llené de envidia al ver cómo progresan los orgullosos y los malvados.
¡Tan llenos están de salud que no les preocupa nada! No tienen los problemas de
todos; no sufren como los demás. Se adornan con su orgullo y exhiben su
violencia. ¡Tan gordos están que los ojos se les saltan! ¡En la cara se les ven
los malos pensamientos! Hablan mal de la gente; ¡de todo el mundo se burlan!
Tan grande es su orgullo que sólo hablan
de violencia. Con sus palabras ofenden a Dios y a todo el mundo. ¡Pero
hay gente que los consulta y cree todo lo que dicen! Piensan que el Dios altísimo
no lo sabe ni llegará a saberlo. ¡Así son los malvados! ¡No se preocupan de
nada, y cada vez son más ricos!
¡De nada me sirvió hacer el bien y evitar los malos
pensamientos! ¡Esos malvados me golpean a todas horas! ¡En cuanto amanece me
castigan! Si hubiera pensado como los malvados, habría traicionado al pueblo de
Dios. Traté de entender esto, pero me resultó muy difícil. Entonces fui al
santuario de Dios, y fue allí donde entendí como terminarán los malvados: Dios
los ha puesto en peligro y van hacia su propia desgracia. En un abrir y cerrar
de ojos terminarán por ser destruidos; el terror acabará con ellos. Cuando Dios
entre en acción, hará que sean olvidados como se olvida una pesadilla. Dios
mío, yo estuve muy afligido; me sentí muy amargado. He sido muy testarudo; me
he portado mal contigo: ¡me he portado como una bestia! A pesar de todo,
siempre he estado contigo; tú poder me mantiene con vida, y tus consejos me
dirigen; cuando este mundo llegue a su fin, me recibirás con grandes honores. ¿ A quién tengo en el cielo? ¡A nadie
más que a ti! Contigo a mi lado, nada me falta en este mundo. Ya casi no tengo
fuerzas, pero a ti siempre te tendré; ¡mi única fuerza eres tú! Los que se apartan
de ti acabarán por ser destruidos; los que no te sean fieles acabarán perdiendo
la vida. Pero yo estaré cerca de ti, que es lo que más me gusta. Tú eres mi
Dios y mi dueño, en ti encuentro protección; ¡por eso quiero contar todo lo que
has hecho!
Sabes, es importante que el ser humano alabe y dé gracias a Dios por todas las maravillas que El
ha hecho para que el hombre se goce, tenga prosperidad pero sobretodo en el aspecto de la redención
que fue otorgada a todo ser humano que se arrepiente y acepta a Jesucristo en
su corazón pues gracias a la muerte de Jesucristo en la cruz, él hombre queda
redimido por sus trangresiones, pero un punto que debe quedar claro es que el hombre a pesar de su transgresión al ser
liberado por la sangre de Jesucristo, ante los ojos de Dios es purificado. Sería
bueno, pedirle a Dios fidelidad para que la fe de cada persona siga una línea
de crecimiento ascendente y bendiga a Dios cada día de su vida.
Con Alta Estima,