jueves, 5 de septiembre de 2013

Un final feliz...

Sabes, Dios prueba a Job a pesar de que era un hombre íntegro, recto, justo pero  Dios necesitaba que fuera probado y por eso Dios permite que pase esos sufrimientos y a pesar de su severa prueba El sigue pensando en su justicia, su corazón fue tocado por la luz de Dios, pues Dios se goza con el quebrantado y humilde de espíritu, su voluntad fue probada, su orgullo fue quitado de raíz, pues a veces el ser humano necesita ser zarandeado. Dios permite este sufrimiento pues considera que era necesario para su bien.

Así pues, Dios es grande y poderoso; no hay maestro que se le compare. Nadie puede pedirle cuentas, ni acusarlo de haberse equivocado. Muchos alaban sus acciones; tú también debieras hacerlo. Todos podemos ver sus obras, aunque sólo de lejos. Tan grande es Dios que no podemos conocerlo, ni saber cuántos años tiene. Dios nos manda la lluvia, y con esa agua llena los ríos. Pero nadie puede explicar cómo se mueven las nubes ni de dónde salen los truenos. Dios está rodeado de luz, y con ella cubre el fondo del mar…
Tiemblo ante la tormenta, y siento que el corazón se me sale del pecho. ¡Escuchen la voz de Dios! ¡Escuchen su voz de trueno! ¡Dios deja oír su voz de un lado a otro del cielo, y hasta el fin del mundo! Mientras se oye su voz poderosa, ¡rayos luminosos cruzan el cielo! Cuando Dios deja oír sus truenos suceden cosas maravillosas que no alcanzamos a comprender. Dios les ordena a la nieve y a la lluvia que caigan sobre la tierra y demuestren su poder. Así todos se quedan en sus casas y reconocen el poder de Dios. Los animales corren a sus cuevas para protegerse de la tormenta… Dios sopla sobre el agua, y esta se hace hielo. A una orden de Dios, las nubes se llenan de lluvia y se van a recorrer la tierra, cubriéndola con sus relámpagos. Y Dios deja caer la lluvia: para unos como bendición; para otros como castigo.

Job, ponte a pensar en las maravillas de Dios. ¿puedes decirme cómo controla las nubes, y cómo nos deslumbra con sus relámpagos? Tú, que dices saberlo todo. ¿puedes decirme cómo hace Dios para que las nubes floten? Dios puede cubrir con nubes el cielo más ardiente, y así evitar que sufras el calor que viene del sur. ¡Eso tú no lo puedes hacer! Soy tan ignorante que no sé qué decirle a Dios; enséñame cómo responderle. Yo ni me atrevo a hablarle, pues podría perder la vida. Si el cielo está despejado, nadie puede mirar al sol, ¡y ahora viene del norte un brillante resplandor! ¡Es Dios, que viene con todo su poder! No podemos ir a su encuentro, su justicia y rectitud no tienen límite; su poder es enorme. El no toma en cuenta a los que se creen muy sabios, por eso todos le temen.

Dios le respondió a Job desde la tormenta: ¿Quién eres tú para dudar de mi sabiduría, si sólo tonterías has dicho? ¡Vamos a ver qué tan valiente eres! Ahora yo voy a hablar, y tú me vas a escuchar. Si de veras sabes tanto, dime dónde estabas cuando puse las bases de la tierra. ¡Tú no sabes quién la midió metro a metro, quién puso la primera piedra y en qué descansan sus cimientos! ¡Tú no estabas allí, mientras cantaban las estrellas y los ángeles danzaban!Dime quién puso límites al mar cuando este cubrió la tierra; dime cuando lo envolví entre nubes y lo dejé en la oscuridad; dime cuándo les mandé a las olas no pasar más allá de la playa. ¿Alguna vez en tu vida le has dado órdenes al sol para que comience un nuevo día? ¡Alguna vez en tu vida le has dado órdenes a la tierra para que se quite de encima a los malvados? Cuando la luz del nuevo día se asoma tras las montañas, los malvados no soportan su luz y allí se acaba su poder.

¿Has bajado al fondo del mar para ver dónde nace el agua? ¿Has bajado al reino de la muerte y visitado a los muertos? Si en verdad lo sabes todo, dime cuánto mide la tierra. ¿Sabes dónde viven la luz y la oscuridad? … ¿Has estado en los depósitos donde guardo la nieve y el granizo? …¿Quién riega los campos secos y los convierte en verdes prados? ¿Quién produce la hierba y el rocío?...¿Puedes hacer que las estrellas se agrupen en constelaciones y aparezcan todas las noches? Allí tienes a la Osa Mayor, a Orión, las Siete Cabritas y la Cruz del Sur. ¡Si no sabes gobernar la tierra, cómo podrías gobernar el cielo!... Dime si eres capaz de contar las nubes y hacer que llueva para humedecer la tierra cuando esta se reseca.

Tú no consigues comida para las leonas y sus cachorros, mientras duermen o descansan en el fondo de sus cuevas. Tú no alimentas a los cuervos, cuando sus polluelos andan perdidos y me piden de comer… ¿Tú crees que un toro salvaje estará dispuesto a servirte y a dormir en tus establos?... El avestruz es muy alegre, y le gusta agitar sus alas, pero no es un ave cariñosa: pone sus huevos en la arena, y allí los deja empollar; ¡no parece importarle que una fiera los aplaste! Maltrata a sus polluelos como si no fueran suyos, y no le importa que se pierdan. Cuando yo repartí la sabiduría no le di su porción de inteligencia, pero cuando extiende sus alas es más veloz que cualquier caballo…Yo soy el Dios todopoderoso; tú me criticaste y desafiaste, ahora respóndeme. Job le respondió: ¿qué podría responderte si soy tan poca cosa? Ya he hablado más de la cuenta, y no voy a insistir. Prefiero quedarme callado.

Pero Dios le respondió a Job desde la tempestad, y le dijo: ¡Vamos a ver qué tan valiente eres! Ahora yo voy a hablar, y tú me vas a escuchar. ¿Tienes que acusarme de injusto para probar que eres inocente? ¿Acaso tu voz y tu poder se comparan a los míos? Si así es, ¡demuéstralo! No controles tu enojo; ¡humilla a los orgullosos! Fíjate en esos malvados, y aplástalos donde se encuentren; ¡envuélvelos y entiérralos  en la tumba más profunda! Entonces tendré que admitir que eres lo bastante poderoso para alcanzar la victoria… 
No puedes pescar un cocodrilo con un simple anzuelo, ni atarle la lengua con una cuerda…¡Un cocodrilo no va a rogarte que le tengas compasión, ni va a servirte como esclavo por el resto de su vida! Si quieres sujetarlo, acabarás peleando con él y te arrepentirás de hacerlo. ..No tiene caso que pienses en llegar a dominarlo; ¡con sólo verlo, caerás desmayado! Si nadie puede con él ¿quién va poder conmigo, que soy el Dios Todopoderoso?¡Mío es todo lo que hay debajo del cielo! ¿Quién me puede pedir cuentas?...

Entonces Job le respondió a Dios: Reconozco tu gran poder; nadie puede impedirte llevar a cabo tus planes. Tú preguntas quién soy yo, que siendo un ignorante he puesto en duda tu sabiduría. Reconozco que he dicho cosas que no alcanzó a comprender, cosas que son maravillosas y que en realidad no conozco. Tú dijiste: Ahora yo voy a hablar, y tú me vas a escuchar. Lo que antes sabía de ti era lo que me habían contado, pero ahora mis ojos te han visto y he llegado a conocerte. Así que retiro lo dicho y te ruego me perdones.

Después de haber hablado con Job, Dios se dirigió a Elifaz y le dijo: Estoy muy enojado contigo y con tus dos amigos. Lo que han dicho ustedes de mí no es verdad, en cambio, es verdad lo que ha dicho Job. Así que ahora acompañen a Job, y quemen en mi honor siete toros y siete carneros, para que yo los perdone… Entonces Elifaz, Bildad y Zofar fueron y cumplieron con lo que Dios les mandó hacer, y Dios atendió a los ruegos de Job. Después de que Job oró por sus amigos, Dios hizo que Job volviera a prosperar, y le devolvió el doble de lo que antes tenía. En sus últimos años de vida, Job recibió de Dios más bendiciones que en los primeros, además tuvo catorce hijos y tres hijas. A la primera la llamó Paloma, a la segunda la llamó Jazmín, y a la tercera la llamó Azucena, Job les dejó una herencia… Luego de haber disfrutado de una larga vida, murió siendo ya muy anciano.

Como puedes ver, lo más valioso es que Job se encontraba espiritualmente en otro nivel, ahora conoce a Dios y se conoce a sí mismo, ¿te gustaría ser una persona renovada como Job? Confía en Dios, El es bueno, fiel y sabio con quienes le buscan.


Con Alta Estima, 

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