La sabiduría es más valiosa que las piedras preciosas, ¿crees
que el ser humano pueda hallarla? Sería
bueno reflexionar, reconocerse a sí mismo y al mundo que está alrededor, así
como Job encontró la verdadera sabiduría
“el temor a Dios” y lo capacitó para enfrentar las vicisitudes de la vida con
una conciencia íntegra, rectitud, justicia.
Ahora bien, según el diccionario bíblico, sabiduría
significa, cualidad de buen juicio desarrollado a partir de la experiencia, la
observación y la reflexión, como función de la mente educada que proviene de
Dios al obedecer sus mandamientos. Por lo que una persona sabia es aquella que
tiene conocimientos y los sabe utilizar de manera positiva.
Entonces respondió Elifaz: Tú podrás ser muy sabio, pero eso
a Dios no le sirve de nada. Nada gana el Dios todopoderoso con que sea un
hombre bueno. Si realmente obedecieras a Dios, él no te reclamará nada. ¡Pero
tu maldad es demasiada, y tus pecados ni se pueden contar! Y hasta por deudas
pequeñas exigiste ropa en garantía, ¡y dejaste desnudo al pobre! No dabas agua
al que tenía sed, ni comida al que tenía hambre. Fuiste un hombre poderoso que
se adueñó de la tierra; a las viudas no les diste nada, y a los huérfanos les
quitaste todo. Por eso ahora te ves atrapado y de pronto te asustas, como si
anduvieras en la oscuridad, o la corriente de un río te arrastrara.
Dios está en los cielos, entre las altas y lejanas
estrellas. Vive entre espesas nubes, pero eso no le impide ver y saber lo que
haces. Si crees que no puede vernos, recuerda que él recorre el cielo de un
extremo al otro… Job, ponte en paz con Dios, y él te hará prosperar de nuevo.
Vuelve la mirada al Todopoderoso, apréndete de memoria sus enseñanzas, y él te
devolverá la felicidad. Si tú le cumples tus promesas, él escuchará tus
oraciones, entonces te irá bien en todo lo que hagas, y tu vida estará siempre
iluminada. Dios humilla a los orgullosos y levanta a los humildes. Dios salva
al que es inocente, si tú lo eres, también te salvará.
Job le respondió a Elifaz: …Busco a Dios por todas partes, y
no puedo encontrarlo; ni en el este, ni en el oeste, ni en el norte, ni en el
sur. Pero si lo encuentro, y él me pone a prueba, yo saldré tan puro como el
oro. Jamás lo he desobedecido; siempre he seguido sus enseñanzas. Dios hace lo
que quiere, pues es el único Dios. Nadie lo hace cambiar de planes. Así que él
hará conmigo todo lo que quiera hacer. Cuando pienso en todo esto, me asusta el
presentarme ante él. ¡El Dios todopoderoso me hace temblar de miedo! Pero nada
hará que me calle; ¡ni aún mi gran sufrimiento! Nosotros, los amigos de Dios,
esperamos impacientes que castigue a los malvados… Los malvados y asesinos no
andan a plena luz del día ni obedecen a Dios; …Aborrecen la luz pero aman la
oscuridad.
Zofar interrumpe a Job: Los malvados son tan corruptos que
nadie trabaja en sus viñedos; sus terrenos están malditos;… son como árboles
caídos, a los que nadie toma en cuenta; ¡ni sus madres los recuerdan! Los
malvados no tratan bien ni a las viudas ni a las mujeres sin hijos, pero cuando
Dios se decida, con su poder los aplastará; pues cuando Dios entra en acción,
nadie tiene segura la vida…
Bildad respondió: Es tan grande el poder de Dios que nos
hace temblar de miedo. Dios es quien pone orden en el cielo. ¿Puede alguien
contar sus ejércitos? ¿Hay alguien a quien el sol no alumbre? …
En tono burlón, Job contestó: ¿es así como ayudas al
necesitado, al que ya no tiene fuerzas? ¡Vaya, vaya! ¡Qué discurso tan hermoso
has pronunciado!¡Que buen amigo resultaste!¡Qué
consejos tan buenos sabes dar a los ignorantes como yo!¡Que inteligencia
has demostrado!
Bildad continúa su discurso, …De Dios nadie puede
esconderse, ni siquiera la muerte destructora. Dios extendió cielo y tierra
donde antes no había nada, y en el cielo puso su trono. Dios guarda agua en las
nueves, y no deja que llueva. Traza una línea en el horizonte, y así divide el
día y la noche. Reprende a las montañas que sostienen el cielo, y las hace
temblar de miedo. Usa su poder y sabiduría y con ellos vence al mar; …Con un
soplo de su boca deja el cielo despejado. Esto es apenas un murmullo que
alcanzamos a escuchar; es tan sólo una muestra del gran poder de Dios, que
jamás podremos comprender.
Job volvió a tomar la palabra y dijo: …Dios quiera que mis
enemigos tengan la muerte que merecen los injustos y malvados! No hay esperanza para el malvado si Dios le
quita la vida. Cuando los domina la angustia, Dios no escucha sus ruegos, pues
el malvado no ama a Dios y jamás le pide ayuda. Voy a mostrarle el poder de
Dios y no ocultaré sus planes, pero si ya los conocen ¿por qué dicen tantas
tonterías?.
Zofar repondió: Dios espera el momento de castigar a los
malvados; y este será su castigo; aunque tengan muchos hijos, unos morirán de
hambre y otros, en la guerra. …Aunque lleguen a amontonar mucha plata y
vestidos, la gente buena e inocente disfrutará de todo eso. ¡Resiste más una
telaraña, o una choza de paja, que las casas de los malvados! Por la noche, se
acuestan ricos; por la mañana, amanecen pobres; ¡una lluvia de cosas terribles
cae sobre ellos por la noche!...
No obstante, El oro y la plata se sacan de las minas y se
limpian con fuego. El hierro y el cobre se sacan de la tierra y se les quita la
impureza. Ya no hay para los mineros lugar demasiado oscuro; en los más lejanos
rincones buscan piedras preciosas; con la ayuda de cuerdas, bajan a profundos
barrancos; cavan largos túneles donde nadie ha puesto el pie. En esas profundas
minas, donde el calor es insoportable, se gana la vida el minero. De las rocas
saca zafiros, y de entre el polvo saca oro…Los mineros golpean la dura roca y
dejan al descubierto el corazón de las montañas; abren túneles en las rocas, y
contemplan grandes tesoros; llegan a donde nacen los ríos y entonces sacan a la
luz lo que había permanecido oculto.
¿Dónde está la sabiduría?¿Dónde puede encontrarse? Nadie aprecia su valor porque no pertenece a
este mundo. Tampoco se encuentra en las profundidades del mar. Su precio no
puede pagarse con todo el oro del mundo, ni con plata ni con piedras
preciosas…La sabiduría vale más que las joyas…Vuelvo, pues, a preguntar: ¿dónde
está la sabiduría?...sólo Dios sabe dónde vive, y cómo llegar hasta ella. Dios
ve los rincones más lejanos y todo lo que hay debajo del cielo, y mientras daba
su fuerza al viento y medía el agua de los mares fijó su mirada en la
sabiduría; mientras establecía la época de lluvias y la dirección de las
tormentas, decidió ponerla a prueba; una vez que confirmó su gran valor, y le
dio su aprobación. Luego dijo a todo el mundo: Si ustedes me obedecen y se
apartan del mal, habrán hallado la sabiduría.
Sabes, es prioritario que cada persona logre discernimiento
a lo largo de su vida, para que tenga conocimiento del bien que debe hacerse y
del mal que debe evitar y entonces puede
decirse que encontró la sabiduría, que ésta es alcanzada cuando el ser humano busca
a Dios. Pero algo esencial es que cuando
la persona encuentre a Dios, tome la decisión voluntaria de creer en El y obedecer
sus enseñanzas… y así si Dios te pone a
prueba, puedas salir como Job tan puro como el oro.
Con Alta Estima,
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