Sabes, es
necesario que el ser humano se someta a
las instrucciones de la sabiduría para disfrutar de paz, pues al ser obedientes
estás dentro de los parámetros de Dios y bajo su protección.
Estos son
los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel. Estos proverbios
tienen como propósito que ustedes los jóvenes lleguen a ser sabios, corrijan su
conducta y entiendan palabras bien dichas y bien pensadas. También sirven para
enseñar a los que no tienen experiencia, a fin de que sean cuidadosos, honrados
y justos en todo; que muestren astucia y conocimiento, y piensen bien lo que
hacen. Ustedes, los sabios e inteligentes, escuchen lo que voy a decirles. Así
se harán más sabios y ganarán experiencia. Así podrán entender lo que es un
proverbio lo que es un ejemplo y lo que es una adivinanza. Todo el que quiera
ser sabio debe empezar por obedecer a Dios. Pero la gente ignorante no quiere
ser corregida ni llegar a ser sabia.
Querido
jovencito: Atiende a tu padre cuando te llame la atención, y muestra respeto cuando
tu madre te enseñe. Sus enseñanzas te
adornarán como una corona en la cabeza, como un collar en el cuello.
Querido
jovencito, si los malvados quieren que te portes mal, no te dejes llevar por
ellos. Tal vez te digan: Ven con nosotros, ataquemos al primero que pase y
quitémosle lo que traiga. Si se muere, que se muera, y que se lo coman los
gusanos. ¡Matemos, por el gusto de matar! Con lo que robemos, llenaremos
nuestras casas y nos haremos ricos. ¡Júntate con nosotros, y juntos nos
repartiremos todo lo que ganemos!
Pero no lo
hagas, jovencito! ¡No sigas su mal ejemplo! ¡No dejes que te engañen! ¡Tal
parece que tienen prisa de hacer lo malo y de matar gente! Ningún pájaro cae en
la trampa si ve a quien lo quiere atrapar. Pero estos malvados juegan con su
vida y acabarán por perderla. Acabarán muy mal los que quieren hacerse ricos
sin importarles cómo lograrlo: ¡acabarán perdiendo la vida!
La sabiduría
se deja oír por calles y avenidas. Por las esquinas más transitadas y en los
lugares más concurridos se le oye decir
con insistencia. Ustedes jovencitas sin experiencia, enamoradas de su propia
ignorancia; y ustedes, jovencitos malcriados, que parecen muy contentos con su
mala educación, ¿seguirán siendo así? Y ustedes, los ignorantes, ¿seguirán
odiando el conocimiento? Háganme caso cuando los instruya! Así compartiré con
ustedes mis enseñanzas y pensamientos. Yo los llamo, pero ustedes no me
responden, les hago señas, pero ustedes no me hacen caso. Rechazan todos mis
consejos y desobedecen mis regaños. ¡Pues yo también me burlaré cuando estén
llenos de miedo, y se queden en la ruina! Será como si los arrastrara el viento
o les cayera una tormenta.
Me llamarán,
y no les responderé; me buscarán, y no me encontrarán. Ustedes no quieren
aprender ni obedecen a Dios; no siguen mis consejos ni aceptan mis enseñanzas.
Por eso recibirán su merecido ¡tendrán problemas de sobra! ¡Sufrirán las
consecuencias de sus malas decisiones y de su mala conducta! ¡Acabaran siendo
destruidos por su necedad y por su poca atención! Pero los que me hagan caso
vivirán tranquilos y en paz, y no tendrán miedo del mal.
Por lo te puedes dar cuenta que son de utilidad para todos,
pero de forma particular a los que se dejan llevar por lo que otros dicen, que
son indecisos, que no piensan bien antes de hacer algo, faltos de prudencia pero
con este libro aumentarán su sabiduría y adquirirán madurez, destreza pues lo
importante es aprender a tomar sabias decisiones en cualquier situación que se
te presente en la vida para no sufrir las consecuencias por sus malas
decisiones.
Con Alta Estima,