miércoles, 30 de octubre de 2013

Sólo él merece alabanzas…


Es importante alabar al Creador, que los seres humanos que viven en la tierra aprendan a exaltar a Dios que está en los cielos, por todas sus obras que ha hecho y que tengas comunión con El para que no te apartes de su camino.

¡Alabemos a nuestro Dios! ¡Que lo alabe el alto cielo! ¡Que lo alaben sus angeles! ¡Que lo alaben sol y luna! ¡Que lo alaben las estrellas! ¡Que lo alaben las lluvias! ¡Que lo alabe el universo! Alabemos a nuestro Dios, porque con una orden suya fue creado todo lo que existe. Dios lo dejó todo firme para siempre; estableció un orden que no puede ser cambiado. ¡Que lo alabe la tierra! ¡Que lo alaben los monstruos marinos! ¡Que lo alabe el mar profundo! ¡Que lo alaben el rayo y el granizo! ¡Que lo alaben la nieve y la neblina! ¡Que lo alabe el viento tempestuoso que obedece sus órdenes! ¡Que lo alaben cerros y colinas, cedros y árboles frutales! ¡Que lo alaben aves y reptiles, animales domésticos y salvajes!

¡Que lo alaben los reyes de este mundo! ¡Que lo alaben los jefes y gobernantes de todas las naciones! ¡Que lo alaben niños y ancianos, muchachos y muchachas! ¡Alabemos a Dios porque sólo él es nuestro Dios! ¡Sólo él merece alabanzas! ¡Su grandeza está por encima de la tierra y de los cielos! ¡Dios da fuerza a su pueblo! ¡Por eso nosotros lo alabamos pues somos su pueblo favorito! ¡Alabemos a nuestro Dios!

¡Alabemos a nuestro Dios! ¡Alabémoslo todos juntos, pues somos su pueblo fiel! ¡Cantémosle un cántico nuevo! Nosotros, los israelitas que vivimos en Jerusalén, cantemos alegres a Dios nuestro creador y rey; pues él se agrada de su pueblo y de la victoria a los humildes. ¡Alabémoslo con danzas! ¡Cantémosle himnos con música de arpas y panderos! Pueblo fiel de Dios, ¡alégrate por la victoria obtenida! Aunque estés dormido, ¡grita de alegría! Lanza a voz en cuello alabanzas a tu Dios, y toma entre tus manos una espada de dos filos, para que tomes venganza de pueblos y naciones; para que pongas cadenas de hierro sobre reyes y gobernantes; para que se cumpla la sentencia que Dios dictó contra ellos. Pueblo fiel de Dios, ¡esto será para ti, un motivo de orgullo! ¡Alabemos a nuestro Dios!

¡Alabemos a nuestro Dios! ¡Alabemos a Dios en su santuario! ¡Alabemos su poder en el cielo! ¡Alabemos sus grandes acciones! ¡Alabemos su incomparable grandeza! ¡Alabémoslo con sonido de trompeta! ¡Alabémoslo con panderos y danzas! ¡Alabémoslo con cuerdas y flautas! ¡Alabémoslo con sonoros platillos! ¡Alabémoslo con platillos vibrantes! ¡Que alaben a Dios todos los seres vivos! ¡Alabemos a nuestro Dios!

No obstante, el Salmista dice, por qué Dios ha de ser alabado, cómo ha de ser alabado y quién ha de alabarle. Por lo tanto, anímate a alabarlo, que cada persona tenga entusiasmo para alabar a Dios no sólo con la boca sino con todo tu ser, con sus talentos y habilidades como muestra de respeto y exaltación hacia El.


Con Alta Estima,

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