Tú sabes en qué terreno construyes tu vida?
Algo importante, que tienes que saber es que existen varios
tipos de terreno para que una semilla crezca, se desarrolle y produzca fruto,
pero es fundamental, que tú definas en que tierra quieres cimentar tu vida pues
es una decisión voluntaria.
Un caso, es
la persona que oye la Palabra pero al llegar a su casa la olvida porque no la
entendió.
Otro caso, es la que oye la Palabra, se siente reconfortado,
entusiasta pero entra a lo cotidiano y afanes del trabajo, la olvida y no
crece porque no la entendió.
También
hay otro tipo de persona, que hace demasiados compromisos, que es ansioso y que
tantos afanes le absorben de manera que olvida la Palabra y no realiza cambios
en su estilo de vida.
Por último, está la
persona que oye la palabra y la aplica
en su vida; tiene actitudes positivas con los demás, ayuda a otros, le gusta
adquirir conocimiento y compartirlo, entiende el mensaje de la Palabra de Dios
y cambia su manera de vivir.
Cuando tú eliges este último, que es el camino fértil a
seguir, tú necesitas que Dios sea
prioridad en tu vida para que la moldee, y tú seas esa semilla que da buen fruto, pues oyes, meditas, y entiendes la Palabra.
Como dice: Mt. 13:37 Jesús
les dijo: “El que siembra la buena semilla de trigo Soy yo. El terreno es el
mundo y las buenas semillas de trigo son todos lo que obedecen las leyes del
Reino de Dios”.
Con Alta Estima,
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