Yo, Pablo, estoy
preso porque sirvo a Jesucristo, y trabajo por el bien de ustedes, los que no
son judíos. Ustedes ya saben que Dios me encargó anunciarles el plan que,
gracias a su gran amor, había preparado. Dios me dio a conocer el plan que
tenía en secreto, y del cual ya les he escrito brevemente. Si leen lo que
escribí, sabrán cómo entiendo ese plan que
Dios ha llevado a cabo por medio de Jesucristo. Tal secreto no se les
dio a conocer a los que vivieron antes de nosotros, pero ahora, por medio de su
Espíritu, Dios se lo ha mostrado a sus santos apóstoles y profetas. Y este es
el plan secreto: por medio de Jesucristo, también los que no son judíos pueden
recibir la salvación y las promesas
dadas al pueblo de Israel, y formar con Israel
un solo pueblo. Todo lo que
ustedes tienen que hacer es aceptar esa buena noticia.
Dios ha sido bueno
conmigo, y me ha dado el privilegio de anunciar a los que no son judíos la
buena noticia de las bendiciones de Cristo, que son tantas que nadie las puede
contar. Esto lo hizo gracias a su gran poder, y a pesar de que no lo merezco,
pues soy la persona más insignificante en el pueblo de Dios. También me encargó
dar a conocer a todos el cumplimiento de su plan. Dios, creador del universo,
mantuvo ese plan en secreto durante siglos. Así, por medio de la iglesia, los
ángeles y los espíritus poderosos de los aires sabrán ahora que Dios es sabio
en todo. Esto era lo que Dios había planeado desde el principio, y que ha hecho
realidad por medio de Jesucristo nuestro
Señor. Gracias a Cristo, y porque confiamos en él, tenemos libertad para
acercarnos a Dios sin temor. Les ruego, entonces, que no se desanimen por mis
sufrimientos, pues esto es más bien un honor para ustedes.
Por todo esto, me
arrodillo a orar delante de Dios el Padre, creador de todo lo que existe, tanto en el cielo como
en la tierra. Por la inmensa riqueza de su gloria, pido a Dios que, por medio
de su Espíritu, los haga cristianos fuertes de ánimo. También le pido a Dios
que Jesucristo viva en sus corazones, gracias a la confianza que tienen en él,
y que ustedes se mantengan firmes en su amor por Dios y por los demás. Así
ustedes podrán comprender, junto con todos los que formamos el pueblo de Dios, el
amor de Cristo en toda su plenitud. Le pido a Dios que ustedes puedan conocer
ese amor, que es más grande de lo que podemos entender, para que reciban todo
lo que Dios tiene para darles.
Dios tiene poder para
hacer mucho más de lo que le pedimos. ¡Ni siquiera podemos imaginar lo que Dios
puede hacer para ayudarnos con su poder! Todos los que pertenecemos a la
iglesia de Cristo, debemos alabarlo por siempre. Amén.
Aquí puedes darte
cuenta que lo esencial es que el hombre crea en nuestro Señor Jesucristo, quien
vino al mundo a entregarse a sí mismo y Dios le resucitó para que el hombre sea
salvo.
No obstante, lo
fundamental es que el hombre confíe en Jesús, el Hijo de Dios, que a gracias a
su sacrificio en la cruz el hombre tiene libertad y ahora puede acercarse a
Dios y experimentar ese amor que es más grande que lo que el hombre pueda
imaginarse pues Dios es todopoderoso y con su poder El puede ayudar al hombre a
vencer toda adversidad, por tanto, es necesario que el hombre alabe a Dios.
Con Alta Estima,
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