Cuando ustedes hagan una buena acción, no lo anuncien por
todos lados; de lo contrario, Dios su Padre no les dará ningún premio. Si
alguno de ustedes ayuda a los pobres, no se ponga a publicarlo en las sinagogas
ni en los lugares por donde pasa la gente; eso lo hacen los hipócritas, que
quieren que la gente los alabe. Les aseguro que ese es el único premio que
ustedes recibirán.
Cuando alguno de ustedes ayude a los pobres, no se lo cuente
a nadie. Así esa ayuda se mantendrá en secreto, Dios el Padre, que conoce ese
secreto, les dará a ustedes su premio.
Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas. A ellos
les encanta que la gente los vea orar. Por eso oran de pie en las sinagogas y
en los lugares por donde pasa mucha gente. Pueden estar seguros de que no
tendrán otra recompensa.
Cuando alguno de ustedes, ore, hágalo a solas. Vaya a su
cuarto, cierre la puerta y hable allí en secreto con Dios, su Padre, pues él da
lo que se le pide en secreto. Cuando ustedes oren, no usen muchas palabras,
como hacen los que no conocen verdaderamente a Dios. Ellos creen que, porque
hablan mucho, Dios les va a hacer más caso. No los imiten, porque Dios, nuestro
Padre, sabe lo que ustedes necesitan, aun antes de que se lo pidan.
Ustedes deben orar así: Padre nuestro que estás en el cielo:
Que todos reconozcan que tú eres el verdadero Dios. Ven y sé nuestro único rey.
Que todos los que viven en la tierra te obedezcan, como te obedecen los que
están en el cielo. Danos la comida que necesitamos hoy. Perdona el mal que
hacemos, así como nosotros perdonamos a los que nos hacen mal. Y cuando vengan
las pruebas, no permitas que ellas nos aparten de ti, y líbranos del poder del
diablo.
Si ustedes perdonan a otros el mal que les han hecho, Dios,
su Padre que está en el cielo, los perdonará a ustedes. Pero si ustedes no
perdonan a los demás, tampoco su Padre los perdonará a ustedes.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los
hipócritas. A ellos les gusta que la gente sepa que están ayunando. Les aseguro
que ese será el único premio que ellos recibirán. Cuando ustedes ayunen,
péinense bien y lávense la cara, para que la gente no se dé cuenta de que están
ayunando. Sólo Dios, su Padre, quien conoce todos los secretos, sabrá que están
ayunando y les dará su premio.
No traten de amontonar riquezas aquí en la tierra. Esas
cosas se echan a perder o son destruidas por la polilla. Además, los ladrones
pueden entrar y robarlas. Es mejor que amontonen riquezas en el cielo. Allí
nada se echa a perder ni la polilla lo destruye. Tampoco los ladrones pueden
entrar y robar. Recuerden que la verdadera riqueza consiste en obedecerme de
todo corazón.
Los ojos son el reflejo de tu carácter. Así que, tu bondad o
tu maldad se refleja en tu mirada.
Ningún esclavo puede trabajar al mismo tiempo para dos amos,
porque siempre obedecerá o amará a uno más que al otro. Del mismo modo, tampoco
ustedes pueden servir al mismo tiempo a Dios y a las riquezas.
No vivan pensando en qué van a comer, que van a beber o qué
ropa se van a poner. La vida no consiste solamente en comer, ni Dios creó el
cuerpo solo para que lo vistan. Miren los pajaritos que vuelan por el aire.
Ellos no siembran ni cosechan, ni guardan semillas en graneros. Sin embargo,
Dios, el Padre que está en el cielo, les da todo lo que necesitan. ¡Y ustedes
son más importantes que ellos!
¿Creen que por preocuparse vivirán un día más? Aprendan de
las flores que están en el campo. Ellas no trabajan para hacerse sus vestidos.
Sin embargo, les aseguro que ni el rey Salomón, se vistió tan bien como ellas,
aunque tuvo muchas riquezas.
Si Dios hace tan hermosas a las flores, que viven tan poco
tiempo, ¿acaso no harán más por ustedes? ¡Veo que todavía no han aprendido a
confiar en Dios! Ya no se preocupen por lo que van a comer, o lo que van a
beber, o por la ropa que se van a poner. Sólo los que no conocen a Dios se
preocupan por eso. Ustedes tienen como padre a Dios que está en el cielo, y él
sabe lo que ustedes necesitan.
Lo más importante es que reconozcan a Dios como único rey, y
que hagan lo que él les pide. Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten.
Así que no se preocupen por lo que pasará mañana. Ya tendrán tiempo para eso.
Recuerden que tenemos bastante con los problemas de cada día.
Aquí puedes darte cuenta, que lo más importante para Dios es
que el hombre obedezca sus enseñanzas de todo corazón, así si cada persona hace
buenas obras, ayuda a otros no debe publicarlo pues Dios conoce todo; así como
orar, que lo haga a solas y en secreto pues Dios sabe lo que cada quien
necesita, y aun cuando vengan pruebas, el Señor le dará fuerza para que venza
la adversidad.
Por lo tanto, es fundamental que el hombre viva apegado a la
Palabra de Dios, y así todo lo que decida hacer, habrá adquirido el
discernimiento para hacer lo correcto pues a Dios no lo puede engañar pues Dios
conoce todos los secretos y la verdadera riqueza es obedecer a Dios, así como perdonar a los que le hacen el mal, y
entonces, a través de la mirada que refleja el carácter de cada hombre reflejará bondad.
Lo cierto, es que Dios sea la prioridad en la vida de cada
ser humano, y por ende, Dios dará prosperidad por añadidura, pero primero, es necesario que el hombre haga la
parte que le corresponde y que lo haga de todo corazón, que no se preocupe de
tanto afán, de tanta incertidumbre de saber que pasara mañana pues demuestra
que no tiene confianza en Dios.
Sabes, el hombre que cree verdaderamente en Dios, deposita
su confianza en El, pues Dios conoce las necesidades de cada persona y El dará
a su tiempo todas ellas. ¡Lo urgente! es que el hombre reconozca a Dios como su
único rey.
Con Alta Estima,
No hay comentarios:
Publicar un comentario