viernes, 3 de octubre de 2014

¿Y cómo nos demuestra ese amor?


Yo soy Malaquías, Dios me dio la orden de comunicarles a ustedes, los israelitas, este mensaje: Israelitas, Dios los ama. Y ustedes preguntan: ¿Y cómo nos demuestra ese amor? Dios les responde: Recuerden, israelitas, que yo preferí a Jacob y no a Esaú, a pesar de que Esaú era su hermano mayor. Recuerden también que yo convertí en un desierto la tierra de Esaú, a pesar de que era una región montañosa. Ahora sólo viven allí los chacales. Si los descendientes de Esaú intentan reconstruir su país, yo les aseguro que volveré a destruir lo que ellos construyan. La tierra de Esaú será conocida como “el país de la maldad”, y su pueblo será conocido como “el pueblo con el que Dios siempre está enojado. Yo soy el Dios todopoderoso, y les juró que así será. Ustedes lo verán con sus propios ojos, y entonces dirán: ¡La grandeza de nuestro Dios va más allá de nuestras fronteras!

Sacerdotes, nuestro poderoso Dios me manda a decirles a ustedes: Los hijos respetan a sus padres, y los esclavos respetan a sus amos. ¡Pues yo soy su Padre y su Amo, y sin embargo ustedes los sacerdotes no me respetan! ¡Me tratan como si no valiera nada! Ustedes los sacerdotes se defienden, y preguntan: ¿Por qué nos acusa Dios? ¿Cuándo le hemos faltado al respeto?
¿Cuándo lo hemos ofendido?

Pero el Dios todopoderoso les responde: Me ofenden cuando desprecian mi altar, cuando me presentan como ofrenda animales impuros, que no valen nada porque están ciegos, cojos y enfermos. ¿No creen qué eso está mal? Si esos mismos animales se los ofrecieran a su gobernador, ¡se ofendería y no los aceptaría!

Y después de presentarme esa clase de ofrendas, todavía esperan que yo los escuche y les tenga compasión? Pues yo soy el Dios todopoderoso y quiero que les quede claro lo siguiente: ¡Prefiero que se cierren las puertas de mi templo! Ya no me traigan esta clase de ofrendas, porque estoy muy molesto con ustedes y no se las voy a aceptar.

En todas las naciones del mundo hay quienes reconocen mi grandeza, y por eso me presentan ofrendas aceptables. Pero ustedes los sacerdotes hacen todo lo contrario: me faltan al respeto, y desprecian mi altar y las ofrendas que allí me presentan.

Ustedes los sacerdotes se quejan y dicen: Nuestro trabajo es muy pesado. Pero el Dios todopoderoso les dice: ¿Creen ustedes que voy a recibir con gusto esos animales cojos y enfermos, que ustedes me traen como ofrenda? Eso es un insulto, pues para como me traen animales con defectos. ¡Maldito sea el que me prometa uno de esos mejores animales, y luego me presente un animal defectuoso! ¡Yo soy el gran Rey, y todas las naciones me respetan! Yo soy el Dios todopoderoso, y les juro que así lo haré.

Aquí puedes darte cuenta que Dios es amoroso, por lo tanto, el hombre debe mostrar honra al Señor que es grande y todopoderoso, por tanto, si el hombre reflexiona, si su actual comportamiento le ayuda a crecer espiritualmente, de lo contrario,  debe renovar su mente y su corazón, alejarse de la maldad. pues Dios quiere que el hombre viva con respeto, honrando a sus padres y, por ende con obediencia a sus mandatos honra a Dios.

No obstante, es esencial que el hombre cambie de  actitud y, por consiguiente, de manera de vivir, que su confianza esté puesta en Dios y apegado a su Palabra el enemigo no puede aprovechar ni ser oportunista e imponer la maldad, así como puedes ver en la falta de empatía entre unos y otros, la ira, desconfianza, ya que el hombre debe entender que  la ofrenda más grata a Dios es que el hombre mismo se concientice y tenga discernimiento del bien y del mal, que escoja el bien y cambie su conducta, logrando una nueva actitud, muestre integridad y. honre a Dios.

No obstante, el Señor merece que cada persona haga su mejor esfuerzo y le ofrezca como ofrenda grata ser mejor persona cada día, que el hombre se vuelva a Dios pues sabes, el amor de Dios puede ser comprobado, al enviar a su unigénito Hijo Jesús a dar su vida para salvar a cada persona que se arrepiente de sus pecados evitando los obstáculos que impiden un goce verdadero  al amor de Dios.

¡Anímate! El tiempo apremia, el hombre debe apartarse de la indiferencia hacia las cosas espirituales, sino más bien, es conveniente que el hombre actúe con justicia aún en una situación adversa y sobre todo, considere no perder la comunión con el espíritu de Dios


Con Alta Estima,

No hay comentarios:

Publicar un comentario