No se conviertan en jueces de los demás, y así Dios no los
juzgará a ustedes. Si son muy duros para juzgar a otras personas, Dios será
igualmente duro con ustedes. El los tratará como ustedes traten a los demás.
¿Por qué te fijas en lo malo que hacen otros, y no te das cuenta de las muchas
cosas malas que haces tú? Es como si te fijaras que en el ojo del otro hay una
basurita, y no te dieras cuenta de que en tu ojo hay una rama. ¿Cómo te atreves
a decirle a otro: Déjame sacarte la basurita que tienes en el ojo, si en tu ojo
tienes una rama? ¡Hipócrita! Primero saca la rama que tienes en tu ojo, y así
podrás ver bien para sacar la basurita que está en el ojo del otro.
No den a los perros las cosas que pertenecen a Dios, ni
echen delante de los cerdos lo que para ustedes es más valioso. Los cerdos no
sabrán apreciar su valor, y los perros pueden morderlos a ustedes.
Pidan a Dios, y él les dará. Hablen con Dios, y encontrarán
lo que buscan. Llámenlo, y él los atenderá. Porque el que confía en Dios recibe
lo que pide, encuentra lo que busca y, si llama, es atendido.
Nadie le da a su hijo una piedra, si él le pide pan. Ni le
da una serpiente, si le pide un pescado. Si ustedes, que son malos, saben dar
cosas buenas a sus hijos, con mayor razón Dios, su Padre que está en el cielo,
dará buenas cosas a quienes se las pidan.
Traten a los demás como ustedes quieran ser tratados, porque
eso nos enseña la Biblia.
Es muy fácil andar por el camino que lleva a la perdición,
porque es un camino ancho. ¡Y mucha gente va por ese camino! Pero es muy
difícil andar por el camino que lleva a la vida, porque es un camino muy
angosto. Por eso, son muy pocos los que lo encuentran.
¡Cuídense de los profetas mentirosos, que dicen que hablan
de parte de Dios! Se presentan ante ustedes tan inofensivos como una oveja,
pero en realidad son tan peligrosos como un lobo feroz. Ustedes los podrán
reconocer, pues no hacen nada bueno. Son como las espinas, que sólo te hieren.
El árbol bueno sólo produce frutos buenos y el árbol malo sólo produce frutos
malos.
El árbol que no da buenos frutos se corta y se quema. Así
que ustedes reconocerán a esos mentirosos por el mal que hacen. No todos los que
dicen que yo soy su Señor y dueño entrarán en el reino de Dios. Eso no es
suficiente; antes que nada deben obedecer los mandamientos de mi Padre, que
está en el cielo. Cuando llegue el día en que Dios juzgará a todo el mundo,
muchos me dirán: Señor y dueño nuestro, nosotros anunciamos de parte tuya el
mensaje a otros. Y también usamos tu nombre para echar fuera demonios y para
hacer milagros. Pero yo les diré: ¡Apártense de mí gente malvada! ¡Yo no tengo
nada que ver con ustedes!
El que escucha lo que yo enseño y hace lo que yo digo, es
como una persona precavida que construyó su casa sobre piedra firme. Vino la
lluvia, y el agua de los ríos subió mucho, y el viento sopló con fuerza contra
la casa. Pero la casa no se cayó, porque estaba construida sobre piedra firme.
Pero el que escucha lo que yo enseño y no hace lo que yo
digo es como una persona tonta que construyó su casa sobre la arena. Vino la
lluvia, y el agua de los ríos subió mucho, y el viento sopló con fuerza contra
la casa. Y la casa se cayó y quedó totalmente destruida.
Cuando Jesús terminó de hablar, todos los que escuchaban
quedaron admirados de sus enseñanzas, porque Jesús hablaba con toda autoridad,
y no como los maestros de la Ley.
Aquí puedes darte cuenta que es importante como el hombre
trate a otros, con amabilidad, humildad y amor, por lo que es necesario, que el
hombre quite la dureza de su corazón para que pueda cumplir con lo que Dios
pide que haga.
No obstante, es importante hacer lo bueno aún con personas
malas, es decir, todo lo que a ti te perjudican no hacerlo a otros, tratar a
los demás como quieras ser tratado,siendo esencial que el hombre muestre su
amor y que con una actitud positiva pueda
vencer lo malo, así como Dios con su gran misericordia para con los hombres.
Por tanto, el hombre debe buscar a Dios, obedecer su
voluntad aunque el camino sea estrecho, transitar con cautela, pues lo
conveniente es que el hombre crezca espiritualmente, pues sabes, lo fundamental es que el hombre obedezca los mandatos
de Dios para que construya su casa sobre roca firme.
Con Alta Estima,
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