Hermanos en Cristo, con todo mi corazón deseo y pido a Dios
que él salve del castigo a los israelitas. Estoy seguro de que ellos tienen
muchos deseos de servir a Dios, pero no saben cómo hacerlo. No comprenden que
sólo Dios nos puede declarar inocentes. Por eso han tratado de hacer algo para
que Dios los acepte. En realidad, han rechazado la manera en que Dios quiere
aceptarlos. Dios ya no nos acepta, por obedecer la ley; ahora sólo acepta a los
que confían en Cristo. Con Cristo, la ley llegó a su cumplimiento.
Al referirse a los que obedecen la ley para que Dios los
acepte, Moisés escribió lo siguiente: La persona que obedezca la ley se salvará
si la cumple. Al contrario, esto es lo que dice de los que confían en Dios para
que él los acepte: Nunca te preguntes: ¿Quién subirá al cielo?, es decir, subir
al cielo para pedirle a Cristo que baje. Tampoco te preguntes: ¿Quién bajará al
mundo de los muertos, es decir, bajar allá para pedirle a Cristo que resucite.
Más bien, la Biblia dice: El mensaje de Dios está cerca de
ti; está en tu boca y en tu corazón. Y ese mismo mensaje es el que les traemos:
que debemos confiar en Dios. Pues si ustedes reconocen con su propia boca que
Jesús es el Señor, y si creen de corazón que Dios lo resucitó, entonces se
librarán del castigo que merecen. Pues si creemos de todo corazón, seremos
aceptados por Dios; y si con nuestra boca reconocemos que Jesús es el Señor,
Dios nos salvará.
La Biblia dice: Dios no deja en vergüenza a los que confían
en él. No importa si son judíos o no lo son, porque todos tienen el mismo Dios,
y él es muy bueno con todos los que le piden ayuda. Pues la Biblia también
dice: Dios salvará a los que lo reconozcan como su Dios. Pero, ¿cómo van a
reconocerlo si no confían en él? ¿Y cómo van a confiar en él, si nada saben de
él? ¿Y cómo van a saberlo, si nadie les habla acerca del Señor Jesucristo? ¿Y
cómo hablarán de Jesucristo, si Dios no los envía? Como dice la Biblia: ¡Qué
hermoso es ver llegar a los que traen buenas noticias!
Sin embargo, no todos han aceptado estas buenas noticias.
Como dijo el profeta Isaías: Señor, ¡nadie ha creído a nuestro mensaje! Así que
las personas llegan a confiar en Dios cuando oyen el mensaje acerca de
Jesucristo. Pero yo pregunto: ¿Será que no han tenido oportunidad de oír el
mensaje? ¡Claro que lo han oído! Porque la Biblia dice: Sus palabras recorren
toda la tierra y llegan hasta el fin del mundo.
Vuelvo entonces a preguntar: ¿Será que los israelitas no se
han dado cuenta? ¡Claro que sí se han dado cuenta! Pues, en primer lugar, Dios
dijo por medio de Moisés: Haré que los israelitas se pongan celosos de un
pueblo sin importancia. Haré que se enojen con gente de poco entendimiento.
Después, Isaías se atrevió a recordar algo que Dios había
dicho: Me encontraron aquellos que no me buscaban. Me presenté ante gente que
no preguntaba por mí. Pero el pueblo de Israel, Dios dijo por medio de Isaías:
{Todo el día le ofrecí ayuda a un pueblo terco y desobediente.
Aquí puedes darte cuenta que es fundamental que el hombre
confíe en Dios y que reconozca al Señor Jesús como el Señor y que crea que Dios
lo resucitó para salvar al hombre y que sea aceptado por Dios.
Así pues, lo importante es que el hombre sepa que Dios es
único y verdadero, y el hombre que busca a Dios, le conozca cada día más, pues El ayuda al
hombre que se arrepiente y toma la decisión de cambiar, de hacer lo bueno.
No obstante, es prioridad que el hombre regenerado estreche
su relación con Dios pues Dios elige a todo aquel que El quiere que lleve las
buenas noticias a las personas que no le conocen y a todo aquel de poco
entendimiento, pero sabes, es necesario que el hombre esté atento y oiga el
mensaje de Dios y lo obedezca.
Con Alta Estima,
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