martes, 22 de julio de 2014

Pero a mí me tiene olvidado…


El día que vuelvan, los hombres serán llamados “Pueblo de Dios” y las mujeres serán llamadas “Compadecidas”. Dios también dijo: Para mí, Israel fue como una esposa, pero me fue infiel y ya no tengo nada que ver con ella. ¡Así que ustedes, israelitas, preséntenla ante los jueces! ¡Que deje de portarse como una cualquiera! ¡Que deje de complacer a sus amantes!

Si no lo hace, la desnudaré; ¡la mostraré tal como vino al mundo! ¡La rechazaré, y no volveré a tener hijos con ella! No tendré compasión de sus hijos, porque esos hijos no son míos. ¡Israel se comporta como una desvergonzada! Todo el tiempo anda diciendo: Voy a buscar a mis amantes, pues ellos son los que me dan todo lo que me hace falta: me alimentan, me visten, me perfuman y me divierten.

Irá en busca de sus amantes, pero no podrá alcanzarlos ni tampoco los encontrará. Yo voy a encerrarla en una cerca de espinos, para que no pueda salir. Allí se pondrá a pensar: Me iba mejor con mi primer mundo, así que voy a volver con él.

¡Ella no quiere reconocer que soy yo quien la alimenta y le da todo lo que le falta; ¡hasta oro y plata le he dado y  con ellos se hizo ídolos! Por eso voy a quitarle todo eso que le he dado, y ante sus amantes la desnudaré y la avergonzaré. ¡De esta no se va a salvar!

Voy a ponerles fin a sus fiestas de cada semana, de cada mes y de cada año; ¡ya no volverá a alegrarse! Ella siempre presume de las muchas higueras y viñas que le han regalado sus amantes; pero yo las voy a destruir y las convertiré en matorrales; ¡los animales salvajes las devorarán!

Cuando visita a sus amantes se pone joyas y les lleva regalos, pero a mí me tiene olvidado. Por eso la voy a castigar, pues ha adorado a dioses falsos. Yo soy el Dios de Israel, y les juro que así lo haré.

A pesar de todo eso, llevaré a Israel al desierto, y allí, con mucho cariño, haré que se vuelva a enamorar de mí. Le devolveré sus viñas, y convertiré su desgracia en gran bendición. Volverá a responderme como cuando era joven, como cuando salió de Egipto. Ya no volverá a serme infiel adorando a otros dioses, sino que me reconocerá como su único Dios.

Yo soy el Dios de Israel, y les juro que así será. Cuando llegue ese día, me comprometo a que los israelitas vivirán tranquilos y en paz. No habrá animal que les haga daño ni pueblo que les declare la guerra.

Israel, Israel, yo volveré a casarme  contigo y serás mi esposa para siempre. Cuando tú seas mi esposa, realmente llegarás a conocerme; seré para ti un esposo fiel, sincero y lleno de amor. ¡Yo soy el Dios de Israel, y te juro que así será.

Israel, cuando llegue ese día, yo haré que el cielo derrame su lluvia sobre la tierra, y que la tierra produzca trigo, vino y aceite en abundancia, y así el valle de Jezreel prosperará. Te daré la tierra, y será solamente para mí. Y te diré: No eres mi pueblo, pero ahora ya lo eres; Tú, por tu parte, me dirás: ¡Y tú eres mi Dios!.

Aquí puedes darte cuenta que es importante que el hombre busque a Dios, lo conozca cada día más a través de su Palabra para que se enamore  y muestre su fidelidad a Dios y lo reconozca como su Dios. Y, sabes, cuando el hombre toma la decisión voluntaria de aceptar a Jesucristo en su vida, le sucederán tantas bendiciones, tendrá prosperidad, habrá abundancia en su vida,  que a pesar de transitar temporalmente desiertos, a pesar de pasar pruebas difíciles lo ayudará para bien, y seguir avanzado en su crecimiento espiritual. ¡Anímo! Dios hará que el hombre se vuelva a El y cuando esto suceda, Dios le dará paz y vivirá tranquilo y entonces, el hombre llegará a conocer a Dios.


Con Alta Estima,

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