martes, 29 de julio de 2014

Yo les di muchas enseñanzas y se las puse por escrito…


¡Vigilante, toca la trompeta! ¡Da la señal de alerta! Ya viene el destructor de mi pueblo; se parece a un águila que se lanza sobre su presa. Mi pueblo es muy desobediente; no ha cumplido con mi pacto ni ha seguido mis mandamientos. Ellos quieren convencerme a gritos de que reconocen que soy su Dios, pero no quieren hacer lo bueno. ¡Por eso los perseguirá el enemigo! Cuando eligieron a sus reyes, no me tomaron en cuenta; cuando nombraron a sus jefes, no me pidieron consejo; ¡ellos mismos se hicieron daño al fabricarse ídolos de oro y plata!

Habitantes de Samaria, ¡dejen ya de pecar! Estoy muy enojado con ustedes porque adoran a ese toro. ¡Es tan sólo un dios falso, hecho por ustedes mismos! Pero yo lo haré pedazos. Si no me obedecen, recibirán su castigo: sus campos no darán frutos; y si llegaran a darlos, servirán de alimento para gente extraña. ¡Israel quedará en ruinas! ¡Será la burla de todas las naciones!

Mi pueblo anda solo y perdido como perro callejero. Ha pedido ayuda a los asirios, pero de nada le servirá pagar impuestos ni a Asiria ni a las otras naciones. Yo los enviaré como prisionero a otras naciones lejanas, y por un tiempo no tendrá reyes ni jefes.

Israelitas, ustedes han construido muchos altares, que sólo les sirven para pecar. Yo les di muchas enseñanzas, y se las puse por escrito, pero ustedes las despreciaron. Les encanta presentar ofrendas, y luego se comen la carne de los animales que presentan; pero todo eso me disgusta. Yo soy su Dios, y tengo presente sus muchos pecados. Por esos los voy a castigar, y volverán a ser esclavos de Egipto.

Israelitas, ustedes se olvidan de mí, que soy su creador. Construyen palacios, edifican ciudades y altas murallas, pero yo le prenderé fuego a todo lo que construyan.

Aquí puedes darte cuenta que el  hombre debe aprender a obedecer las enseñanzas de Dios escritas en su Palabra, que el hombre haga lo bueno y que siempre tome en cuenta a Dios para cualquier decisión.

Y sabes, lo esencial es que el hombre viva apegado a su Palabra, que se arrepienta verdaderamente  para que Dios lo libere de la esclavitud del pecado.

Sabes, el hombre debe cambiar y volverse a Dios, construir una nueva vida que honre al Creador.


Con Alta Estima,

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