miércoles, 23 de julio de 2014

Volverán a obedecer a Dios…


Dios volvió a decirme: Oseas, tu esposa te es infiel: tiene un amigo que es su amante. También los israelitas me son infieles, pues adoran a dioses falsos y comen de las ofrendas que presentan. Sin embargo, ve y ama a tu esposa, así como yo amo a los israelitas.

Yo, Oseas, le pagué al amante de mi esposa quince monedas de plata y le di trescientos treinta kilos de cebada, para que ella  volviera a vivir conmigo. Y luego le dije a ella: Ya eres mía, y vivirás conmigo mucho tiempo. Si tú prometes serme fiel, yo también te seré fiel, aunque por un tiempo no viviremos como esposos.

Lo mismo sucederá con los israelitas: Durante mucho tiempo no tendrán rey ni jefe; tampoco podrán presentar ofrendas a Dios, ni sabrán lo que Dios quiere que hagan; además, no tendrán sacerdotes ni ídolos familiares. Después de esto, se arrepentirán. Cuando el tiempo del fin, volverán a obedecer a Dios y pedirán sus bendiciones, y también seguirán el ejemplo del rey David.

 Aquí puedes darte cuenta que el ser humano cuando vive apartado de Dios se aleja de su camino  y en ocasiones puede pecar y traicionar la confianza de una relación afectiva, pero sabes, lo importante es que el hombre se vuelva a Dios, que lo busque para que reafirme su  fidelidad y  renueve su relación con Dios, pero es imprescindible que se arrepienta verdaderamente, pues Dios en su infinita misericordia  le dará al hombre  bendiciones.


Con Alta Estima,

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