sábado, 4 de julio de 2015

Nos convirtió en su pueblo, en un pueblo decidido a hacer el bien.


Pero tú, Tito, debes enseñar lo que es correcto. A los ancianos, diles que deben ser responsables, que deben controlar sus deseos y pensar bien lo que van a hacer. También deben confiar en Dios, amar a los demás, y ser siempre pacientes.

Recomienda a las ancianas que se comporten como personas que aman a Dios. No deben ser chismosas ni emborracharse, sino más bien ser un buen ejemplo para las mujeres más jóvenes, y enseñarles a amar a sus esposos e hijos. También deben enseñarles a pensar bien lo que van a hacer, y a ser dueñas de sí mismas, a atender bien a su familia y sujetarse a su esposo. Así nadie podrá hablar mal del mensaje de Dios.

A los jóvenes, recomiéndales que aprendan a controlar sus malos deseos. Tú mismo tienes que ser un buen ejemplo en todo. Enséñales a hacer el bien y, cuando lo hagas, hazlo con seriedad y honestidad. Di siempre lo bueno, y así nadie podrá criticarte. Si haces lo que te digo, los que están en contra nuestra sentirán vergüenza y no podrán hablar mal de nosotros.

A los miembros de la iglesia que aún son esclavos, diles que obedezcan siempre a sus amos, y que sean amables y no discutan nada. No deben robar, sino ser totalmente honesto, para que todos vean lo hermosa que es la enseñanza acerca de Dios nuestro salvador.

Dios ha demostrado cuánto ama a todo el mundo, pues les ha ofrecido la posibilidad de salvarse del castigo que merecen. Ese amor de Dios nos enseña que debemos dejar de hacer el mal, y no desear lo malo de este mundo. También nos enseña que, en este mundo, debemos ser honestos y fieles a Dios, y pensar bien lo que hacemos. Así debemos vivir, mientras llega ese día feliz y maravilloso que todos esperamos, cuando se manifestará nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. El quiso morir para rescatarnos de todo lo malo y para purificarnos de nuestros pecados. Al hacerlo, nos convirtió en su pueblo, en un pueblo decidido a hacer el bien.
Enseña estas cosas con toda autoridad, para animar y corregir a la gente. No des motivo para que te falten el respeto.

Aquí puedes darte cuenta que el hombre debe confiar en Dios, y mostrar con su conducta lo hermoso que son las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo y le respeten, enseñando a otros con toda autoridad lo que es correcto: que aprendan a ser responsables, a controlar los malos deseos, a pensar bien lo que van a hacer, a tener paciencia y amar a los demás.

Por tanto, es fundamental, que el hombre haga siempre cosas buenas para nadie lo critique, pues sabes, lo importante es que el hombre sea siempre honesto  y sea fiel a Dios,  y piense bien lo que haga pues nuestro Señor Jesucristo murió para rescatar al hombre de la inmundicia en que vive y sólo El purifica al hombre de sus pecados y, entonces pasa a ser parte de su pueblo ya que decide hacer lo bueno.


Con Alta Estima

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