miércoles, 13 de agosto de 2014

¡Prepárense para encontrarse conmigo!



Y ustedes, mujeres de Samaria, escuchen lo que tengo que decirles: Ustedes están gordas como vacas de la región de Basán, pues maltratan y humillan a los pobres, y a sus propios maridos les piden vino para emborracharse. Pero el poderoso Dios de Israel les jura que ya está cerca el día en que a ustedes y a sus hijos se los llevarán lejos de aquí. Tanto a ellos como a ustedes les pondrán ganchos en la boca, y a ustedes las sacarán por los huecos de las murallas, una detrás de la otra, para llevarlas al matadero.

Nuestro Dios les dice: ¡Ya que a ustedes les gusta tanto pecar, sigan adorando a sus ídolos en el santuario de Guilgal! No me importa lo que hagan. Yo, el Dios de Israel, les juro que así es. ¡Sigan pecando más y más! Sigan presentando sus ofrendas todas las mañana, y lleven cada tercer día la decima parte de sus cosechas, presenten toda clase de ofrendas, y anuncien sus ofrendas voluntarias.

Cuando les hice pasar hambre, ¡en ninguna ciudad había de comer! Pero a pesar de eso, ustedes no se arrepintieron. Yo, el Dios de Israel, les juro que así fue. Tres meses antes de la cosecha decidí no enviarles lluvia; mientras que en una ciudad llovía, en otro no caía ni gota de agua; unos campos quedaron empapados, mientras que otros quedaron resecos. Los que no tenían agua iban a las ciudades que si tenían, aunque no lograban calmar su sed. Pero a pesar de eso, ustedes no se arrepintieron: Yo, el Dios de Israel, les juro que así fue.

Yo destruí sus cosechas y acabé con sus árboles frutales; yo envié sobre sus campos grandes plagas de saltamontes y calientes vientos del desierto; pero a pesar de eso, ustedes no se arrepintieron. Yo, el Dios de Israel, les juro que así fue.

Mandé plagas contra ustedes como las que mandé contra Egipto; hice que perdieran en la guerra sus caballos y sus mejores soldados; ¡el mal olor de los muertos se sentía por todas partes! Pero a pesar de eso, ustedes no se arrepintieron. Yo, el Dios de Israel, les juro que así fue. Por todo eso, pueblo de Israel, ahora voy a castigarlos; y como no podrán evitarlo, ¡prepárense para encontrarse conmigo!

Yo soy quien hizo el viento y las montañas; yo soy quien convierte la luz del día en oscuridad; yo soy quien comunica sus planes a la humanidad entera; yo soy el que camina por las alturas de la tierra; ¡yo soy el poderoso Dios de Israel!

Aquí puedes darte cuenta que el hombre debe alejarse del pecado, apartarse de todo lo superfluo, de la vanalidad de este mundo; buscar la manera de ser diferente, acercarse a Dios, arrepentirse  y pedirle perdón por tantos pecados cometidos.

No obstante, Dios todopoderoso pone a prueba a todo aquél que en El cree, por lo tanto, es prioridad que el hombre confíe en Dios para que venza la adversidad, logre crecimiento espiritual y  permanezca  en el camino hacia la perfección que es Jesucristo.

Por tanto, apremia que el hombre se prepare y estudie la Palabra de Dios para que su vida sea edificada y  sea transformada en una persona útil a Dios, pues el hombre al aceptar a Dios como su único Dios verdadero confía y espera que Dios cumplirá los planes determinados para cada uno.



Con Alta Estima

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