Dios le dijo a su pueblo: Israel, cuando eras un país
joven, yo te demostré mi amor por ti. Yo te saqué de Egipto porque eres un hijo
para mí. Pero mientras más te llamaba, más te alejabas de mí, y les presentabas
ofrendas a tus ídolos y dioses falsos.
Israel, por el gran amor que te tengo te llevé de la mano
como a un niño, te enseñé a caminar, te di de comer y te ayudé en tus
problemas; pero no te diste cuenta de todos estos cuidados. No quisiste volver
a mí; no quisiste dejar tu mala conducta. Por eso te castigaré y volverás a ser
esclavo en Egipto; por eso Asiria te dominará. Habrá guerra en tus ciudades,
tus enemigos matarán a toda tu gente, y echarán a perder tus planes.
Pueblo mío, ya lo has decidido; me abandonaste por otros
dioses. Los crees más fuertes que yo, pero no podrán ayudarte.
Israelitas, ¡yo no puedo abandonarlos! ¡No sería capaz de
hacerlo! ¡No podría destruirlos, como destruí a la gente malvada de Admá y
–Seboim! ¡Mi gran amor por ustedes no me lo permite! No volveré a enojarme con
ustedes; ni volveré a destruirlos, pues no soy un simple hombre, ¡Yo soy Dios,
y habito en medio de mi pueblo!
Yo rugiré como un león, y ustedes me obedecerán. Desde
Egipto y desde Asiria, sus descendientes volverán a mí; vendrán temblando de miedo, como las
aves que vienen del oeste, y yo los llevaré a sus casas para que vuelvan a
habitarlas. Yo soy el Dios de Israel, y les juro que así será.
Ustedes los israelitas me mienten todo el tiempo; siempre
me están engañando. Y ustedes los de Judá me traicionan, pues adoran a dioses
falsos.
Aquí puedes darte cuenta que Dios demuestra su amor por
cada persona, pero es necesario que el hombre deje su mala conducta, y decida
cambiar, renueve su mente y su corazón, y tome la decisión de aceptar a
Jesucristo en su vida.
Por lo tanto, el hombre debe ser purificado en sus pensamientos
y firme en sus convicciones, que sea
sincero con Dios y cambié su manera de vivir para que le vaya bien.
Con Alta Estima,
No hay comentarios:
Publicar un comentario