Quiero darles un consejo a los líderes de la iglesia. Yo
también soy líder como ellos, y soy testigo de cómo sufrió Cristo. Además, cuando Cristo regrese
y muestre lo maravilloso que es él, disfrutará de parte de su gloria. Mi
consejo es el siguiente: Cuiden ustedes de las personas que Dios dejó a su
cargo, pues ellos pertenecen a Dios. Cuídenlas, como cuida el pastor a sus
ovejas. Háganlo por el gusto de servir, que es lo que a Dios le agrada, y no
por obligación ni para ganar dinero. No traten a los que Dios les encargó como
si ustedes fueran sus amos; más bien, procuren ser un ejemplo para ellos. Así,
cuando regrese Cristo, que es el Pastor principal, ustedes recibirán un
maravilloso premio que durará para siempre.
Del mismo modo ustedes, los jóvenes, deben obedecer la
autoridad de los líderes de la iglesia. Todos deben tratarse con humildad, pues
la Biblia dice: Dios se opone a los orgullosos, pero brinda su ayuda a los
humildes.
Por eso, sean humildes y acepten la autoridad de Dios,
pues él es poderoso. Cuando llegue el momento oportuno, Dios los tratará como a
gente importante. Así que pongan sus preocupaciones en las manos de Dios, pues
él tiene cuidado de ustedes.
Estén siempre atentos y listos para lo que venga, pues su
enemigo, el diablo, anda buscando a quien destruir. ¡Hasta parece un león
hambriento! Resistan los ataques del diablo, confíen siempre en Dios y nunca
duden de él. Ya saben que en todo el mundo otros seguidores de Cristo están
sufriendo como ustedes. Pero después de que ustedes hayan sufrido por un poco
de tiempo, Dios hará que todo vuelva a estar bien y que ustedes nunca dejen de
confiar en él; les dará fuerzas para que no se desanimen, y hará que siempre
estén seguros de lo que creen. Recuerden que Dios nos ha elegido por medio de
Jesucristo, para que formemos parte de su maravilloso reino. ¡Que Dios reine
con poder para siempre! Amén.
Silvano me ha ayudado a escribirles esta breve carta. Yo
lo considero un fiel seguidor de Cristo, y alguien en quien se puede confiar.
Les he escrito para darles consejos, y para asegurarles
que todo lo bueno que Dios les ha dado demuestra que él los ama mucho. ¡Nunca
duden del amor de Dios!
Los seguidores de Cristo que están en la ciudad de Roma
les mandan saludos. Ellos, igual que ustedes, forman parte del pueblo que Dios
ha elegido. También les manda saludos Marcos, a quien quiero como a un hijo.
Salúdense unos a otros con un beso de hermanos.
Le pido a Dios que les dé paz a todos ustedes, los que
pertenecen a Cristo.
Aquí puedes darte cuenta que para Dios es fundamental que
el hombre sea humilde pues Dios desea que se traten con amor y sencillez unos a
otros.
Ahora bien, es necesario que el hombre sirva a Dios con
gusto, de corazón y no por obligación ni por ganar dinero.
Asimismo, el hombre debe poner sus preocupaciones en las
manos de Dios., pues con la confianza en Dios el hombre no debe dudar de Dios
sino más bien sentir seguridad que aunque haya sufrido por un tiempo, Dios hará
que todo vuelva a estar bien, ya que sólo Dios pues renovar fuerzas para que el
hombre se mantenga firme en lo que cree.
Así pues, es tiempo de que el hombre esté atento y
preparado para seguir caminando firme, con ánimo y seguro pues Dios ha
demostrado su gran amor a la humanidad y entonces, el hombre regenerado, muestre su fidelidad a
Dios y obedezca su Palabra y por ende, forma parte del reino de Dios.
Con Alta Estima
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