lunes, 17 de agosto de 2015

Mi consejo es que pongan todo su empeño en: Afirmar su confianza en Dios


Yo, Simón Pedro, estoy al servicio de Jesucristo, quien me envió a anunciar su mensaje. Reciban mis saludos. Jesucristo, nuestro Dios y Salvador, ha sido justo y bueno con todos ustedes, pues los hizo confiar en él, como nos hizo confiar a nosotros.


Le pido a Dios que los ame mucho y les permita vivir en paz, y que ustedes estén siempre dispuestos a conocer más a Dios y a nuestro Señor Jesús.

Dios utilizó su poder para darnos todo lo que necesitamos, y para que vivamos como él quiere. Dios nos dio todo eso cuando nos hizo conocer a Jesucristo. Por medio de él, nos eligió para que seamos parte de su reino maravilloso. Además, nos ha dado todas las cosas importantes y valiosas que nos prometió. Por medio de ellas, ustedes podrán ser como Dios y no como la gente pecadora de ese mundo, porque los malos deseos de esa gente destruyen a los demás.

Por eso, mi consejo es que pongan todo su empeño en: Afirmar su confianza en Dios, esforzarse por hacer el bien, procurar conocer mejor a Dios y dominar sus malos deseos. Además, deben ser pacientes, entregar su vida a Dios, estimar a sus hermanos en Cristo y, sobre todo, amar a todos por igual.

Si ustedes conocen a Jesucristo, harán todo eso, y tratarán de hacerlo cada vez mejor. Así, vivirán haciendo el bien. Pero quien no lo hace así es como si estuviera ciego, y olvida que Dios le ha perdonado todo lo malo que hizo. Hermanos, Dios los ha elegido para formar parte de su pueblo, y si quieren serlo para siempre, deben esforzarse más por hacer todo esto. De ese modo, nunca fracasarán en su vida cristiana, y Dios, con gusto, les dará la bienvenida en el reino de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, quien reina para siempre.

Por eso yo les seguiré recordando siempre todo esto, aun cuando ya lo saben y siguen creyendo en la verdad que les enseñaron. Mientras yo viva, creo que es mi deber recordarles todo esto. Nuestro Señor Jesucristo me ha permitido saber que pronto moriré; pero yo haré todo lo posible para que ustedes recuerden estos consejos aun después de mi muerte.

Cuando les enseñábamos acerca del poder de nuestro Señor Jesucristo y de su regreso, no estábamos inventando una historia, sino que con nuestros propios ojos vimos el gran poder de nuestro Señor. Nosotros estábamos allí cuando Dios el Padre trató a Jesús con mucho honor y mostró lo maravilloso que es él. Y allí mismo, en la montaña sagrada, oímos cuando nuestro grande y maravilloso Dios dijo: Este es mi Hijo. Yo lo amo mucho y estoy muy contento con él.

Por eso estoy completamente seguro de que el mensaje de Dios que anunciaron los profetas es la verdad. Por favor, préstenle atención a ese mensaje, pues les dirá cómo vivir hasta el día en que Cristo vuelva y cambie sus vidas. Pero, antes que nada, deben saber que ninguna enseñanza de la Biblia se puede explicar como uno quisiera. Ningún profeta habló por su propia cuenta. Al contrario, todos ellos hablaron de parte e Dios y fueron guiados por el Espíritu Santo,

Dios hará que todo vuelva a estar bien y que ustedes nunca dejen de confiar en él

Quiero darles un consejo a los líderes de la iglesia. Yo también soy líder como ellos, y soy testigo de cómo  sufrió Cristo. Además, cuando Cristo regrese y muestre lo maravilloso que es él, disfrutará de parte de su gloria. Mi consejo es el siguiente: Cuiden ustedes de las personas que Dios dejó a su cargo, pues ellos pertenecen a Dios. Cuídenlas, como cuida el pastor a sus ovejas. Háganlo por el gusto de servir, que es lo que a Dios le agrada, y no por obligación ni para ganar dinero. No traten a los que Dios les encargó como si ustedes fueran sus amos; más bien, procuren ser un ejemplo para ellos. Así, cuando regrese Cristo, que es el Pastor principal, ustedes recibirán un maravilloso premio que durará para siempre.

Del mismo modo ustedes, los jóvenes, deben obedecer la autoridad de los líderes de la iglesia. Todos deben tratarse con humildad, pues la Biblia dice: Dios se opone a los orgullosos, pero brinda su ayuda a los humildes.

Por eso, sean humildes y acepten la autoridad de Dios, pues él es poderoso. Cuando llegue el momento oportuno, Dios los tratará como a gente importante. Así que pongan sus preocupaciones en las manos de Dios, pues él tiene cuidado de ustedes.

Estén siempre atentos y listos para lo que venga, pues su enemigo, el diablo, anda buscando a quien destruir. ¡Hasta parece un león hambriento! Resistan los ataques del diablo, confíen siempre en Dios y nunca duden de él. Ya saben que en todo el mundo otros seguidores de Cristo están sufriendo como ustedes. Pero después de que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios hará que todo vuelva a estar bien y que ustedes nunca dejen de confiar en él; les dará fuerzas para que no se desanimen, y hará que siempre estén seguros de lo que creen. Recuerden que Dios nos ha elegido por medio de Jesucristo, para que formemos parte de su maravilloso reino. ¡Que Dios reine con poder para siempre! Amén.

Silvano me ha ayudado a escribirles esta breve carta. Yo lo considero un fiel seguidor de Cristo, y alguien en quien se puede confiar.
Les he escrito para darles consejos, y para asegurarles que todo lo bueno que Dios les ha dado demuestra que él los ama mucho. ¡Nunca duden del amor de Dios!

Los seguidores de Cristo que están en la ciudad de Roma les mandan saludos. Ellos, igual que ustedes, forman parte del pueblo que Dios ha elegido. También les manda saludos Marcos, a quien quiero como a un hijo.

Salúdense unos a otros con un beso de hermanos.

Le pido a Dios que les dé paz a todos ustedes, los que pertenecen a Cristo.

Aquí puedes darte cuenta que para Dios es fundamental que el hombre sea humilde pues Dios desea que se traten con amor y sencillez unos a otros.

Ahora bien, es necesario que el hombre sirva a Dios con gusto, de corazón y no por obligación ni por ganar dinero.

Asimismo, el hombre debe poner sus preocupaciones en las manos de Dios., pues con la confianza en Dios el hombre no debe dudar de Dios sino más bien sentir seguridad que aunque haya sufrido por un tiempo, Dios hará que todo vuelva a estar bien, ya que sólo Dios pues renovar fuerzas para que el hombre se mantenga firme en lo que cree.

Así pues, es tiempo de que el hombre esté atento y preparado para seguir caminando firme, con ánimo y seguro pues Dios ha demostrado su gran amor a la humanidad y entonces,  el hombre regenerado, muestre su fidelidad a Dios y obedezca su Palabra y por ende, forma parte del reino de Dios.


Con Alta Estima

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