Ustedes deben estar dispuestos a sufrir, así como Cristo
sufrió mientras estuvo aquí en la tierra. Si ustedes sufren como Cristo, ya no
seguirán pecando. Eso demostrará que han dejado de seguir sus malos deseos, y
que dedicarán el resto de su vida a hacer lo que Dios quiere. Por mucho tiempo
ustedes vivieron haciendo lo mismo que hacen los que no creen en Dios. Tenían
vicios y malos deseos, se emborrachaban, participaban en fiestas escandalosas
y, lo más terrible de todo, adoraban ídolos. Pero como ustedes ya no se juntan
con ellos, ahora ellos hablan mal de ustedes. ¡Pero ya tendrán que darle
cuentas Dios, el Juez que está preparado para juzgar a los vivos y a los
muertos! Para eso anunció Cristo la buena noticia, aun a los muertos: para que
después de que Dios los juzgue por lo que hicieron en vida, sus espíritus
puedan vivir con Dios.
Ya se acerca el fin del mundo: Por eso, sean responsables
y cuidadosos en la oración. Sobre todo, ámense mucho unos a otros, porque el
amor borra los pecados. Reciban en su casa a los demás, y no hablen mal de
ellos, sino hagan que se sientan bienvenidos.
Cada uno de ustedes ha recibido de Dios alguna capacidad
especial. Usela bien en el servicio a los demás. Si alguno sabe hablar bien,
que anuncie el mensaje de Dios. Si alguno sabe cómo ayudar a los demás, que lo
haga con la fuerza que Dios le da para hacerlo. De ese modo, todo lo que
ustedes hagan servirá para que los demás alaben a Dios por medio de Jesucristo,
que es maravilloso y poderoso para siempre. Amén
Queridos hermanos en Cristo, no se sorprendan si tienen
que afrontar problemas pongan a prueba su confianza en Dios. Eso no es nada
extraño. Al contrario, alégrense de poder sufrir como Cristo sufrió, para que
también se alegren cuando Cristo regrese y muestre su gloria y su poder.
Si alguien los insulta por confiar en Cristo, consideren
ese insulto como una bendición de Dios. Eso significa que el maravilloso
Espíritu de Dios está siempre con ustedes. Si alguno de ustedes sufre, que no
sea por ser asesino, ladrón o bandido, ni por meterse en asuntos ajenos. Si
alguno sufre por ser cristiano, no debe sentir vergüenza, sino darle gracias a
Dios por ser cristiano.
Ha llegado ya el momento de que Dios juzgue a todos, y de
que empiece por juzgar a su propio pueblo. Y si empieza por nosotros y nos hace
sufrir así. ¡Imagínense lo que les espera a los que no obedecen la Palabra de
Dios. Y si con dificultad se salvan los que hacen el bien, ¡ya se pueden
imaginar lo que les pasará a los malvados y a los pecadores! Por eso, los que
sufren porque Dios así lo quiere, deben seguir haciendo el bien y dejar que
Dios los cuide, pues él es su creador y cumple lo que promete.
Aquí puedes darte cuenta que lo esencial para Dios es que
el hombre deje sus malos deseos y haga la voluntad de Dios, pues el mensaje de
Dios, es la buena noticia de que Dios juzga a vivos y muertos por lo que el
hombre hizo en su vida y así su espíritu pueda vivir con Dios.
Por tanto, es tiempo de que el hombre esté alerta,
preparado y haga oración, que muestre su amor a los demás, por lo que es
conveniente que si el hombre tiene una capacidad especial la use bien en el
servicio a los demás y así los demás alabarán a Dios por medio de nuestro Señor
Jesucristo.
Ahora bien, si alguien sufre por confiar en Dios y además
es cristiano, debe dar gracia a Dios por ser cristiano.
Así pues, el hombre obediente debe vivir apegado a la
Palabra de Dios y seguir haciendo el bien y por ende, Dios lo cuida.
Con Alta Estima,
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