Isaías dijo: Dios hizo que Ciro llegara a ser rey de Persai.
Le permitió dominar a las naciones y dejar desarmados a sus reyes. Dios hizo
que ninguna ciudad resistiera los ataques de Ciro. Entonces Dios le dijo: Yo
avanzaré delante de ti y convertiré los montes en llanuras; romperé los
portones de bronce y haré pedazos sus barras de hierro.
Yo te daré tesoros escondidos que tengo en lugares secretos.
Así sabrás que yo soy Dios, el único Dios de Israel. Israel es mi pueblo
elegido, y mi fiel servidor. Por amor a él, y aunque tú no me conocías, yo te
llamé por tu nombre y te di el título de rey.
Yo soy Dios, y fuera de mí no hay otro. Tú no me conocías,
pero yo preparé para la lucha, para que todo el mundo supiera que yo soy el
único Dios. Yo he creado la luz y la oscuridad; yo hago el bien y envío la
desgracia. Yo soy el único Dios, y sólo yo hago todo esto.
Isaías dijo: Que Dios mande justicia desde los cielos, que
la justicia descienda como rocío del cielo, como lluvia de las nubes. ¡Que haya
justicia en la tierra y Dios traiga salvación.
Dios dijo: El barro no le dice al alfarero: ¿Qué estás
haciendo?, ni la vasija lo critica, diciendo: Tú no sabes Trabajar. Un hijo no
le reprocha a sus padres el haberlo traído a este mundo. Por esos, yo el Dios
santo, que formó al pueblo de Israel, les digo: Ustedes no pueden pedirme
cuentas sobre el futuro de mi pueblo ni enseñarme lo que debo hacer. Yo hice la
tierra y a sus habitantes, yo extendí el cielo con mis manos y allí coloque los
astros. Yo hice triunfar a Ciro, el rey de Persia, y ahora lo ayudaré en todo
para que reconstruya Jerusalén, que es mi ciudad.Ciro pondrá en libertad a los israelitas que viven como
esclavos en el país de Babilonia; los liberará sin pedirles nada a cambio.
Dios también le dijo a Israel: Los campesinos de Egipto, los
comerciantes de Etiopía y los hombres de Jabá, que son todos muy altos,
desfilarán ante ti y se volverán tus esclavos. Se arrodillarán ante ti y te
dirán: Sólo entre ustedes está Dios; no hay ningún otro.
Isaías dijo: Dios nuestro, tú eres un Dios misterioso, el
Dios salvador de Israel. Todos los que fabrican ídolos se llenarán de
vergüenza, serán humillados y quedarán en ridículo. Pero al pueblo de Israel lo
salvará para siempre y nunca más se llenará de vergüenza ni volverá a ser
humillado.
Isaías dijo: Dios desafía a los ídolos y dice: ¡Yo soy el
único Dios! Yo he creado los cielos y he formado la tierra para que sea
habitada. Yo no formé la tierra como un desierto seco, ni hablé desde un lugar
oscuro y secreto; tampoco les dije a los israelitas: Búsquenme, pero no me encontrarán.
Yo, el único Dios, siempre hablo con la verdad, y por eso le
digo a la gente de los pueblos que ha escapado con vida: Reúnanse acérquense.
Hay gente ignorante que carga ídolo de madera y ora a dioses que no pueden
salvar. Esa gente no entiende nada. Vamos ante el juez, para ver si pueden
responderme: ¿Quién anunció estas cosas mucho antes de que sucedieran? Fui yo,
el único Dios, y no hay otro dios fuera de mí. Sólo yo tengo el poder para
ofrecer justicia y salvación. Vengan a mí todos los pueblos que habitan en
lugares lejanos. Yo los salvaré, porque yo soy Dios y no hay otro. Lo que digo
es verdad, y mi palabra no dejará de cumplirse. Ante mí, todos doblarán la
rodilla y me adorarán. Les juro que así será.
Entonces todos dirán: Sólo Dios puede dar la victoria. Los
que se enojaron conmigo, se llenarán de vergüenza, y volverán a obedecerme.
Gracias a mí, los israelitas triunfarán y se llenarán de orgullo.
Como puedes darte cuenta, es imprescindible que el hombre busque a Dios, a
su Creador, pues sólo El con su gran amor y misericordia lo sostendrá en la
adversidad pues Dios le preparará a través de sus enseñanzas para que logre el
conocimiento y el discernimiento que le permitirá avanzar en su crecimiento
espiritual, pues entenderá que sólo Dios es justo y El trae la salvación, pero
sabes, antes de lograrla, es necesario que
el hombre sea quebrantado, se arrepienta de sus faltas y –Dios le restaurará,
lo levantará, lo ayudará a reconstruir su corazón abatido, renovará sus
pensamientos para que afronte la vida con nuevos bríos: un nuevo estilo de vida.
Esto genera un hombre fuerte, que al concientizarse verdaderamente de sus actos
pueda vencer cualquier desafío ya que asido de la mano de Dios no hay barreras que
le obstaculicen su camino.
Por lo tanto, es prioritario que el ser humano vuelva a
obedecer a Dios para que logre entender que Dios siempre habla con la verdad, sus
promesas las cumple y, por ende el hombre saldrá victorioso.
Con Alta Estima
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