Isaías dijo: Las estatuas de Bel y Nebo, dioses de Babilonia
se tambalean y caen al suelo. Los babilonios las ponen sobre animales de carga
que no soportan tanto peso. Estas estatuas se caen al suelo y son llevadas a
otros países, porque son incapaces de salvarse.
Dios dijo: Oiganme ustedes, israelitas que aún quedan con
vida: Yo los he cuidado desde antes que nacieran, los he llevado en brazos y
seguiré haciendo lo mismo hasta que lleguen a viejos y peinen canas; los
sostendré y los salvaré porque yo soy su creador.
¿Con quién pueden compararme? Yo no me parezco a nadie. Hay
gente que gasta mucho oro y plata para contratar un artesano que le fabrique un
dios. Luego se arrodillan ante él para adorarlo. Cargan la estatua del dios
sobre sus hombros, lo ponen en su sitio, y de allí no se mueve. Por más que griten pidiéndole agua, ese dios
no les responde ni puede librarlos de sus males.
Recuerden esto, pecadores, y piénsenlo bien: recuerden todo
lo que ha pasado desde tiempos antiguos. Yo soy Dios, y no hay otro; soy Dios,
y no hay nadie igual a mí. Yo anuncio desde el principio lo que va a pasar al
final, y doy a conocer el futuro desde mucho tiempo antes. Les aseguro que
todos mis planes se cumplirán tal como yo quiero.
Yo he llamado de Persia a un rey llamado Ciro; él vendrá
desde lejos, como un ave de rapiña, y hará lo que yo diga. Tengo un plan, y
haré que se cumpla. Juro que así será. Escúchenme, gente terca: ustedes no
están a salvo. Pero pronto vendré a salvarlos; ya no demoraré más. Yo le daré a
Jerusalén la salvación, y mi honor al pueblo de Israel.
Por lo que el hombre debe reconocer al único Dios en que
puede confiar porque cuida al hombre desde antes que naciera, El tiene un
propósito para cada persona pues es tan grande su amor hacia la humanidad que
El le seguirá soportando al hombre hasta su vejez, pero el hombre debe darse cuenta que sólo Dios da
seguridad pues es el mismo ayer, hoy y siempre, El nunca cambia. Lo maravilloso
es que El desea que cada persona sea transformada, y sólo Dios le puede dar un
corazón de carne, un corazón nuevo, al haberse arrepentido pues El es
misericordioso.
Y, sabes cada persona debe alegrarse en hacer su voluntad pues sólo Dios puede salvarlo, él tiene cuidado de sus hijos, El lo sabe todo
pues conoce el futuro y sus planes se
cumplirán como El lo decida pues El es
el principio y el fin.
Con Alta Estima,
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