miércoles, 12 de febrero de 2014

Mi nombre debe ser siempre respetado…


Isaías dijo: Escuchen esto, israelitas, descendientes de Jacob; escuchen esto, ustedes, los que pertenecen a la tribu de Judá: Ustedes juran y oran en el nombre del Dios de Israel, pero no lo hacen como es debido. Ustedes están muy orgullosos de vivir en la santa ciudad de Jerusalén, y de ser protegidos por el Dios de Israel, cuyo nombre es Dios todopoderoso.

Sin embargo, Dios declara: Yo di a conocer los hechos del pasado antes de que sucedieran; y tal como lo había anunciado estos hechos se cumplieron. Como yo sabía que ustedes tienen la cabeza más dura que el hierro y el bronce, les anuncié todo esto desde mucho antes; así no podrían decir que eso lo hizo un falso dios. Si ustedes se fijan bien, reconocerán que todo esto es cierto.

Ahora les voy a anunciar cosas nuevas y ocultas, que ustedes no conocían. Hoy voy a crear algo nuevo, algo que antes no existía. Ustedes, hasta hoy, no habían oído hablar de ellas: así que no podrán decir que ya las sabían. Ustedes no habían oído ni conocido nada de esto, porque yo bien sabía que ustedes son infieles y que siempre han sido rebeldes.

Yo he tenido paciencia con ustedes. Por respeto a mí mismo, controlé mis deseos de destruirlos. Yo los limpié de su maldad por medio del sufrimiento, y no lo hice por dinero. Lo hice por respeto a mí mismo y para salvar mi honor. Porque mi nombre debe ser siempre respetado. Yo nunca permitiré que adoren a otros dioses, porque sólo a mí deben adorar.

Dios dijo: Pueblo de Israel, yo te he llamado. Yo soy el único Dios, el primero y el último. Con mi poder hice el cielo y la tierra: con sólo pronunciar sus nombres, comenzaron a existir. Por lo tanto, israelitas, reúnanse ahora todos ustedes, y escúchenme: Yo elegía a Ciro, el rey de Persia, y él hará con Babilonia todo lo que he decidido. Nadie antes anunció todo esto de antemano. Fui yo quien lo dijo: fui yo quien hizo venir a Ciro, y quien siempre le dará la victoria. Acérquense a mí y escuchen: todo esto lo pensé de antemano y nunca lo guardé en secreto. Ahora yo, el único Dios, he enviado a Ciro y le he dado mi poder.
Dios, el Salvador y santo de Israel, continuó diciendo: Israel, yo soy tu Dios, que te enseña lo bueno y te dice lo que debes hacer. ¡Ojalá me hubieras hecho caso! Entonces habrías sido muy feliz y ahora tus descendientes serían tan numerosos como las arenas del mar. Yo nunca los habría destruido ni los habría apartado de mi vista.

Isaías les dijo a los israelitas: ¡Salgan ya de Babilonia, huyan de ese país! ¡Anuncien su liberación con gritos de alegría! Griten por todas partes: ¡Dios ha puesto en libertad a Israel, su fiel servidor!
Dios hizo que ustedes pasaran por lugares desiertos, pero no sufrieron de sed, porque él partió la roca y brotó agua en abundancia. En cambio, a los malvados nunca les va bien.

No obstante, es necesario que el ser humano reflexione y examine su comportamiento de manera que sea sincero con Dios, que no busque mostrar una rectitud que sólo sea de apariencia, sino más bien que escuche la voz audible de Dios ya que al Señor le agrada la gente que confía en El, pues nunca tendrán hambre ni sed  porque la Palabra de Dios es su alimento diario, tendrán la presencia de Dios en su vida y como resultado una relación personal con Dios.

Asimismo, Dios elige a cada persona pues él tiene un propósito ya determinado para cada una. Al que conoce y ama a Dios pasa la adversidad pues El lo acompaña en toda circunstancia. Ahora bien, las pruebas son para que el hombre avance, que sea pulido como el oro y brille en dondequiera que se encuentre, que siga en el camino que lo  llevará a alcanzar disciplina  en su estilo de vida.

Y, sabes, entonces el hombre al ser una persona renovada de mente y de corazón se vuelve a Dios, por lo que su vida se llenará de gozo, de alegría y, por ende, de bendiciones para que le vaya bien.


Con Alta Estima,

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