Dios dijo: ¡Escúchenme todos ustedes, los que buscan a Dios
y aman la justicia! Ustedes son descendientes de Abraham y de Sara. Miren el
ejemplo que ellos les han dejado. Cuando yo llamé a Abraham, él era sólo uno,
pero lo bendije y le di muchos hijos.
Aunque Jerusalén está en ruinas, yo la consolaré y la
convertiré en un hermoso jardín. Será como el jardín que planté en Edén.
Entonces Jerusalén celebrará y cantará canciones de alegría y de acción de
gracias.
Dios continuó diciendo: Préstame atención, pueblo mío; voy a
da mi enseñanza, y mi justicia servirá de guía para las naciones. Ya se acerca
mi justicia, mi salvación está en camino. ¡Con mi poder juzgaré a las naciones!
Los pueblos de las costas lejanas confían en mí. Mi poder los llena de
esperanza.
¡Levanten los ojos al cielo! ¡Miren la tierra aquí abajo! El
cielo desaparecerá como humo, la tierra se gastará como un vestido, y sus
habitantes morirán como moscas. Pero mi salvación y mi justicia permanecerán
para siempre.
Escúchenme, ustedes que saben lo que es bueno y que conocen
mi ley. No teman ni se desalienten por los insultos de la gente, porque esa
gente desaparecerá como ropa comida por la polilla, con lana devoradora por los
gusanos. Pero mi salvación y mi justicia permanecerán para siempre.
Los israelitas clamaron: ¡Despierta, Dios, despierta!
¡Despierta y vístete de fuerza! Muestra tu poder como lo hiciste en el pasado,
cuando destruiste a los egipcios. Tú sacaste las aguas del mar y allí abriste
un camino por donde marchó tu pueblo liberado. Lo mismo que en el pasado, ahora
volverán los que tú rescataste y entrarán en Jerusalén con gritos de alegría.
Estarán llenos de alegría, y el llanto y el dolor desparecerán.
Dios dijo: Soy yo mismo el que los anima. ¿Por qué le tienen
miedo a simples seres humanos que no son más que hierba? No olviden que yo soy
su creador. Yo soy el que extendió los cielos y afirmó la tierra. No teman al
enemigo que con furia quiere destruirlos. Frente a mi poder toda su furia
desaparece. Pronto serán liberados los prisiones; no les faltará el pan ni
morirán en la cárcel, porque yo soy el único Dios, el Dios todopoderoso. Yo
agito el mar, y las olas se levantan con estruendo.
Yo les dije lo que deben decir, y los protegeré con mi
poder. Yo he extendido los cielos y afirmado la tierra, y ahora digo:
Habitantes de Jerusalén, ¡ustedes son mi pueblo!
Isaías dijo: ¡Despierta, Jerusalén, despierta! Levántate, tú
que has sufrido el enojo de Dios. Los has sufrido tanto que ni levantarte
puedes. De todos los hijos que tuviste, no hubo ninguno que te guiara; de todos
los hijos que criaste, ninguno te temó de la mano.
Estas dos desgracias han venido sobre ti: ¡Has sufrido la
guerra y el hambre! ¿Quién tendrá compasión de ti? ¿Quién te consolará? Tus
hijos están tirados por las calles, están como venados atrapados en la red.
Toda la furia y el reproche de Dios han caído sobre ellos.
Por eso, habitantes de Jerusalén, ustedes que están
borrachos pero no de vino, escuchen lo que dice su Dios, el Dios que defiende a
su pueblo: En mi enojo los castigué duramente y los hice rodar por el suelo; pero
ya no volveré a castigarlos. Más bien castigaré a sus enemigos, esos que les
dijeron: ¡Tírense al suelo, para que los aplastemos! Ustedes obedecieron, ¡Y
ellos los aplastaron!
Por lo tanto, si el ser humano confía en Dios, debe estar atento a escuchar
su voz, pues solo Dios corrige la injusticia que prevalece en este mundo
inhóspito, separado de Dios. Así también, Dios hace un llamado a todo aquel que
todavía no cree en El, que aún no le conoce a que se arrepienta y enmiende su camino,
que adopte un nuevo estilo de vida para que el hombre logre vivir en rectitud.
Ahora bien, es ¡urgente! Que el hombre
busque a Dios, de manera que su corazón sea purificado y pueda florecer y dar
fruto pues apegado a su Palabra como alimento diario el hombre podrá impregnarse
del conocimiento de Dios, actuará con sabiduría y seguirá construyendo su vida.
Y, sabes, Dios a pesar de los errores que el hombre comete, El le rescata,
siendo prioridad la obediencia a su ley y Dios le otorgará la salvación que es un proyecto
eterno con el Creador.
Con Alta Estima,
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