lunes, 23 de junio de 2014

Ustedes volverán a ser felices…


 Ezequiel, hombre mortal, dale a Gog este mensaje de mi parte: ¡Gog, jefe principal de Mésec y Tubal, yo me pondré en contra tuya! ¡A rastras te haré venir de las lejanas tierras del norte, para que ataques a las montañas de Israel! Haré pedazos el arco que traes en la mano izquierda, y tiraré a la basura las flechas que llevas en la mano derecha. Tú y tus grandes ejércitos caerán muertos en las montañas de Israel, y con los cadáveres alimentaré a los buitres y a las fieras. ¡Todos ustedes quedarán tendidos en el campo! Te juro que así lo haré.

Ezequiel, yo enviaré fuego sobre Magog y sobre la gente que vive tranquila en los países más lejanos. Y haré que mi pueblo reconozca que soy diferente, y no dejaré que vuelva a burlarse de mí. Entonces todas las naciones y mi pueblo reconocerán que yo soy el Dios de Israel.

Todo esto sucederá pronto. Ya se acerca el día anunciado. Juro que así será. Ese día, los que viven en las ciudades de Israel saldrán y quemarán las armas de sus enemigos; serán tantas, que no tendrán que ir por leña al bosque, pues esas armas les servirán de leña durante siete años. Así, mi pueblo se quedará con las riquezas de quienes le robaron las suyas. Juro que así será.

En aquel día permitiré que Gog sea enterrado en Israel. Podrán enterrarlo en el Valle de los Viajeros, al este del mar, junto con todos sus ejércitos. Ese lugar impedirá el paso a los que crucen por allí, y llegará a conocerse como “Valle del ejército de Gog”. Los israelitas pasarán siete meses enterrando al ejército de Gog. Después de eso, el país quedará limpio. Para los israelitas será un honor enterrar a todo ese ejército, y yo habré mostrado ese día mi gran poder. Juro que así será.

Después de esos siete meses, varios grupos de exploradores recorrerán el país. Cuando encuentren restos humanos del ejército de Gog, pondrán una señal junto a ellos. Así los enterradores podrán llevarlos al Valle del ejército de Gog, para enterrarlos allí. Así el país volverá a quedar limpio.

Dios también me dio esta orden: Tú, hombre mortal, llama a todas las aves y las bestias. Hazlas venir de todas partes, pues voy a ofrecerles un banquete en las montañas de Israel. Allí podrán comerse la carne de los soldados más valientes, y beberse la sangre de los jefes de esta región, como si comieran carneros, corderos, chivos o toros engordados con pastos de Basán. En ese banquete podrán comer toda la carne de caballos y de jinetes que quieran, y toda clase de carne de soldados. También podrán beber toda la sangre que quieran, hasta desmayarse. Juro que así será.

Yo mostraré mi gran poder a todas las naciones. Todas ellas verán que yo soy un juez que dicta sentencia y castigo. Y a partir de ese día, los israelitas reconocerán que yo soy su Dios. También las naciones reconocerán que los israelitas tuvieron la culpa de haber ido presos a otros países. Si yo los abandoné, fue porque resultaron infieles. Si dejé que cayeran bajo el poder de sus enemigos, y que los mataran en batalla, fue porque se lo merecían.

Pero les aseguro que tendré compasión de todo el pueblo de Israel, y ustedes volverán a ser felices; así haré que todos me guarden el debido respeto. Es verdad que permití que se los llevaran presos y que los dispersaran entre las naciones, pero cuando yo libere a todos ellos, y vuelva a reunirlos en su tierra, reconocerán que yo soy su Dios. Entonces vivirán tranquilos, sin que nadie los asuste, y se olvidarán de su vergüenza y de su desobediencia. Todo esto lo haré a favor de mi pueblo, en presencia de muchas naciones. Así les mostraré que yo soy diferente. Derramaré mi espíritu en el pueblo de Israel, y no volveré a darle la espalda. Juro que así lo haré.

Aquí puedes darte cuenta que es importante que el hombre reconozca que Dios es único y verdadero, por lo que el tiempo apremia, por lo tanto, el hombre debe cambiar y vivir apegado a la Palabra de Dios, poner sus temores en las manos de Dios y El le ayudará a vencerlos pues sólo Dios con su gran poder puede mostrar al hombre como vencer la adversidad.

No obstante, es esencial  que el hombre sea fiel a Dios y cumpla los mandatos establecidos por El y entonces el hombre al obedecer a Dios  le guardará el debido respeto pues  El envió a su único hijo Jesucristo quien dio su vida para salvar a la humanidad, y  liberar al hombre de su pecado; de su transgresión y se vuelva a Dios pues El derramará su espíritu y el hombre vivirá feliz y en paz.


Con Alta Estima,

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