Así pues cuando el hombre ha desarrollado la conciencia pero
sigue cometiendo faltas graves llega a sentir un temor tan grande como si
alguien lo está buscando para cobrarle algo y esto es porque la propia
conciencia le llama la atención de lo que hace, y, en cambio el hombre
obediente confía en Dios. Asimismo, en la actualidad hay mucho materialismo, la
gente se aparta de Dios, por lo que el ser humano debe quitar todo lo que le
estorbe y ponerlo en las manos de Dios
ya que por la fuerza humana no puede lograr el cambio en su vida.
El que nada debe,
nada teme, pero el malvado siempre huye aunque nadie lo persiga. En un país
lleno de maldad todos se creen líderes, pero el gobernante capaz logra poner el
orden. El pobre que maltrata a otro pobre es como una tormenta que acaba con
las cosechas. Los que se apartan de la ley aplauden a los malvados, pero los
que la obedecen se oponen a ellos. Los malvados no entienden nada acerca de la
justicia, pero los que obedecen a Dios demuestran que sí la entienden.
Vale más el pobre honrado, que el rico malvado. El que es
inteligente obedece a la ley; el que todo lo malgasta, llena de vergüenza a su
padre. Al que presta dinero y luego exige que le devuelvan el doble, Dios le
quitará todo y hará que alguien de buen corazón se lo dé a los pobres. Dios
rechaza las oraciones de los que no lo obedecen. Quien hace pecar al hombre
honrado quedará atrapado en su propia trampa. Los que hacen el bien recibirán
como premio el bien. Aunque el rico se crea muy sabio, el pobre con su
inteligencia se da cuenta que el rico no es más que un tonto.
El triunfo de los justos siempre es motivo de fiesta; el
triunfo de los malvados espanta a todo el mundo. Quien esconde su pecado jamás
puede prosperar; quien lo confiesa y lo deja, recibe el perdón. ¡Dios bendice a
quienes lo obedecen! Pero los necios caen en la desgracia. El gobernante
malvado que maltrata a un pueblo pobre es como un león hambriento que despedaza
a su presa. El gobernante estúpido sólo piensa en maltratar y robar; pero el
que no lo hace vivirá muchos años.
El que mata a otro no merece ayuda. ¡Tarde o temprano le
pasará lo mismo! El hombre honrado quedará a salvo; el de mala conducta un día
caerá. El que trabaja tendrá suficiente comida; el que no trabaja acabará en la
pobreza. El hombre digno de confianza siempre será alabado; el que sólo quiere
hacerse rico no quedará sin castigo. No aceptes ser testigo falso contra
ninguna persona; porque hay quienes lo hacen hasta por un pedazo de paz. Quien
sólo vive pensando en dinero, acabará más pobre de lo que se imagina. El tiempo
te demostrará que vale más una crítica sincera que un elogio.
Amigo de gente malvada es quien roba a sus padres y alega
que no ha hecho nada. El amor al dinero es causa de pleitos. Confía en Dios, y
prosperarás. El necio confía en sí mismo; el sabio se pone a salvo. El que
ayuda al pobre siempre tendrá de todo; el que no ayuda al pobre terminará en la
desgracia. Cuando triunfan los malvados, todo el mundo corre a esconderse; pero
cuando son destruidos, prosperan los hombres buenos.
Ahora bien, cuando en el ser humano los malos deseos
predominan indica que su inteligencia está en tinieblas, por lo que el hombre
debe buscar a Dios para alcanzar el discernimiento entre el bien y el mal. Lo
importante para Dios, es que a través de las pruebas el hombre corrija sus
malas acciones, moldee su carácter para lograr rectitud en su conducta, que
madure y se fortalezca en su vida interior y agrade a Dios. Y, sabes, la
persona que tiene temor de Dios, no teme a nada ni a nadie, pues el hombre que
se conduce con integridad siente seguridad.
Con Alta Estima,
No hay comentarios:
Publicar un comentario