viernes, 1 de noviembre de 2013

Pide entendimiento...


Aquí puedes darte cuenta que el ser humano debe estar dispuesto a ser instruido y buscar a Dios para obtener el conocimiento, así ser guardado bajo su protección y hacer lo bueno, ya que a través de la Palabra de Dios el hombre encuentra la sabiduría, de manera que transforme su vida, cambie su manera de vivir y que su comportamiento sea agradable a Dios.

Querido jovencito, acepta mis enseñanzas; valora mis mandamientos. Trata de ser sabio y actúa con inteligencia. Pide entendimiento y busca la sabiduría como si buscaras plata o un tesoro escondido. Así llegarás a entender lo que es obedecer a Dios y conocerlo de verdad. Sólo Dios puede hacerte sabio; sólo Dios puede darte conocimiento. Dios ayuda y protege a quienes son honrados y siempre hacen lo bueno. Dios cuida y protege a quienes siempre lo obedecen y se preocupan por el débil. Sólo él te hará entender lo que es bueno y justo, y lo que es siempre tratar a todos por igual.

La sabiduría y el conocimiento llenarán tu vida de alegría. Piensa bien antes de actuar, y estarás bien protegido; el mal no te alcanzará ni los malvados podrán contigo. Esa gente deja de hacer el bien para sólo hacer el mal; son felices haciendo lo malo y festejando sus malas acciones. ¡Todo lo que hacen es para destruir a los demás! La sabiduría te librará de la mujer que engaña a su esposo, y también te engaña a ti con sus dulces mentiras; de esa mujer que se olvida de su promesa ante Dios. El que se mete con ella puede darse por muerto. ¡El que se mete con ella ya no vuelve a la vida!

Querido jovencito, tú sigue por el buen camino y haz siempre lo correcto, porque sólo habitarán la tierra y permanecerán en ella los que siempre hagan lo bueno. En cambio, esos malvados, en los que no se puede confiar, serán destruidos por completo.

Querido jovencito, grábate bien mis enseñanzas; memoriza mis mandamientos. Así te irá siempre bien por el resto de tu vida. Ama siempre a Dios y sé sincero con tus amigos; así estarás bien con Dios y con tus semejantes. Pon toda tu confianza en Dios y no en lo mucho que sabes. Toma en cuenta a Dios en todas tus acciones, y él te ayudará en todo. No te creas muy sabio; obedece a Dios y aléjate del mal; así te mantendrás sano y fuerte. Demuéstrale a Dios que para ti él es lo más importante. Dale de lo que tienes y de todo lo que ganes; así nunca te faltará ni comida ni bebida.

Querido jovencito, no rechaces la instrucción de Dios, ni te enojes cuando te reprenda. Porque Dios corrige a quienes ama, como corrige un padre a sus hijos. Dios bendice al joven que actúa con sabiduría, y que saca de ella más provecho que del oro y la plata. La sabiduría y el conocimiento valen más que las piedras preciosas; ¡ni los tesoros más valiosos se les pueden comparar! Por un lado, te dan larga vida; por el otro, buena fama y riquezas. Qué grato es seguir sus consejos, pues en ellos hay bienestar. Dios bendice al joven que ama a la sabiduría, pues de ella obtiene la vida! Con sabiduría y gran cuidado Dios afirmó cielo y tierra. Con su conocimiento hizo brotar lagos y ríos y dejó caer la lluvia.

Querido jovencito, aprende a tomar buenas decisiones y piensa bien lo que haces. Hacerlo así te dará vida y los demás te admirarán. Andarás por la vida sin problemas ni tropiezos. Cuando te acuestes, podrás dormir tranquilo y sin preocupaciones. No sufrirás las desgracias que caen sobre los malvados. Dios siempre estará a tu lado y nada te hará caer. No te niegues a hacer un favor, siempre que puedas hacerlo. Nunca digas: Te ayudaré mañana, cuando puedas ayudar hoy. Nunca traiciones al amigo que confía en ti. No andes buscando pleitos, si nadie te ha hecho daño. No envidies a los violentos ni sigas su mal ejemplo. Dios no soporta a los malvados, pero es amigo de la gente honrada. Dios bendice el hogar del hombre honrado, pero maldice la casa del malvado. Dios se burla de los burlones, pero brinda su ayuda a los humildes. Los sabios merecen honra, y los tontos, sólo deshonra.

No obstante, es esencial que el hombre mantenga una relación de comunión con Dios, que  con el prójimo tenga una actitud honesta siendo necesario una rectitud consigo mismo. Que no olvide, que al buscar la sabiduría y ésta gobierna su vida le librará del mal. Ahora bien, siendo sabio le hace una persona de pensamientos y corazón limpios que  evitará desviarse del propósito que Dios, pero sabes, es importante que el ser humano sea constante en su lucha, que se esfuerce cada día para mantenerse en el camino correcto y que por ende logre una vida de paz.


Con Alta Estima,

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