Así puedes darte cuenta que para mantener armonía el ser
humano se debe comunicar usando palabras
suaves que expresen amabilidad con los
otros y crear un ambiente de tolerancia y respeto y así vivir en paz.
La respuesta amable
calma el enojo; la respuesta grosera lo enciende más. Cuando los sabios hablan,
comparten sus conocimientos; cuando los tontos hablan sólo dicen tonterías.
Dios está en todas partes, y vigila a buenos y a malos. Las palabras que
brindan consuelo son la mejor medicina; las palabras dichas con mal intención
son causa de mucha tristeza. El que es tonto no acepta que su padre lo corrija,
pero el que es sabio acepta la corrección. A la familia del hombre honrado
nunca le falta nada; al malvado sus ganancias le traen grandes problemas.
Cuando los sabios hablan comparten sus conocimientos; ¡los ignorantes no hacen
esto ni con el pensamiento!
A Dios no le agradan las ofrendas de los malvados, pero
recibe con agrado las oraciones de la gente buena. A Dios no le agrada la
conducta de los malvados, pero les muestra su amor a los que aman la justicia.
Un buen castigo merece quien muestra mala conducta; hasta merece la muerte
quien no acepta ser corregido. Para Dios no están ocultos la tumba ni la
muerte, ni tampoco nuestros pensamientos. Al malcriado no le gusta que nadie le
corrija, ni se junta con los sabios. La tristeza y la alegría se reflejan en la
cara. Los que aman el conocimiento siempre buscan aprender más; pero los
ignorantes hablan y sólo dicen tonterías. Para el que anda triste, todos los
días son malos; para el que anda feliz, todos los días son alegres.
Más vale ser pobre y obedecer a Dios que ser rico y vivir en
problemas. Las verduras son mejores que la carne cuando se comen con amor.
Quien fácilmente entra en pleito; quien mantiene la calma, mantiene la paz.
¡Qué difícil es la vida para el que es perezoso! ¡Y qué fácil es la vida para
la persona honrada! El hijo sabio alegra a sus padres; el hijo tonto los
avergüenza. El tonto encuentra muy graciosa su falta de inteligencia; el que es
inteligente corrige su conducta. Ningún proyecto prospera si no hay buena
dirección; los proyectos que alcanzan el éxito son los que están bien
dirigidos. Es muy bueno dar buenas respuestas, pero responder a tiempo es aún
mejor. Los sabios van rumbo al cielo; los tontos, rumbo a la muerte. Dios
derriba la casa del orgulloso, pero protege los terrenos de las viudas.
Dios no soporta los planes malvados, pero le agradan las
palabras amables. El que siempre quiere tener más hace daño a su familia, pero
el que no vende su honradez a cambio de dinero, tendrá una larga vida. El bueno
piensa antes de responder; el malvado habla y deja ver su maldad. Dios se
aparta de los malvados, pero escucha la oración de los buenos. Una mirada
amistosa alegra el corazón; una buena noticia renueva las fuerzas. Si quieres
ser sabio, acepta las correcciones que buscan mejorar tu vida. Quien no acepta
la corrección se hace daño a sí mismo; quien la acepta, gana en entendimiento.
Quien obedece a Dios gana en sabiduría y
disciplina; quien quiera recibir honores debe empezar por ser humilde.
Asimismo, es bueno compartir tus conocimientos con otros,
aceptar las correcciones para ganar disciplina y entendimiento al obedecer los
mandamientos de Dios que te ayudarán a apartarte del mal camino. Y sabes, es
importante que el ser humano, mantenga una relación estrecha con Dios a través
de la oración pues Dios escucha el clamor de los que le obedecen.
Con Alta Estima
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