jueves, 18 de junio de 2015

Castigará a los que no obedecen su mensaje ni quieren reconocerlo


Queridos hermanos de la iglesia en tesalónica: Nosotros, Pablo, Silvano y Timoteo, los saludamos a ustedes, que pertenecen a Dios nuestro Padre y al Señor Jesucristo, a quienes les pido de todo corazón les den su amor y su paz.

Hermanos míos, en todo momento tenemos que dar gracias a Dios por ustedes. Y así debe ser, pues ustedes confían cada vez más en Dios, y se aman más y más los unos a los otros. Por eso, nos sentimos orgullosos cuando hablamos de ustedes en las otras iglesias de Dios.
Porque, aunque ustedes tienen dificultades y problemas, se mantienen firmes y siguen confiando en Dios. Esto demuestra que en verdad Dios es justo, y que los está haciendo merecedores de su reino, por el que ahora sufren.

Dios es justo, y castigará a quienes ahora los hacen sufrir. Cuando el Señor Jesús venga desde el cielo, entre llamas de fuego y en compañía de sus poderosos ángeles, Dios les dará alivio a todos ustedes, como lo ha hecho con nosotros, castigará a los que no obedecen su mensaje ni quieren reconocerlo, y los destruirá para siempre. Los echará lejos de su presencia, donde no podrán compartir  su gloria y su poder. Esto sucederá cuando el Señor Jesucristo vuelva, para que todo su pueblo elegido lo alabe y admire. Y ustedes son parte de ese pueblo, pues han creído en el mensaje que les dimos.

Por eso oramos siempre por ustedes. Le pedimos a nuestro Dios que los haga merecedores de haber sido elegidos para formar parte de su pueblo. También le pedimos que, con su poder, cumpla todo lo bueno que ustedes desean, y complete lo que ustedes, han empezado, a hacer gracias a su confianza en él. De este modo ustedes honrarán a nuestro Señor Jesús, y él los honrará a ustedes, de acuerdo con el gran amor de Dios y de nuestro Señor Jesucristo.

Aquí puedes darte cuenta de que el hombre que pertenece a Dios es parte de su pueblo, y  Dios le da su amor y paz, pero es necesario que el hombre ponga su confianza en Dios, que de gracias por todo lo que recibe y, aunque tenga dificultades se mantenga firme pues Dios lo está probando su fidelidad para que entre a su reino.

No obstante, es esencial que el hombre sea obediente, que crea en el mensaje de Dios y reconozca a nuestro Señor Jesucristo como su Salvador para que estén cerca de la presencia de Dios .

Así pues, es tiempo de que el hombre esté preparado en conocimiento de Dios, que le ame y adore en espíritu y verdad y sobre todo que con su conducta honre al Señor Jesús.


Con Alta Estima,

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