El Espíritu Santo ha dicho claramente que, en los últimos tiempos,
algunas personas dejarán de confiar en
Dios. Serán engañadas por espíritus mentirosos y obedecerán enseñanzas de demonios.
Le harán caso a gente hipócrita y mentirosa, incapaz de sentir vergüenza de
nada. Esa gente prohíbe casarse y comer ciertos alimentos. Pero Dios creó todos
los alimentos para que nosotros los comamos y le demos las gracias por ellos.
Los creó para todos los que confiamos en él y conocemos la verdad. Porque todo
lo que Dios ha creado es bueno, y podemos comer de todo sin rechazar nada, si
le damos las gracias. Por tanto, podemos comerlos porque Dios así lo ha dicho,
y porque nosotros hemos orado por esos alimentos.
Si enseñas la verdad
a los miembros de la iglesia, serás un buen servidor de Jesucristo. Estudiar y
obedecer las enseñanzas cristianas, como tú lo haces, es lo mismo que
alimentarse bien. No prestan atención a historias falsas, que la gente inventa.
Más bien, esfuérzate por ser un buen discípulo de Jesucristo. Es verdad que el
ejercicio físico ayuda a que todo el cuerpo esté sano, pero es mucho mejor
esforzarse por confiar cada vez más en Dios, porque nos hace bien aquí en la
tierra y también nos servirá cuando vivamos en el cielo. Esto es una verdad que
podemos creer, y debemos creer.
Por eso nos
esforzamos tanto, pues confiamos firmemente en Dios. El vive para siempre y es el Salvador de
todos, especialmente de los que confían en él. Enseña estas cosas, y diles a
todos que las obedezcan. No permitas que nadie te desprecie por ser joven. Al
contrario, trata de ser un ejemplo para los demás cristianos. Que cuando todos
oigan tu modo de hablar, y vean cómo vives, traten de ser puros como tú. Que
todos imiten tu carácter amoroso y tu confianza en Dios.
Mientras llego a
visitarte, sigue leyéndoles la Biblia a los miembros de la iglesia, y no dejes
de animarlos ni de enseñarles. No dejes de usar las capacidades especiales que
Dios te dio cuando los líderes de la iglesia pusieron sus manos sobre tu
cabeza. El Espíritu Santo habló con ellos y les ordenó hacerlo. Haz todo eso y
dedica tiempo para ello, para que todos vean que cada día eres mejor.
Timoteo, compórtate
como es debido, y ten cuidado de lo que enseñas. Sigue haciendo esto, y no sólo
te salvarás a ti mismo, sino que también salvarás a los que te escuchen.
Aquí puedes darte
cuenta que lo más importante es que el hombre confíe en Dios, que sea sincero y
obedezca las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo pues lo esencial es que el
hombre se mantenga firme en sus convicciones pues todo lo que Dios ha creado es
bueno.
Ahora bien, es
fundamental que el hombre enseñe la verdad y que la obedezcan para que otros se
salven y sea un buen discípulo de Jesucristo.
Por tanto, el hombre
obediente, cambie su manera de vivir y, entonces se comporta como es debido y es
ejemplo a otros, pues cuida la forma de hablar y la manera de conducirse.
Así pues, el hombre
debe leer la Biblia, la Palabra de Dios, que es la fuente de sabiduría y el
Espíritu Santo da al hombre capacidades especiales para que sea mejor persona
cada día.
Con Alta Estima,
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