Los que aún tienen
esclavos, deben ser amos justos y tratar bien a sus esclavos. Recuerden que en
el cielo también tienen un amo, que es el Señor Jesucristo.
Dediquen siempre
tiempo a la oración, y den gracias a Dios. Oren por nosotros y pídanle a Dios que
podamos anunciar libremente el mensaje y explicar el plan secreto de Cristo.
Precisamente por anunciarlo estoy ahora preso. Pídanle a Dios que yo pueda
explicar ese mensaje con toda claridad. Usen su inteligencia para tratar como
se debe a los que no confían en Cristo.
Aprovechen bien cada oportunidad que
tengan de conversar con ellos. Hablen siempre de cosas buenas, díganlas de
manera agradable, y piensen bien cómo se debe contestar a cada uno.
Tiquíco, fiel
seguidor de Cristo y compañero nuestro, les contará todo lo que tiene que ver
conmigo. El siempre me ha ayudado, y juntos hemos servido al Señor. Por eso
mismo lo estoy enviando a ustedes, para que les dé ánimo y les diga cómo
estamos. Con él va también Onésimo, que es un fiel miembro de la iglesia de
ustedes y al cual queremos mucho. Ellos les contarán todo lo que pasa por aquí.
Aristarco, que está preso conmigo, les envía saludos. También los saluda
Marcos, el primo de Bernabé. Si él llega a visitarlos, no dejen de recibirlo.
Jesús, al que llaman el Justo, también les envía saludos. De todos los judíos
han confiado en Cristo, sólo ellos me han ayudado en mi trabajo por el reino de
Dios, y me han animado mucho.
Reciban saludos de
Epafras, un servidor de Jesucristo que también pertenece a la iglesia de
ustedes. El siempre ora por ustedes, y pide a Dios que los ayude, para que
sigan confiando firmemente en Cristo y se mantengan cumpliendo la voluntad de
Dios, sin cometer ninguna falta. Yo mismo he visto cómo Epafras se preocupa por
ustedes y por los de las iglesias en Hierápolis y Laodicea. También les envían
saludos Demas y el médico Lucas, a quien queremos mucho.
Saluden de mi parte a
los miembros de la iglesia en Laodicea. También a Ninfa y a los cristianos que
se reúnen en Laodicea, para que también ellos la lean, y ustedes a su vez lean
la carta que yo les envié a ellos. Díganle a Arquipo que trate de hacer bien el
trabajo que el Señor Jesucristo le ha encargado.
Yo mismo, con mi
propia mano les escribo esto: Recuerden que estoy preso. Deseo de todo corazón
que Dios los llenes de su amor.
Aquí puedes darte
cuenta que es importante que el hombre haga oración y de gracias a Dios, por
todo lo que El nos da, pues lo fundamental es que el hombre confíe en Dios para que se mantenga firme en sus
convicciones y el hombre alcance madurez espiritual, pero sabes, es
imprescindible que el hombre sea obediente a los mandamientos de Dios.
Además, es importante
que el hombre regenerado, consciente de que vive bajo la gracia de Dios, esté
preparado y cumpla la voluntad de Dios, que el hombre se mantenga fiel a Dios y
sea ejemplo, siendo amable y humilde con aquellos que no le conocen.
Con Alta Estima,
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