Cuando nuestro Señor
Jesucristo regrese, nosotros nos reuniremos con él. Por eso, les rogamos,
hermanos, que no se dejen confundir tan fácilmente. No se asusten si alguien
asegura que ya llegó el día en que el Señor Jesús volverá. Tal vez alguien les
mienta diciendo que el Espíritu le dijo
eso, o que nosotros le enseñamos eso personalmente o por carta.
No permitan que nadie
los engañe. Ese día no llegará hasta que los enemigos de Dios se rebelen contra
él y haya aparecido el hombre malvado, que será destruido. Ese hombre está en
contra de Dios y de todo lo que está dedicado a Dios. Hasta pondrá su trono en
el templo de Dios, y afirmará que él mismo es Dios. Acuérdense de que ya les
había hablado de esto cuando estuve con ustedes.
Bien saben ustedes
qué es lo que detiene al hombre malvado, para que no aparezca antes de tiempo.
Porque su plan secreto de maldad ya está en marcha; sólo falta que se quite de
en medio lo que detiene a ese hombre. Después de eso el malvado aparecerá.
Satanás lo ayudará a engañar a muchos con señales y falsos milagros. Engañará
con toda clase de mentiras a los que no quisieron amar y aceptar el verdadero
mensaje que podría haberlos salvado del castigo que recibirán. Dios permite que
ese hombre mentiroso y malvado los engañe, para que acepten lo que es falso.
Así Dios castigará a todos los que no han querido creer en el verdadero mensaje
y son felices haciendo el mal. Pero cuando el Señor Jesús vuelva, con todo su
poder y su gloria, destruirá con el soplo de su boca al hombre malvado, y le
quitará su poder.
Pero nosotros siempre
debemos darle gracias a Dios por ustedes. Dios los ama, y los eligió desde un
principio para que se salvaran del castigo. Los eligió por medio del Espíritu
que los separó para él, y porque ustedes aceptaron la buena noticia. Dios los
llamó por medio de la buena noticia que les anunciamos, para que participen del
poder y de la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
Por eso, hermanos
mío, sigan confiando en Dios, y no se olviden de las enseñanzas que,
personalmente o por carta, les hemos dado. Dios nuestro Padre es bueno; por eso
nos ha amado, y nos ha dado el consuelo eterno y la seguridad de que seremos
salvos. A él y a nuestro Señor Jesucristo les pido que les den ánimo y fuerzas,
para que siempre digan y hagan lo bueno.
Aquí puedes darte
cuenta que es importante que el hombre se mantenga firme en sus convicciones y
esté preparado en el conocimiento de Dios pues es necesario que el hombre tome
la decisión voluntaria de buscar a Dios, que se arrepienta y pida perdón a Dios por sus
transgresiones y entonces Dios que es bueno, purificará su mente y su corazón y
por ende el hombre cambie su manera de vivir, apartado del pecado, esperando la venida de nuestro Señor Jesucristo.
Por tanto, es fundamental,
que el hombre crea verdaderamente en el mensaje de salvación pues Nuestro Señor
Jesucristo, quien se entregó a sí mismo, venció a la muerte, para dar al hombre
una nueva vida y que tenga una comunicación directa con Dios.
Así pues, es
importante que el hombre tenga su confianza en Dios, nuestro Padre que es
bueno, y por eso el hombre debe hacer lo correcto para agradar a Dios, quien
nos ama.
Con Alta Estima,
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