Los miembros de la
iglesia que aún sean esclavos deben respetar en todo a sus amos, para que nadie
hable mal de Dios ni de las enseñanzas cristianas. Y los que tengan amos
cristianos no deben dejar de obedecerlos sólo porque ambos son cristianos. Al contrario,
deben hacer bien su trabajo, y aún
mejor, pues lo están haciendo para alguien a quien aprecian y que también
confía en Dios.
A los miembros de la
iglesia, y a sus líderes, enséñales que deben obedecer lo que te voy a decir.
Si alguien enseña algo que no va de acuerdo con las enseñanzas de nuestro
Señor Jesucristo, ni con la verdadera
religión cristiana, es un orgulloso que no sabe nada, y que tiene la mala
costumbre de discutir sobre el significado de ciertas palabras. Con esto sólo
causa envidias, enojos, insultos, desconfianza y peleas en todo momento. Los
que hacen eso no son capaces de pensar bien ni conocen la verdad; piensan que,
por medio de la religión, pueden ganar mucho dinero. Por supuesto, la religión
cristiana hace que nuestra vida sea mucho mejor, pero sólo cuando uno está
contento con lo que tiene. Porque, cuando nacimos no trajimos nada al mundo, y
cuando muramos tampoco podremos llevarnos nada. Así que debemos estar contentos
de que tenemos ropa y comida. Pero lo que sólo piensan en ser ricos caen en las
trampas de Satanás. Son tentados a hacer cosas tontas y perjudiciales, que
terminan por destruirlos totalmente. Porque todos los males comienzan cuando
sólo se piensa en el dinero. Pero él deseo de amontonarlo, muchos se olvidaron
de obedecer a Dios y acabaron por tener muchos problemas y sufrimientos.
Pero tú, Timoteo,
estás al servicio de Dios. Por eso, aléjate de todo lo malo. Trata siempre de
obedecer a Dios y de ser un buen discípulo de Jesucristo. No dejes de confiar
en él, y ama a todos los hermanos de la iglesia. Cuando enfrentes dificultades,
ten paciencia y se amable con los demás, imita el deportista, que se esfuerza
por ganar la competencia: haz todo lo
posible por ser un buen discípulo de Jesucristo, y recibirás el premio de la
vida eterna. Dios te llamó y te prometió esa vida cuando, delante de mucha
gente, anunciaste que habías confiado en Dios.
Delante de Dios, que
creó todo lo que existe, y delante de Jesucristo, que ante Pilato dio buen
testimonio de su confianza en Dios, te pido que obedezcas todo lo que te ordeno,
para que nadie pueda acusarte de nada. Haz esto hasta que vuelva nuestro Señor
Jesucristo, quien vendrá en el momento oportuno, cuando nuestro maravilloso
Dios así lo quiera. Porque Dios es el único que gobierna sobre todos, Dios es
el más grande de los reyes y el más poderoso de los gobernantes.
Dios es el único que
vive para siempre, y vive en una luz tan brillante que nadie puede acercarse a
él. Nadie lo ha visto ni puede verlo. ¡El honor y el poder son de él para
siempre! Amén.
Adviértales a los
ricos de este mundo que no sean orgullosos ni confíen en sus riquezas, porque
es muy fácil perder todo lo que se tiene. Al contrario, diles que confíen en
Dios, pues él es bueno, y nos da todo lo que necesitamos para que lo
disfrutemos. Mándales que hagan el bien, que se hagan ricos en buenas acciones.
Recuérdales que deben dar y compartir lo que tienen. Así tendrán un tesoro, que
en el futuro, seguramente les permitirá disfrutar de la vida eterna.
Timoteo, ¡trata de
hacer bien tu trabajo! No prestes atención a lo que dicen los que no creen en
Cristo, ni a los que critican nuestras enseñanzas y afirman tener la verdad.
Por hacerles caso, algunos ya han dejado de confiar en Dios.
Yo le pido a Dios que
a ustedes los llene de su amor.
Aquí puedes darte
cuenta que el hombre debe tener cuidado al enseñar, que estas enseñanzas
cristianas sean de acuerdo a lo que
enseñó nuestro Señor Jesucristo y el hombre llevará una vida mejor, siempre y
cuando esté contento con lo que tiene.
No obstante, cuando
el hombre cree en Cristo y sigue sus enseñanzas, conoce la verdad y piensa bien
en todo y no necesita atesorar riquezas porque vence el deseo de amontonarlo pues debe
recordar y obedecer a Dios para ser un buen seguidor de Jesucristo.
Ahora bien, el hombre
debe confiar en Dios, y es el único que vive para siempre pues su Espíritu
vive en cada hombre que cree en El y lo acepta en su corazón y entonces, el
hombre lleno del amor de Dios hace el bien y se enriquece de buenas acciones y,
por ende brilla ante los demás.
Con Alta Estima,
No hay comentarios:
Publicar un comentario