Aquí puedes darte cuenta que a través de las experiencias el
rey Salomón se da cuenta de la futilidad de la vida, habla de situaciones
vividas que quizá no fueron sólo de diversión sino muestran la amargura que
vivió en algunos momentos de su vida, así el hombre debe tener cuidado con sus
palabras, no quejarse y ser firmes en las pruebas, pues son para fortaleza de
su ser interior, vivir bien el presente, no afligirse por lo que no conoce
todavía como es el futuro, pues ni el rey Salomón, hombre sabio pudo entender
todas las incógnitas que hay en esta vida. Lo esencial es desarrollar una buena
conciencia, para pasar las pruebas y aunque difíciles pero ayudan al ser humano
a madurar.
Más vale ser
respetado que andar bien perfumado. Más vale el día en que morimos que el
día en que nacemos. Más vale ir a un entierro que a una fiesta, pues nos hace
bien recordar que algún día moriremos. Más vale llorar que reír; el llanto nos
hace madurar. En un funeral los sabios saben cómo portarse, pero los tontos
sólo se ríen y hacen chistes. Más vale una reprensión de sabios que una
alabanza de tontos. Qué hueca es la risa del tonto, pronto se apaga, como la
paja en el fuego. El sabio actúa como un tonto cuando abusa de su poder y
acepta dinero a cambio de favores. Más vale un buen final que un buen
principio. El que tiene paciencia llega a la meta; el orgulloso habla mucho,
pero no logra nada. Si ya enojarse es malo, guardar rencor es peor.
Hay quienes se quejan de que todo tiempo pasado fue mejor.
Pero esas quejas no demuestran mucha sabiduría. En esta vida ser sabio es
bueno, pero ser sabio y rico es mejor. La sabiduría protege, y el dinero
también, pero la sabiduría nos permite llegar a viejos. Fíjate en lo que Dios
ha hecho, y verás que nadie puede enderezar lo que él ha torcido. Por eso,
cuando vengan los buenos tiempos, disfrútalos; pero cuando lleguen los tiempos
malos ponte a pensar que todo viene de Dios, y que nunca sabemos lo que nos
espera.
En esta vida sin sentido que me ha tocado vivir, he visto lo
siguiente; hay gente buena, que por su bondad acaba en la ruina, y hay gente
malvada, que a pesar de su maldad vive muchos años. Yo creo que no hay que
exagerar. ¡Ni tan bueno ni tan sabio que acabes en la ruina. ¡Ni tan malo ni
tan tonto que mueras antes de tiempo! No te vayas a los extremos. Respeta a
Dios y todo te saldrá bien. Una ciudad está mejor protegida con la sabiduría de
un hombre sabio que con la fuerza de diez gobernantes. Sin embargo, no hay en
este mundo nadie tan bueno que siempre haga el bien y nunca peque. No hagas
caso de los chismes, y así no sabrás cuando tu empleado hable mal de ti; aunque
tu bien sabes que muchas veces también has hablado mal de otros.
Como yo quería ser sabio, traté de entender todo esto
haciendo uso de mi inteligencia, pero era más de lo que yo podía entender. Todo
lo que existe es muy difícil de comprender y entenderlo está fuera de mi
alcance. En realidad, no hay nadie que pueda entenderlo. Entonces decidí
investigar todo lo que pudiera acerca de la sabiduría y llegar a una conclusión.
Así pude darme cuenta de que ser malo es una tontería, y que ser tonto es una
locura. También pude darme cuenta de que una mala mujer causa más amargura que
la muerte; cuando te abraza, lo que realmente quiere es atraparte. Si tú
obedeces a Dios, te librarás de ella; pero si no lo obedeces, caerás en sus
redes.
Después de estudiar con cuidado todas las cosas, yo, el
Predicador, he llegado a esta conclusión: ¡todavía no he encontrado lo que
busco! He encontrado un hombre bueno entre mil, pero no he encontrado una sola
mujer buena. Lo que sí he llegado a entender es que Dios nos hizo perfectos,
pero nosotros lo enredamos todo.
Por lo que es prioritario pedirle a Dios con humildad que le
dé al hombre sabiduría y conocimiento para enfrentar a los peligros, pero bajo
su protección no se apartará del camino recto.
Con Alta Estima,
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