La novia
Yo soy una flor de los llanos de Sarón; soy una rosa de
los valles.
El novio
Mi amada es una rosa entre las espinas.
La novia
Mi amado es un manzano entre árboles silvestres. ¡Me
muero por sentarme a su sombra y saborear sus deliciosos frutos! Mi amado me
llevó a la sala de banquetes, y allí me cubrió de besos. ¡Denme a comer uvas!
¡Denme a comer manzanas! ¡Ayúdenme a recobrar las fuerzas, que me estoy
muriendo de amor! ¡Que ponga él su brazo izquierdo debajo de mi cabeza! ¡Que me
apriete contra su cuerpo con el brazo derecho!
El novio
Mujeres de Jerusalén, quiero que me prometan, por las
gacelas y venaditas que corren por los bosques, que no molestarán a mi amada ni
la despertarán de su sueño de amor hasta que ella sola se despierte.
La novia
¡Oigo la voz de mi amado! ¡Ya lo veo venir! Viene
saltando por las colinas, viene brincando por las montañas. Mi amado es como un
cabrito. ¡Allí está, tras el muro! ¡Se asoma por las ventanas, me espía por las
rejas! Mi amado me dijo: Acompáñame, amada mía; ¡ven conmigo, bella mujer! El
invierno ya se ha ido; las lluvias han terminado. Ya hay flores en los campos;
ha llegado el tiempo de cantar. ¡El arrullo de las tórtolas se escucha en
nuestra tierra! En las higueras hay higos, y las flores de las viñas esparcen
suave aroma. Acompáñame, amada mía; ¡ven conmigo, bella mujer!
El novio
Palomita amada, no te escondas en las rocas. Muéstrame tu
rostro, déjame oír tu voz. ¡Tu voz es dulce! ¡Tu rostro es bello!
Los novios
Las zorras pequeñas causan daño a nuestras viñas.
¡Ayúdennos a atraparlas, pues nuestras viñas están en flor!
La novia
Mi amado es mío, y yo soy suya; mi amado cuida de su rebaño
entre las rosas. Regresa a mí, amado mío, mientras sopla todavía la brisa de la
tarde, y las sombras van cayendo. ¡Corre como un venado! ¡Corre como cabrito
por las colinas que nos separan!
Así pues, el hombre
que cree en Jesucristo y confía en El, Dios lo protegerá, pero sabes, esta
decisión es voluntaria, el Señor Jesús te invita a que te vuelvas a El y hagas
lo que es bueno, …El toca a tu puerta y llama…
Por lo tanto, es importante, que el hombre edifique su vida,
se esfuerce por mantener una comunión con Dios, leyendo la Palabra, asistiendo
a la iglesia para que crezca en valores espirituales y le ayuden a ser firme en
tus decisiones.
Con Alta Estima,
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