lunes, 26 de mayo de 2014

Sirven sólo para avivar el fuego…


Dios también me dijo: Hombre mortal, si fueras a sacar madera, no la sacarías de una vid. Su tronco no sirve para hacer muebles, ni para colgar nada. Sólo sirve como leña; en cuanto se queman sus puntas, y el centro se hace carbón, ¡ya no sirve para nada! Y si no es buena como leña, ¡mucho menos como carbón!

¡Por eso yo les digo: Los habitantes de Jerusalén son como esa leña; ¡sirven sólo para avivar el fuego! Yo pelearé contra ellos, y aunque se escapen de un fuego, otro fuego los consumirá. Cuando yo me enfrente a ellos, reconocerán que yo soy su Dios. Puesto que fueron infieles, yo convertiré su país en desierto. Yo soy el Dios de Israel, y cumpliré mi palabra.

Aquí puedes darte cuenta que el hombre tiene diferentes actitudes que lo motivan a lograr un comportamiento bueno, agradable a Dios, así como la leña debe estar en ciertas condiciones para que garantice más calor, estar seca y entonces será de buena calidad.  Asimismo, cuando el hombre  tiene la certeza de que lo que cree es la verdad, la garantía es avanzar en el camino correcto, por lo que es necesario que el hombre  cuide sus actitudes,  que sean positivas, sinceras, no de venganza ni del pasado para que  logre crecer espiritualmente.

Por lo tanto, lo conveniente es que el hombre esté apegado a la Palabra de Dios para que no se contamine; siga sujeto a las enseñanzas de Jesucristo para que le reconozca como su único Dios verdadero, y al estar preparado en el conocimiento de Dios sea previsor y adquiera discernimiento de lo correcto para que sea útil como siervo de Dios.


Con Alta Estima,

No hay comentarios:

Publicar un comentario