Asimismo, hace hincapié, que cuando El creó el cielo y la tierra y todo cuanto hay en
ella, descansó el día séptimo pues ya había terminado su obra, y El desea que
tú descanses un día de los afanes de este mundo, por eso él pide que guardes el día sábado, con esto
El quiere que tú guardes ese día para El, para dar gracias, alabarle y exaltar
su poder.
Moisés había subido a la montaña y Dios le entregó las
tablas de la ley, pero él tardó un poco en regresar con su pueblo y éstos se
desesperaron y le pidieron a Aarón construir otro dios que los guiara y
protegiera y trajeron oro a Aarón y el hizo la figura de un toro, y el pueblo
dijo, Israel aquí tienes a tu dios que te sacó de Egipto e hicieron una gran
fiesta, después de comer y beber se pusieron a bailar. Entonces, Dios le dijo a
Moisés, baja de la montaña pues tu pueblo se está portando mal y los voy a
destruir, y dijo Moisés, no te enojes con este pueblo tú mismo lo sacaste de
Egipto y les juraste a Abraham, Isaac y Jacob
que con sus descendientes formarías un pueblo tan numeroso como las
estrellas del cielo, y les darías la tierra de Canaán. Así pasa en lo
cotidiano, el ser humano se alejan un poco de Dios y vuelve a desobedecer, cae
de nuevo en hacer lo malo, retorna a sus antiguos hábitos, pero Dios te conoce
y ve tu corazón, y lo que ocurre es que te alejas de El por cosas superfluas y
esto lo entristece y enoja que el hombre siga viviendo en el camino pecaminoso.
Bajó Moisés de la montaña y se enojó tanto con el pueblo que
tiró al suelo las tablas de la ley y las destruyó. Moisés le llamó la atención
a Aarón porque les hizo el toro, pero él le contestó tu sabes que a este pueblo
le gusta hacer lo malo y Moisés echó el toro al fuego hasta que se hizo polvo y
lo mezcló con el agua, y entonces Moisés entendió que los israelitas sintieron
que no tenían quien los guiara y que Aarón no pudo controlarlos. Entonces,
subió Moisés a la montaña para hablar con Dios y pedirle que los perdonara por
las faltas que cometió el pueblo o que los matara aún a él mismo por lo
sucedido, pero Dios le dijo, Yo le quito la vida al que peca contra mí,
llévatelos a la tierra que le s prometí y mi ángel te guiará y cuando llegue el
momento oportuno los castigaré por lo que hicieron, y que les mandaría una
terrible enfermedad. Dios les dijo a Moisés que no lo acompañaría porque era un pueblo
terco, y si volvían a pecar los podría destruir en el camino y les pidió que se
quitaran sus joyas y así lo hicieron, los israelitas se pusieron tristes, pues
Dios los había reprendido con dureza. Puedes ver que al volver a cometer faltas
rompes tu alianza con Dios, y se abre una brecha entre
Dios y el hombre, pues Dios se aparta de ti, ya no estás bajo su cobertura y
por eso se vuelve tu vida más estéril, pues sin la presencia de Dios en tu
vida, sería un tiempo de miseria, tu cosecha bajo tus propias fuerzas sería muy
escasa.
Después, Moisés colocó una carpa comunitaria donde hablaba
con Dios y, si alguien del pueblo quería hacer lo mismo, entraban a la carpa y
la columna de nube bajaba y se colocaba a la entrada, y todos se arrodillaban,
pero Josué todo el tiempo se mantenía
cerca de la carpa. Moisés le reclamó a Dios y le dijo que El le había ordenado
guiar a su pueblo, pero no le había dicho quien le ayudaría y quería saber que
pensaba hacer para que él también lo amará y confiara en El y Dios le contestó,
que él lo acompañaría porque lo amaba y confiaba en él y lo haría para que estuviera tranquilo. Entonces,
Moisés le pidió a Dios ver su rostro, pero Dios le dijo, que él era muy
bondadoso con quien quería serlo, que le mostraría todo su esplendor, que se
quedara junto a la roca, y le taparía sus ojos con su mano, pero su rostro no
lo vería. Así pues, si tú estás apegado a su Palabra y haces todo lo bueno,
Dios te protegerá, pero es importante vivas bajo su orden establecido y confíes
en El, que este es el mejor regalo para
Dios, aprender a depender de El, y algo importante, tus tiempos no son los
tiempos de Dios, El te ayudará pero tú debes hacer tu parte, y con tu confianza puesta en El te sucederán cosas
sobrenaturales, pero debes tener un corazón humilde y una fe grande en el Señor Jesucristo.
Dios le pidió a Abraham que le llevará dos piedras para
volver a escribir la ley, y le dijo sube
a la montaña y Dios bajó en la nube y se reunió con Moisés y le dijo su nombre,
YO SOY, soy un Dios tierno y bondadoso, no me enojo fácilmente y mi amor por mi
pueblo es muy grande, mi amor siempre es el mismo y siempre estoy dispuesto a
perdonar a quien hace sólo lo malo, pero también se castigar al culpable, y a
sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos. Y Moisés, se postró en tierra y lo
adoró y le dijo de verdad somos muy
tercos, pero perdona nuestros pecados y acéptanos como tu pueblo. Y Dios le
dice que hará un nuevo pacto, y que hará grandes milagros donde ustedes vivan
verán lo que yo el Dios de Israel puedo hacer, obedezcan y sólo a Dios deben
adorar, por eso pidió la construcción de su santuario y cuando ya estaba
terminado Dios se hizo presente a través de una nube, sólo cuando la nube se
levantaba del santuario, el pueblo hebreo desarmaba el campamento y continuaba
su camino, ellos pudieron ver como durante el día la nube de Dios descansaba
sobre el santuario y como durante la noche un fuego aparecía sobre él.
No obstante, puedes ver que es necesario estar apegados a su
Palabra para vivir con sabiduría, sería bueno que sepas que Dios es un Dios
bondadoso, es un Dios misericordioso y perdona al ser humano cuando hace lo
malo, pero también se enoja si todo el tiempo reincides en tus faltas y lo
triste es que todo lo que hagas, trae consecuencias a corto o largo plazo, que
puede alcanzar a tus generaciones, así que es prioridad obedecer y seguir sus
enseñanzas, que camines bajo sus principios, que camines a la luz de la fe que
nos lleva a Jesucristo quien murió por cada persona para redimir sus pecados.
Con Alta Estima,
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