viernes, 21 de junio de 2013

Las ataduras...


Sabes, el ser humano es esclavo de sus propias ataduras internas cuando lo dominan las emociones o  los atractivos del mundo, quizá  por  carecer del conocimiento de Dios, de apegarse a su Palabra la cual te  libera de estar sometidos a cosas superfluas, vanas y que lo importante es estar apegado bajo los estatutos de Dios para que desarrolles una voluntad inquebrantable, tomar buenas decisiones que contribuyen a formar un carácter firme basado en una  conciencia sana y equilibrada para llevar una vida plena con Jesucristo.

Como sabes, el pueblo hebreo se volvió numeroso después que murieron Jacob, José y la mayoría de los setenta parientes que llegaron a vivir a Egipto, pero como tuvieron muchos hijos se volvió un pueblo fuerte, pero el nuevo rey de Egipto no supo de las hazañas de José no tenía ni idea de la razón porque ellos vivían todavía bajo su dominio. Entonces, los odiaba por ser un pueblo más grande que los mismos egipcios y  decidió castigarlos dándoles la tarea más desgastante, capataces de construcción, los obligó a trabajar duro y cruelmente. El pueblo empezó a clamar a Dios y a pedirle que los ayudara. Todo esto sucedía porque el pueblo era desobediente, desafiaba y condicionaba a Dios, no se apegaba a las enseñanzas de la Palabra,  por lo que sería bueno crearas un  compromiso para conocer a Dios y valores lo que El hizo por ti y de cuanto te ama para que hagas lo bueno, para que te conduzcas sabiamente, para que tú en la posición que ocupes hagas lo que te corresponde  y, así  junto con todos, harán un trabajo de equipo, para lograr beneficios para tus semejantes.

En ese tiempo, el rey quiso evitar que este pueblo se hiciera más numeroso por lo que dio la orden que se matara a todo bebé varón que naciera, sólo las niñas podían vivir.  Hubo una pareja hebrea, que tuvo un niño muy hermoso, su mamá lo pudo esconder durante tres meses, pero después  preparó una canasta y las rendijas las tapó con asfalto y pasta de resina, y metió al niño y lo puso en la orilla del río, la hija del rey egipcio se bañaba en el río en ese momento, vio la canasta y la tomó y vio que dentro había un bebé hebreo, lo vio tan hermoso y lo adoptó como su hijo. A este niño le llamó Moisés, quien creció en el palacio y tuvo una buena educación egipcia. Así puedes ver, que desde antes de tu nacimiento, Dios tiene un propósito para tu vida, por lo que es importante reconocer su poder y estar atento y preparado en el conocimiento de la Palabra para entender tu llamado.

Cuando Moisés era adulto, salió a visitar los lugares donde trabajaban los hombres de su pueblo como esclavos, vio que un egipcio maltrataba a un hebreo, miró hacia los lados y no vio a nadie y mató al egipcio y lo enterró en la arena. Al día siguiente vio a dos hebreos peleando entre ellos y les dijo que porque peleaban si eran del mismo pueblo y, uno de ellos le dijo que si él era su jefe o juez para mandarlos o que si los iba a matar como mató al egipcio. Moisés se asustó y huye y se dedica a pastorear ovejas cerca de un lugar llamado Madian. Así puedes darte cuenta que Moisés carecía de una voluntad firme, dudaba, tuvo miedo, huye, para esconderse pues no puede hacerle frente a los problemas, a las circunstancias y lo más indicado es buscar la solución.

Llegó Moisés a  Madián y cerca de un pozo se puso a descansar y, al poco rato llegaron siete muchachas a sacar agua y su vez  llegaron unos pastores  y estos las corren, pero Moisés oyó y las defendió y les dio agua a las ovejas. Ellas regresan más temprano a su casa y le cuentan lo sucedido a su padre, Jetro, sacerdote de Madián  él les dice que inviten a comer al egipcio. Luego, Jetro invita a Moisés a vivir con ellos y posteriormente, Jetro permite que Moisés se case con su hija Séfora, con lo que puedes ver que tu actuar bien en cada circunstancia es de beneficio, y a pesar de los contratiempos, más tarde se ven los resultados de tu buen comportamiento.

Mientras tanto, el rey de Egipto murió y el pueblo seguía quejándose y Dios vio su sufrimiento y recordó el pacto que había hecho a sus antepasados. Para esto,  Moisés cuidaba las ovejas de su suegro Jetro y un día, llevó a las ovejas por el desierto y llegó hasta la montaña de Horeb, cuando  sorprendido vio que en medio un arbusto ardía en llamas pero no se quemaba, cuando él se acercó Dios le gritó, que se detuviera, que se quitara las sandalias porque estaba en su presencia, Moisés sintió temor y se cubrió la cara, pero Dios siguió diciéndole, que su pueblo estaba sufriendo mucho y que los quería liberar de los egipcios y que los llevaría a una región grande y rica donde tendrían abundancia de alimentos, en Canaán  y le dice que se prepare pues va a mandarlo a hablar con el rey de Egipto para que saque de ese país al pueblo hebreo, y, Moisés le contesta que quién es él para ir a hablar con el rey, y Dios le dice, que El lo está enviando y que estará con él en todo momento y le dice que  si le pregunta quien lo envía, el conteste  el Yo soy, el Dios eterno que hará cosas increíbles para destruir a los egipcios, y le va a dar señales para que la gente le  crea. Además, le dice que cuando él ya haya liberado al pueblo en esa montaña de Horeb le adorarán, a esta montaña se le conoce tambien como la montaña de Dios.Como ves en este tiempo Moisés todavía no  conocía bien a Dios, todavía no alcanzaba una madurez espiritual ni una fuerte convicción, no tiene seguridad en sí mismo, duda del poder que Dios le puede dar para realizar todo lo que El le pidió. Asimismo, Dios le pide que para acercarte a él debes estar limpio de impurezas en tu mente y en tu corazón, estar en comunión con él.

Dios asegura que hará que los egipcios les hagan regalos, y dice que todas las israelista visiten a sus vecinas egipcias y les pidan joyas de oro y de plata, que les pidan también ropa para sus hijos e hijas y que no les negarán nada y por tanto los egipcios se quedarán sin nada de valor. Dios en todo momento habla de una forma segura, sólo Moisés debe confiar en todo lo que Dios le promete y obedecerlo, pero Dios sabe que Moisés tiene duda y entonces le da señales, una El trae una vara y le dice que la tire al suelo y esta se convierte en serpiente, la agarra de la cola y vuelve a ser su vara, y le dice que lo haga delante del rey. Luego le dice que metiera la mano dentro de su ropa y que se tocara el pecho, luego vuelve a sacarla y cuando vio su mano estaba llena de llagas, era lepra y le dijo Dios que la volviera a meter su mano entre la ropa y vio su mano y ya estaba sana. Y le dijo Dios si no te creen todavía, vas al río Nilo, tocas con la vara el agua y se convertirá en sangre.

Pero aún así Moisés siguió dudando de su fortaleza, diciendo que él no hablaba bien que se le trababa la lengua desde niño, y Dios se molestó y le dijo que recordara que  sólo si él quería el podía hablar, oir o ver y que se pusiera en marcha a Egipto, que él lo ayudaría en todo momento y le enseñaría lo que tenía que decir, y Moisés todavía le rogó que enviara a otra persona y entonces Dios le dijo que le dijera a su hermano Aaron que hablará por él como El le diría lo que Dios le había ordenado hacer. Sabes, Moisés se sentía con poco valor para vencer las circunstancias y no creía totalmente en el poder de Dios, pero debes saber que Dios te conoce, El ve la fuerza interior que tú tienes, sabe que dones tienes pero lo que más le agrada es que tú tengas fe en él y que creas que el poder de Dios se puede manifestar en tu vida para que tú seas fortalecido.

Moisés le cuenta a su hermano y a los israelitas todo lo que Dios había mandado a decir y el pueblo le creyó cuando oyeron que Dios los iba a ayudar, se inclinaron al suelo y adoraron a Dios. Moisés y Aaron visitaron al rey, y le pidieron dejara salir al pueblo hebreo de Egipto y dijo el rey que él no conocía a ningún Dios y que no los dejaría irse, que mejor se pusieran a trabajar e hizo que ya no les dieran la paja que ellos fueran a recogerla donde pudieran, como sabes, para hacer los ladrillos es necesario la mezcla de tierra, agua y paja y les exigió que tenían que entregar la misma cantidad de ladrillos. Con estas órdenes para el pueblo hebreo,  puedes darte cuenta que el rey tenía el corazón duro y se vengaba haciéndolos trabajar más duro, se aprovechaba del poder que ejercía  para ser cruel e insultarlos, a veces así pasa en la vida, con compañeros, vecinos o aún con tus familiares, si ves que tienen menos oportunidad de hacer logros, en vez de ayudarlos los exprimes utilizándolos para tu beneficio.

Moisés le reclamó a Dios, que si sólo lo había mandado para que el pueblo sufriera más, y Dios le dijo que el castigaría al rey de Egipto a tal grado que él les pediría que abandonaran el país, y le dijo recuerda Yo soy tu Dios, luego le contaron a la gente hebrea el mensaje, pero estaban tan cansados que ya ni escucharon lo que Moisés les decía. Cuando estás absorto en los afanes, puedes olvidar hacer lo bueno y tus  circunstancias te agobian y puedes no escuchar la voz de Dios, pero sería bueno ser paciente y esperar pues la adversidad es pasajera y con Dios en tu vida te hace más ligera tu carga. Recuerda, que Dios te cuida y está a tu lado.

Y así sucesivamente, Moisés y Aaron visitaron al rey cada día  y le pedían que dejara salir al pueblo y cada día les decía que no dejaría salir al pueblo de Dios. Por tanto,  Dios le envía diez castigos,  

1.       El agua se convierte en sangre, todos los depósitos de agua se contaminaron, los peces murieron y el agua apestaba a tal grado que ni los egipcios podían tomarla. Siete días después Dios quita el castigo y el rey no los deja salir.
2.       Las ranas llenan el país, el rey pide que le digan a Dios que las quiten que ya no las soporta y que los dejará ir, pero cuando se quita el castigo no deja salir al pueblo.
3.       El polvo se convierte en mosquitos, con su vara Moisés golpeó el polvo del suelo y al instante todo el polvo de Egipto se convirtió en mosquitos. Los magos de Egipto intentaron hacer lo mismo y no pudieron y dijeron al rey Dios está haciendo todo esto, pero el rey de Egipto siguió de terco.
4.       Muchas moscas atacan a Egipto, todas las casas egipcias se llenaron de moscas, pero no a las casas de los hebreos, ubicadas en la ciudad de Gosen. Todo Egipto se llenó de moscas. El rey dio permiso de ir adorar a Dios pero que no se alejaran mucho, Moisés le dijo que pediría a Dios que alejara las moscas, pero dejara salir al pueblo, pero volvió a ponerse terco.
5.       Muere el ganado de Egipto, Dios hizo que el ganado se enfermara gravemente y se muriera, pero el rey de Egipto siguió de terco y no dejó salir al pueblo de Egipto.
6.       Los egipcios y sus animales se llenan de llagas, hizo que la ceniza del polvo fino, al caer sobre la gente y sobre los animales de Egipto le salieran llagas en la piel, luego, los magos quisieron hacer lo mismo y ellos también estaban llenos de llaga en la piel, pero el rey siguió de terco, tal como se lo había dicho Dios a Moisés.
7.       Dios hace llover granizo sobre Egipto, dejó caer unos granizos tan grandes y pesados, pidió que se pusieran en lugar seguro todo su ganado y todo lo que tuvieran en el campo, porque el granizo caería sobre todo hombre y animal, y mataría a todo el que no esté en lugar seguro, pero aún así el rey siguió de terco.
8.       Los saltamontes atacan los campos, Moisés le dijo nuevamente al rey que dejara salir a su pueblo, sino Dios enviaría sobre su país una nube de saltamontes que cubriría todo el suelo y estos se comerían las plantas, y los árboles que hayan quedado después del granizo. Luego Dios envió un viento que se llevó los saltamontes pero el rey siguió de terco.
9.       La gran oscuridad, durante tres días Egipto quedó a oscuras, tropezaban unos contra otros, el rey dijo que podían ir a adorar a su Dios pero los animales se quedarían.
1     La muerte de los hijos mayores de los egipcios, desde el hijo mayor del rey hasta el más humilde sirviente que trabaje en el molino e incluso las primeras crías de los ganados, fue el último aviso al rey de lo que iba a suceder y siguió de terco, y esa noche se levantaron el rey y sus consejeros y lloraban a gritos, porque no había ni una sola casa egipcia que no hubiera muerto su hijo mayor. Y el rey mandó a llamar a Moisés y a Aaron y les dijo vayánse ustedes y todos los israelitas, vaya a adorar a su Dios como lo han estado pidiendo.

Con la actitud del rey puedes ver que su corazón era de piedra, lo dominaban sus emociones y prefirió verse humillado a pesar del sufrimiento por tanto castigo, pero permaneció tan soberbio en su misma postura negativa retando a Dios, cuando lo que esencial es que reconozcas el dominio soberano de Dios.

Asimismo, el pueblo hebreo salió de Egipto cuando cumplió cuatrocientos treinta años de haber vivido allí, y Dios estuvo con ellos. Aquí puedes ver, que si tú reconoces, te arrepientes verdaderamente y pides perdón a Dios por tus errores,  El te perdona.   Por eso es importante que aprendas a depender de Dios, pues El te protege y castigará a tus enemigos.


Con Alta Estima,

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