jueves, 27 de junio de 2013

El Santuario...

Así pues, en la montaña del Sinaí, Dios le entregó a Moisés las leyes que el pueblo debía obedecer y que Dios mismo escribió esas leyes en dos tablas de piedra.

Como sabes, la ley enseña la santidad de Dios y el pueblo hebreo aceptó someterse a la voluntad de Dios y cumplirlas y así sellaron el Pacto con Dios. Así pues, Dios quiso gravar esta ley en la mente del ser humano y dejar enseñanzas para cultiva la fe, por lo que a cada persona le toca hacer su parte, pues Dios te da “libre albedrío”. Dios quiere que le construyas un santuario y lo único que tienes que hacer es someterte a la voluntad de Dios para seguir el camino del bien. A El le agradaría que tu construyas su reino en tu vida interior para que su espíritu more en ti y por eso El te da las instrucciones de cómo quiere que construyas su santuario con un mobiliario hermoso que El ha diseñado para cada persona, pues su plan es que lo conozcas cada día más y te enriquezcas en valores espirituales para que tu vida sea llena de gozo y de toda bendición espiritual y, que tu transformación alcance el labrado perfecto a los ojos de Dios.

Y Dios le dijo a Moisés habla con los israelitas y diles que me traigan una ofrenda pero que sea voluntaria y de corazón, y espero me den objetos de oro y plata, tela morada, tela azul, tela roja y tela de lino fino; pelo de cabra, pieles de carnero teñidas de rojo y pieles finas, madera de acacia, aceite para lámparas, perfumes para el aceite de consagrar y para el incienso perfumado, piedras finas, como el ónice multicolor, pues quiero que me construyas un santuario  y todos sus muebles exactamente iguales a los que te mostraré en la montaña.

Sabes, toda la construcción del Santuario tiene un valor espiritual, y las ofrendas que le dio el pueblo israelita fueron tan abundantes y generosas, que Moisés tuvo que impedir que el pueblo diera más de lo que se necesitaba para la obra, así en la actualidad, sería bueno poner la mirada en Dios para que cada persona fuera generosa en la obra de Jesucristo, de llevar su Palabra a todo aquel que no lo conoce
Entonces le dijo Dios a Moisés quiero que hagas un cofre de madera de acacia, que debe medir un metro y diez centímetros de largo, sesenta y cinco centímetros de alto, recubierto de oro por dentro y por fuera, y ponerle alrededor una franja de oro, en cada una de las cuatro patas le pondrás una argolla de oro, luego haz dos varas de madera de acacia y recúbrelas de oro y las pasas sobre las argollas para transportar el cofre, las cuales quedarán permanentes, cuando te haya entregado los diez mandamientos quiero que los pongas dentro del cofre. También quiero que le hagas al cofre una tapa de oro puro, debe medir un metro y diez centímetros de largo por sesenta y cinco centímetros de ancho y en cada extremo de la tapa pondrás dos querubines de oro moldeados a martillo y estos deben ser en una sola pieza, quedando los querubines uno frente al otro, mirando hacia la tapa y cubriéndola con sus alas extendidas, cuando esté lista la tapa pondrás dentro los diez mandamientos y entre los dos querubines yo me encontraré contigo y te diré lo que los israelitas deben o no deben hacer.  

Así puedes ver, que las instrucciones de Dios son específicas, la madera procedía del bosque, las varas sostenían el arca, pues es donde se guardaría el testimonio de Dios, que eran las dos tablas de la ley, un recipiente con el maná recogido en el desierto, y la vara de Aaron que reverdeció; además cada tabla, es un creyente que ha sido limpiado, que ha cortado la raíz de lo malo, pues al estar cerca de Dios es que obedece la ley y está apegado a su Palabra logrando crecimiento espiritual. Lo importante, es dar el primer paso, pues es un cambio de conducta que te lleva a un proceso de transformación, como el trabajo del escultor, que con las herramientas adecuadas puede quitar la corteza de la madera y cubrirlas de oro, así con tu esfuerzo y disciplina, quitarás malos hábitos, palabras groseras,  para tener una nueva vida en comunión con Dios.

También Dios dijo a Moisés, quiero que hagas una mesa de madera de acacia, debe medir noventa centímetros de largo, cuarenta y cinco metros de ancho y sesenta y cinco centímetros de alto, recubierta y con una franja de oro y otro borde de siete centímetros de ancho con una franja de oro y, en cada una de las cuatro patas pondrás una argolla de oro, por la que pasarán las varas para transportar la mesa, estas deben ser de madera de acacia y recubiertas de oro. Así también los platos de la mesa y los cucharones, jarras y copas para las ofrendas de vino deben ser también de oro puro y en la mesa es para que se ponga en ella el pan que ustedes deben ofrecerme siempre.

Como ves, habla de recubrimientos de oro, pues Dios quiere que el ser humano reconozca su realeza, su santidad, pues al quitar toda raíz de pecado entonces pasas a formar parte de la familia de Dios.
Asimismo, Dios le dijo a Moisés, también quiero que hagas un candelabro y todos sus utensilios y para hacerlos usarás treinta kilos de oro puro, moldeado a martillo y de una sola pieza todo de oro puro incluyendo las flores que lo adornan, el tronco tendrá cuatro flores de almendro, y de las tres flores inferiores, saldrán seis brazos, tres a un lado y tres al otro, de la flor superior saldrá el brazo central, cada brazo estará adornado con tres flores de almendro y llevará una lámpara, así que el candelabro tendrá siete lámparas y estas en forma de flor de almendro y deberán alumbrar hacia el frente, sus tenazas y ceniceros deben ser también de oro puro.

Y, para el santuario quiero que hagas diez cortinas de doce metros y medio de largo por dos de ancho, y en ellas bordarás dos querubines. Las cortinas serán de tela de lino fino, tela morada, tela azul y tela roja y el bordado bien hecho, coser las cortinas por los bordes, ponerles cincuenta ojales a cada cortina, unir los conjuntos de cortinas con cincuenta ganchos de oro, para que el santuario quede de una sola pieza. También quiero que tejas once paños de pelo de cabra para cubrir el santuario, cada paño debe medir trece metros y medio de largo por dos de ancho, con cinco de los paños ponerles cincuenta ojales, a otros seis paños ponerles otros cincuenta ojales y el sexto paño se deberá doblar por la parte delantera con que se cubre el santuario y luego unir las dos cortinas con cincuenta ganchos de bronce para tener un toldo de una sola pieza, como este toldo es más largo que el del santuario, dejarás que cuelgue medio metro de un lado y medio metro del otro y así la parte posterior quedará cubierta y al toldo lo cubrirás con una cubierta de carnero teñida de rojo, y sobre ella pondrás otra cubierta de piel fina.

Las paredes del santuario las harás con madera de acacia y todas las tablas deberán medir cuatro metros y medio de largo por sesenta y cinco centímetros de ancho y deben quedar unidas entre sí por medio de dos ranuras, cada una con base de plata, por lo que cada tabla quedará sostenida por dos bases de plata, harás veinte tablas para el lado sur, veinte para el lado norte, seis para el lado posterior del santuario y dos más para las dos esquinas de ese mismo lado y, las dos tablas de la parte posterior quedarán unidas a la altura de la primera argolla.

También harás quince travesaños de madera de acacia: cinco por los lados norte, sur, posterior para sostener las tablas, recubrirás de oro cada tabla y cada travesaño y a las tablas pondrás argollas de oro para pasar por ellas cada travesaño pero el travesaño central debe pasar de un lado a otro, a media altura de las tablas.

También Dios le dijo a Moisés, haz también dos cortinas de tela morada, tela azul, tela roja y tela de lino fino, ordena que un artista borde en una de ella dos querubines y la otra solo bordada para la entrada del santuario, a ambas ponles ganchos de oro; la cortina bordada con los querubines cuélgala de cuatro postes cada uno de base de plata y la otra  de cinco postes cada uno de base de bronce, todos los postes   de madera de acacia recubiertos de oro. La cortina bordada con los querubines servirá para dividir el lugar Santo del lugar Santísimo, en el lugar Santo estará la mesa para el pan, y en el lugar Santísimo, pondrás el cofre del pacto con su tapa, y el candelabro quedará en el lado sur, frente a la mesa.

Como ves, las tablas son colocadas en bases de plata, así tu fortaleza es la redención, liberación de tus pecados y las tablas, cada creyente que deben estar unidos en la casa de Dios, pues para los ojos de Dios cada persona tiene el mismo valor, así como los colores de las cortinas, el blanco indica la perfección de Dios, el carmesí, la sangre de Cristo, el púrpura, que Dios es un rey, el azul, al morir Jesucristo abrió las puertas del cielo al creyente, por eso  tu adoración debe ser sincera y de acuerdo a las leyes de Dios  

También dijo Dios, quiero que hagas un altar de madera de acacia, de forma cuadrada, de dos metros y veinticinco centímetros por lado, y de un metro y veinticinco centímetros de altura, en cada esquina un gancho en forma de cuerno para que todo el altar forme una sola pieza, hueco y de madera recubierto de bronce al igual que todos los utensilios, los ceniceros, las palas, los recipientes, los tenedores, los hornillos, la reja, una argolla por cada esquina y dos varas, pasarlas por las argollas de la reja y ponlas a media altura del altar. y, también quiero que hagas un patio cerrado de cortinas, de lino fino, bien bordadas y sostenidas por cuatro postes con sus respectivas bases y de dos metros y veinticinco centímetros de alto, los costados norte y sur deben medir cuarenta y cinco metros de largo, y en cada lado debe haber veinte postes cada uno con su base de bronce así como las estacas y sus argollas y ganchos de plata, los costados este y oeste deben medir veintidós metros y medio de ancho. Así también las lámparas del lugar Santo, las que están enfrente del cofre del pacto deberán estar siempre encendidas, de noche y de día y de esto se encargarán Aaron y sus descendientes, por lo que deberás ordenarles a los israelitas que como ley traigan aceite puro de oliva.

También Dios le dijo a Moisés que él ha elegido a Aaron y a sus hijos para que sean sus sacerdotes, que se mantengan cerca de ti y quiero que mandes a hacerles un traje especial, busca a un artista para que hagan ese traje, pues quiero que sea fino y hermoso. El traje debe tener un chaleco, una túnica, una capa, un manto bordado, un gorro y un cinturón y debe usar tela morada, tela azul, tela roja y lino fino, con bordados en oro, la túnica llevará dos tirantes en los extremos y un cinturón. También deberás hacer calzoncillos de lino que les cubran desde la cintura hasta los muslos y los deberán usar Aaron y sus hijos cuando entren al santuario o cuando se acerque al altar para hacer su trabajo, si no los usan, serán castigados con la muerte y es una ley que deberán obedecer. El traje especial de Aaron lo heredarán sus descendientes cuando sean consagrados y reciban toda la autoridad como mis sacerdotes. Tanto el santuario como el altar, y Aaron y sus hijos, estarán dedicados exclusivamente a mi servicio. Yo viviré entre los israelitas, y seré su Dios, Así ellos se darán cuenta de que yo soy el Dios de Israel, que los sacó de Egipto.

Como ves, la iglesia debe estar formada por gente santa,  bautizados y ungidos por el Espíritu Santo, pues es como el proceso de transformación del creyente, reconoce, se arrepiente y pide perdón por sus pecados, renueva su mente y su corazón, es como un nuevo vestido, una nueva imagen de acuerdo al diseño de Dios pues para Dios eres una piedra preciosa que apegado a la Palabra  brillas para iluminar a otros.

Dijo Dios a Moisés,  también quiero que hagas un altar de madera de acacia, el altar del incienso, cuadrado de cuarenta y cinco centímetros por lado y noventa centímetros de alto, de una sola pieza y recubierto de oro puro, con un marco de oro alrededor, por debajo del marco con dos argollas de oro en cada costado y pasarás por ellas las varas también de madera y recubiertas de oro para transportarlo al altar y colocarlo en el lugar Santísimo donde está el cofre del pacto, donde me reuniré contigo. Todas las mañanas deberás preparar las lámparas y quemar el incienso perfumado sobre el altar, pues está consagrado a mi servicio. Y quiero que hagas un recipiente de bronce, con una base del mismo metal, llénalo de agua y colócalo entre el santuario y el altar para que Aaron y sus hijos se laven las manos y los pies cada vez que entren allí así como cuando se acerquen al altar, la cual es una ley que deberán cumplir.

Asimismo, Dios habló con Moisés y le dijo: que  El había elegido a Besalel, hijo de Uri nieto de Hur de la tribu de Judá como artesano del santuario, que los había llenado de su espíritu, les había dado sabiduría, entendimiento, conocimientos y capacidad para hacer obras de arte pues Besalel sabe hacer diseños y trabajos en oro, plata y bronce; también sabe trabajar las piedras preciosas y hacer joyas, y además sabe tallar la madera y hacer toda clase de trabajos artísticos al igual que su ayudante Oholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan, a todos los que van a ayudar les he dado más capacidad y entendimiento para que hagan lo que les he ordenado, todos los utensilios para el culto siguiendo las instrucciones que les he dado.

Con lo que puedes darte cuenta, que realmente sólo Dios lo ve todo y ve tu corazón pues El te ha redimido por su gran amor, pues el hombre sólo mira las imperfecciones y defectos pues no tiene la capacidad de ver más allá, por lo que juzga a la ligera. Sería conveniente construir su santuario en tu vida para tener un encuentro diario con Dios y puedas fortalecer tu relación personal con El.

Con Alta Estima,


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