jueves, 20 de junio de 2013

El último viaje...


Sabes, sería bueno de vez en cuando reflexionar, ver si en tu interior ya no existen asperezas, deformaciones sino que al  contrario con los cambios que has hecho en tu estilo de vida puedes palpar si  has renovado  tu mente, tu corazón y,  si has crecido en valores espirituales, si tu imagen refleja lo que agrada a Dios para estar preparados en el momento de partir,de hacer el último viaje.

A veces el ser humano se vanagloria de sus triunfos pero lo importante sería seguir el modelo de José, hijo de Jacob, cuando él llega a ser Gobernador de Egipto, él acude a Dios para todo y Dios le da sabiduría y entendimiento, y cuando está en el poder, su función es ejercer la mayordomía de los recursos en tiempo de abundancia y   prevenir para que el  alimento no escasee en el tiempo de sequía, puedes ver que él es diligente para poder ayudar al pueblo y a sus hermanos, esta es una función que sería genial aplicarla en tu vida, empezando en tu familia, pues a veces te enredas en situaciones conflictivas que no te permiten ser un buen proveedor para los tuyos, te desvías del camino, mucho menos estarías preparado para ejercer otro tipo de autoridad.

Asimismo, cuando sus hermanos vuelven a ir por alimento a Egipto, él les revela que es José, su hermano a quién ellos vendieron a los comerciantes y les pide que traigan a su padre Jacob y vengan con toda sus familias a vivir a Egipto, durante este duro tiempo. Jacob se animó de realizar el viaje, pues quisó ver a su hijo antes de morir, y el rey les concede la tierra de Gosen, que es para los que se dedican a pastorear.
Para esto Dios le habla en un sueño a Jacob, y le dice que vaya a Egipto que El estará a su lado. Lo acompañan aproximadamente 70 parientes. Cuando llegan a Egipto, José salió a su encuentro y lloró al ver a su padre y les designa las tierras y les da alimento.

La escasez de alimentos afectó mucho a los habitantes pero José había construido grandes almacenes para guardar los granos y pudo abastecerlos a todos. Hubo gente que ya no tenía dinero, e intercambiaban tierras por conseguir el recurso, José demostró ser un buen mayordomo y administrador de sus funciones, realizó buenos tratos con la gente y la quinta parte de lo que recogieran  eran para el rey.

Jacob vivió cerca de diecisiete años en Egipto y cuando ya iba a morir le pidió a José que le jurara que lo enterraría en la cueva donde sepultaron a sus antepasados. Para este tiempo, José ya tiene dos hijos, Manasés y Efraím y al saber que su padre ya estaba muy enfermó lo visita y Jacob le dice que esos dos hijos, serán sus hijos y, que los  que tenga posteriormente, ya serán de él,  y entonces Jacob los bendijo como a sus hijos.

Jacob conoce el corazón de sus doce hijos y los bendice a cada uno, con estas sabias palabras, Aprendan a controlar sus emociones, eviten ser violentos, crueles, sean motivados para alcanzar un lugar de honor y poder en su vida, cuando ejerzas dominio hazlo con humildad, esfuérzate  en dar lo mejor de ti en todo lo que hagas a pesar de las circunstancias para que seas ejemplo a los demás, sé justo, descubre tus dones y talentos para que los uses en gran medida, y sobretodo sé fiel a Dios y a tus semejantes, ama la libertad.

No obstante,  sería bueno que prepares una bendición para cada integrante de tu familia,  con las palabras que nazcan de tu corazón, pues la Palabra de Dios es tu escudo contra el enemigo, es como un manantial que limpia tus pensamientos, da  firmeza a tus convicciones y te hace fuerte pues Dios  dirige tus pasos,  te protege. Es necesario aprender a dar gracias a Dios porque El todo lo puede. Así puedes darte  cuenta que las bendiciones más grandes para tu vida son las que dicen los padres a los hijos más que todo lo material que puedas ofrecerles.

Al final dijo Jacob a José, todas estas bendiciones te pertenecen a ti, pues entre tus hermanos fuiste el más importante. Al poco tiempo murió Jacob, embalsamaron su cuerpo que duró el proceso cuarenta días y fue enterrado según su petición en la cueva de Macpela, en Canaán junto a sus antepasados. Después de los 70 días de luto, José regresó a Egipto.

De regreso, los hermanos de José tenían miedo, porque pensaban que al no estar su padre, José con el poder que tenía se vengaría de ellos, pero José les dijo que no tuvieran miedo, Yo no soy Dios y ustedes quisieron hacerme daño pero Dios cambió todo para bien y yo cuidaré de ustedes.   Con esto puedes ver que cuando actúas con maldad, te sientes intranquilo por lo que hiciste, pero la venganza no te da resultados positivos, al contrario tu vida se vuelve improductiva, pero con Dios en tu vida las adversidades son para tu crecimiento como persona para que puedas demostrar o amor e integridad en todo momento.

Por algún tiempo más José y los hermanos vivieron en Egipto pero llegó su tiempo de morir a José y pidió que sus restos fueran llevados a Canaán, junto a sus antepasados.

Sabes, el tiempo apremia,  es necesario llevar  una vida con propósito que quizá no sea atractiva ni  de acuerdo a tus planes personales, pero que sería bueno estuviera apegada a la Palabra de Dios, que te habla de la verdad, de cómo llevar una vida sana, con una verdadera autoestima, con respeto y temor de Dios, obedeciendo de corazón sus enseñanzas, a base de una voluntad firme en tus decisiones que te ayude a liberar de hacer lo malo y logres una vida transformada al entender quién es Dios para alcanzar la paz en tu diario vivir.


Con Alta Estima,

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