lunes, 17 de junio de 2013

El temor...

Es esa mirada que te hace discernir que hacer lo bueno es el camino que te lleva a Jesucristo, que a través de su Palabra y la sumisión a sus enseñanzas son las que te harán sentirte libre y ser una persona íntegra de forma que le agrades a Dios reconociendo con humildad que él es el único Dios verdadero, que es digno de tu temor y reverencia.

Sabes, las pruebas son para crecimiento y es cuando Dios evalúa tu comportamiento, es entonces que El se da cuenta cuanto le amas,  así le sucedió a Jacob, hijo de Isaac, en el sueño que tuvo él ve una escalera que va al cielo, y sobre los peldaños suben y bajan ángeles, así ocurre en la vida, el ser humano se deja abrumar por tantos afanes que a veces relega a Dios en el último lugar, subes y bajas pues se te presentan las adversidades y lo que no te das cuenta es que Dios está a tu lado, que te acompaña a cualquier lugar que vayas. Con esto ves que los afanes son obstáculos que pueden convertirse en una barrera inquebrantable para tu relación personal con Dios.

En sueños, también Dios le dijo a Jacob, que él era el Dios de Abraham y de Isaac, que por él y sus descendientes, todos los pueblos de la tierra serían bendecidos, que siempre estaría con él y que nunca lo abandonaría y lo cuidaría. Por lo que con tu actitud puedes reflejar el grado de confianza en Dios, y así ocurre en situaciones en tu vida, que no te gratifican ni te hacen sentir satisfecho, porque la forma como las obtuviste no era la correcta, te hacen sentir temor de Dios, así como cuando  Jacob  le roba la bendición que le correspondía a su hermano Esaú; pero lo que debes entender es que a pesar de las malas actitudes, en tu conciencia nace reconocer que tu proceder no fue el correcto, arrepentirte  y renovar tu corazón y con voluntad firme hacer cambios para tu vida,  sin olvidar  que Dios está a tu lado y que El te ve y quiere lo mejor para ti y que a pesar de lo malo que hayas hecho, El no te abandona.

Recuerda que Dios es el único Dios verdadero y merece tu reverencia, que seas humilde para que lo adores, no debes retarlo ni condicionarlo, pues El es el Dios Altísimo que cumple sus promesas, que te provee, que te sana de tus tristezas, angustias, de tu mal proceder, que te hace fuerte  y, que las circunstancias tienen un propósito, que te acerques a El, que sientas su presencia en tu vida.

Al bendecir a Jacob, Dios habla de prosperidad para su vida, dinero, riquezas, como propiedades, con lo que puedes tener la convicción que Dios te provee, El te da lo que tienes pero tú lo debes administrar apegado a su Palabra, dirigido a hacer lo bueno, pues El te conoce y ve lo que guardas en tu corazón, así como Jacob cuando verdaderamente se da cuenta que Dios ha estado con él todo el tiempo, él siente que debe mostrar su agradecimiento y le ofrece que de todo lo que El le ha dado, él dará la décima parte. Esta generosidad de Jacob, sería bueno desarrollarla en la vida, pues según el uso que le des al dinero demuestra la espiritualidad de la persona, podría servirte como una evaluación de tu comportamiento hacia la necesidades materiales, saber si son prioritarias o son superfluas, entender si los afanes o el amor al dinero ocupan tu mente, por eso Dios quiere conocer tu corazón para saber si  puedes desprenderte un poco de lo que posees  y ser generoso con otros, pues a través de tus acciones El  puede valorar  tu relación personal con El.

La Palabra de Dios te dirige hacia lo verdadero, lo eterno, y hace que tu confianza en él sea firme, que creas en sus promesas, que El proveerá en abundancia para tu vida, sólo confía y cuida lo que El te da, pues El desea que experimentes lo verdadero y que no te preocupes por lo efímero, como la búsqueda insaciable del dinero que no te deja vivir con tranquilidad, que es un valor útil más no lo es todo en la vida, pues hay cosas como el amor que no te lo puede dar, tú debes aprender a usar el dinero e invertirlo en sabiduría, en construir tu vida para lo bueno para que puedas generar grandes beneficios para ti y para los que están a tu alrededor.

Estos valores espirituales, sólo los logras en base a su Palabra, que te ayuda a reflexionar y meditar en ella. Por lo tanto, que tu regalo a Jesucristo, sea tu esfuerzo por un cambio en tu andar para que gobiernes tus emociones y tomes buenas decisiones. Que aprendas a dar antes de recibir y que tu dádiva a Dios nazca de tu corazón, como sería bueno, una pequeña contribución a la iglesia para ayudar en su mantenimiento, con lo que sería una demostración de obediencia y de generosidad a Dios y El te bendecirá y multiplicará en todo lo que hagas.

Sólo es necesario te esfuerces un poco cada día, trabajar con calidad, que camines hacia la excelencia, sin depender del materialismo excesivo en tu vida sino que al buscar valores espirituales para tu crecimiento muestres que eres una persona generosa y de convicciones firmes, una persona auténtica.


Con Alta Estima,

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