Al principio no hubo nada, sólo el espíritu de Dios se movía.
Es admirable el amor tan grande que
tiene Dios para la humanidad, que lo puedes ver cuando creó el cielo y la
tierra y todo cuanto existe, tuvo tanta perfección, marcó tiempo en todo lo que
hizo, cada día ordenó una actividad diferente, cuidó hasta el más mínimo
detalle y al final de cada tarea, El mismo admiraba la belleza de lo que había
creado, y algo sorprendente, desde entonces marcó relevancia en separar la luz
de la oscuridad, en los diferentes días hizo hincapié en la luz, que la tierra
estuviera alumbrada, que existiera una separación entre la luz y la oscuridad. A medida que Dios
avanzaba en la creación del universo se dio cuenta que la naturaleza, estaba
terminada con toda perfección, pero pensó necesitaba crear al hombre a su
imagen para que se beneficiara de tal belleza. Lo creó, aunque vio que no era
bueno que él estuviera solo, y de su costilla creó a la mujer, para que lo acompañe
y ayude.
Sabes, lo más importante que el hombre debe hacer es dar
gracias a Dios por tanta belleza, admirar su poder por lo perfecto de la
creación, ver su esencia, su corazón al crearlo todo, sentir agradecimiento por todo lo que tienes para disfrutar. Así
pues, puedes palpar como Dios hizo todo
con tanta calidad. Te enseña que en tu actuar debes tener calidad en todo lo
que hagas, pues hace relevante la importancia de hacer las cosas bien desde el
principio, y que busques trascender, que desarrolles una calidad en tu vida
como persona con un comportamiento de alto nivel, para que tu esfuerzo lo veas
reflejado en bienestar, y seas luminaria hacia los demás.
Ahora bien, como ves trabajar con calidad es apegarte a
normas ya establecidas, así como seguir el orden que Dios ha establecido para
tu vida a través de sus enseñanzas, acatándolas con disciplina, responsabilidad, y compromiso. Asimismo, el término de “calidad” está enfocado a la
importancia de hacer las cosas bien desde el principio, asegurando utilidad
para quien tú haces las cosas y que el esfuerzo que realizas redunde en
beneficio para todos. Hoy, si tú trabajas con calidad te cotizas en un nivel
competitivo antes los demás y sobre todo para ti mismo, como puedes ver en ejemplos reales, en los países desarrollados
que trabajan con calidad y sobretodo que logran certificarse con calidad, proceso difícil y costoso, pero que apegados a
las normas establecidas y, procedimientos
determinados se logra buenos resultados, y este esfuerzo garantiza posicionarte en
un lugar privilegiado ante la competencia y redunda en beneficios como una
mejor calidad de vida para todos.
No obstante, puedes
notar que la calidad es como la
autoevaluación de todas las actividades que realizas en un proceso, desde que
inicia hasta alcanzar un producto final,
con “cero defectos”, es decir, logrando un cien por ciento de calidad, con lo que aseguras
un lugar en el medio en que te desarrollas, la satisfacción para quien realizas
el trabajo y alcanzas el éxito. Por lo
que trabajar con calidad te ayuda a que seas más responsable, comprometido, que
reconozcas y aceptes tus errores y rectifiques, ganando competitividad en la
sociedad a la que perteneces. Otro aspecto a favor de la calidad es que fomenta
el trabajo en equipo, en el que cada individuo da lo mejor de sí mismo.
Al entender el término calidad, como el mejor esfuerzo en
todo lo que hagas, viviendo arriba de cierto parámetro, sería bueno ponerlo en práctica en tu
cotidiano vivir, con disciplina, leyendo la Palabra, apegado a los lineamientos
de Dios, sobretodo que aprendas a creer en El y amarlo sobre todas las cosas,
lo obedezcas y sientas confianza en El, para que proyectes una gran fuerza
interior a tal grado que desarrolles una voluntad firme para que puedas vencer todo
lo malo, para que puedas sonreír a pesar de las adversidades, pues Dios está a
tu lado y nada puede dañarte. Asimismo, puedes ver que vivir con calidad, sólo se logra paso a
paso, diariamente, con esfuerzo y constancia, para que alcances una
autorrealización plena con Jesús en tu vida.
Por lo que en tu andar diario, apegado a la enseñanza de la
Palabra de Dios, actúa con calidad en
todo y logra caminar con determinación en tu vida, obedeciendo a los mandatos y
estatutos dados por Jesucristo que te garantiza un lugar en su reino y una vida
llena de alegría y prosperidad. Otro aspecto relevante, es que al ser tú,
ejemplo de integridad como persona, fomentas el hacer las cosas con calidad, ayudas
en su crecimiento a otros, muestras tu perseverancia en este proceso de
transformación que te lleva a la meta que es el camino a Jesucristo.
Recuerda, es un trabajo arduo, que implica constancia y un trabajo de equipo integrado por personas
con perfiles de excelencia, que Dios selecciona, pues él te conoce y conoce tus pensamientos. El se da cuenta que tú haces el mejor esfuerzo, él sabe que estás
motivado a ser mejor cada día, comprometido contigo mismo, para que tu vida sea de acuerdo al corazón de
Dios y puedas ocupar un lugar preferencial en su reino.
Con Alta Estima,
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