A pesar de que lo
maligno nos persigue como un león que quiere atrapar a su fiera, el ser humano
va adquiriendo discernimiento a través de sus experiencias en la vida y comienza a desarrollar la conciencia y marca
parámetros, sigue lineamientos y normas apegadas a lo que es correcto e
incorrecto, a lo que es bueno o es malo, y se va dando cuenta que a veces bajo
su fuerza no puede corregir su camino y nace en su interior la necesidad de
buscar a Dios, conocerlo y amarlo.
En este nuevo comienzo, sería conveniente investigues
tu genealogía, término conocido más
comúnmente como “árbol genealógico”, tus
generaciones, de que familia procedes para saber y entender tu origen, tu historia
familiar. Sería un tiempo emotivo construir tu árbol genealógico, aparte del reconocimiento facial de tus
familiares antepasados y ver de quien sacaste ciertos rasgos físicos, puedes
obtener información de eventos importantes, de tu historia clínica, es como
cavar el terreno para encontrar la raíz
de tu persona, que sería productivo para ver en qué etapa de tu vida te
encuentras, que ha sucedido hasta ahora y cómo puedes seguir avanzando. Quizá parte de tu historia, no te
agrade pero debes ponerla en las manos de Dios para que cortes ese tipo de raíz
que no te hace crecer, que detiene tu paso y que sólo con el espíritu de Dios
en tu vida avanzarás para ser una persona fuerte y saludable.
Cómo crees que puedes contribuir a tu historia clínica?
Quizá sería importante sepas seleccionar lo que comas, formar buenos hábitos
alimenticios pues Dios ha dado siembras y cosechas, todo lo que tiene vida
y todas las plantas verdes para que te sirvan de alimento, sólo debes de ser
cuidadoso cuando selecciones y comas carne, que esté bien cocida, para que
evites transmisiones de enfermedades, pues hace hincapié en que todo lo que hagas trae
consecuencias, porque través de la
sangre transmites emociones que pueden ser negativas para tu crecimiento personal
con Dios. Entonces, lo bueno es actuar
bien en todo lo que hagas, tener cuidado con lo que comas y pensar bien ante de
decir algo.
Asimismo, te comento que hace algún tiempo las personas vivían muchísimos años, no envejecían y se multiplicaban cada vez más
hasta que la tierra se pobló demasiado, y entonces Dios marcó límites, entre
otros, la edad, el hombre no debe vivir más de ciento veinte años. Esto fue
necesario, y te indica que debes marcar
parámetros en tu vida, ya el problema de sobrepoblación aunado a los avances
científicos y tecnológicos, son fuertes atractivos para hombres y mujeres que
lo inducen a hacer más lo malo, pues con
tanto conocimiento e información, olvidas que no todo debes hacerlo y que debes
priorizar que acciones son convenientes para mantener tu esencia y no
perder el orden que Dios quiere para tu vida.
Al no poder controlar tu mente, tus pensamientos, las emociones te llevan a lugares de
perdición, de egocentrismos, lo que
bloquea tu convivencia con tus semejantes y acarrea violencia hasta el punto de que el hombre
se empieza a destruir a sí mismo, pues carece de valores espirituales, y su
vida va hacia el precipicio y no quedaría nada de su esencia.
Como puedes ver, la violencia engendra violencia, pero antes
de que el ser humano acabe con su vida, es bueno que sepas que Jesucristo dio su vida por ti y El
se fija en ti, mira tu corazón y El quiere que tú hagas lo bueno y seas salvo;
pues debido a tanta maldad, Dios se entristeció y produjo el diluvio, pero se
fijó en un hombre, que a pesar de que la gente de su tiempo vivía con tanta
perdición, El se conducía sabiamente. Con
lo que te das cuenta que si tú temes a Dios y lo obedeces, El se fija en ti y siempre estará contigo, te ayudará a salir a flote de adversidades. El quiere que te alejes de tanta
maldad, que no seas rebelde ni violento, que te ames a tí mismo, que te conduzcas de forma intachable para ser ejemplo
a los demás.
Si bien es cierto que vivir en el mundo actual es un gran
reto, Dios te ha dado libre albedrío para
que tomes buenas decisiones y seas obediente, te ha dado muchos recursos que
debes saber administrar y guardar algo de provisión, pues quiere que ejerzas una buena mayordomía en los recursos que posees, intelectual,
material, espiritual y hagas lo bueno. No esperes que Dios se enoje, haz un esfuerzo
por cambiar de actitud, pues mientras la tierra exista, tú tendrás provisión y
podrás tener trabajo. Cree en las promesas de Jesucristo, haz un pacto con El y tú y tus generaciones que incluye las que
todavía no nacen, El las bendecirá grandemente en todo.
Y, sabes, cuando veas el arco iris, alégrate
mucho, pues es la señal de que El cumple sus promesas.
Con Alta Estima,
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