miércoles, 5 de junio de 2013

La tolerancia...


En el mundo actual, que se vive tan aceleradamente y que la economía global no logra alcanzar el equilibrio para beneficio de las sociedades en general, contribuye a que el ser humano viva con ansiedad, estrés, intolerancia con los demás. Es como que la alegría se ha disipado en la tierra, y el vivir la vida tan de  prisa,  el ser humano se olvida de dar gracias por todos los planes admirables que Dios ha preparado para la humanidad  para que el hombre viva bien. Pero la realidad es que no busca la presencia de Dios en su vida, pues el hombre piensa que son tonterías y no le da importancia, por el contrario el hombre se ha alejado de El, sólo busca sobrellevar su carga, ya que se deja manipular por los afanes y atracciones del mundo y piensa  que Dios ni se da cuenta.

Tanta prisa conduce a que unos con otros no se toleren, la convivencia se vuelve difícil, cada quien está preocupado por su subsistencia, siguen viviendo en la oscuridad, no saben lo que realmente es amar a Dios, que tienen que confiar en El, poner todos sus anhelos en sus manos,  ser sinceros unos con otros, orar, leer su Palabra para que a través de sus enseñanzas,  honres a Dios y todo lo que hagas para El, lo hagas de corazón, y verás  que ocurren cosas maravillosas en tu vida, que tú mismo te asombrarás de ellas.

Como dice en Hb. 12:14 No dejen que nadie se aleje del amor de Dios. Tampoco permitan que nadie cause problemas en el grupo, porque eso les haría daño; ¡Sería como una planta amarga, que los envenenaría!

Si construyes la tolerancia, puedes aceptar a todos, sin importar su raza, mentalidad, creencias, costumbres, puedes trabajar en equipo, quizá marcando límites para que haya  respeto y armonía  en tus relaciones con los demás. Con esto motivas a que nazca un afecto fraternal entre los unos y los otros, de forma que tu camino sea ejemplo para lograr  la unión entre las personas.

Así dice Jn.17:20,26. Después de que Jesús terminó de hablar con sus discípulos, miró al cielo y dijo: “No pido sólo por ellos, sino también por los que creerán en mí cuando escuchen su mensaje. Les he dicho quién eres, y no dejaré de hacerlo, para que se mantengan unidos a mí, y para que amen a los demás como tú y yo nos amamos”.

Así lograrás  vivir en paz pues diseñarás tu vida en base a la justicia, tolerancia y confianza hacia los demás, recordando, que la tolerancia con los otros, sirve para que te edifiques, aprendas de los demás, independientemente de tus conocimientos, te vuelvas prudente pues ya sabes discernir que está bien y qué está mal en tu cotidiano vivir.  

Así dice en Salmos 133:1  “¡No hay nada más bello ni más agradable que ver a los hermanos vivir juntos y en armonía!... A quienes viven así, Dios los bendice con una larga vida.


Con alta Estima,

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