En el mundo actual, que se vive tan aceleradamente y que la
economía global no logra alcanzar el equilibrio para beneficio de las sociedades
en general, contribuye a que el ser humano viva con ansiedad, estrés, intolerancia
con los demás. Es como que la alegría se ha disipado en la tierra, y el vivir
la vida tan de prisa, el ser humano se olvida de dar gracias por
todos los planes admirables que Dios ha preparado para la humanidad para que el hombre viva bien. Pero la
realidad es que no busca la presencia de Dios en su vida, pues el hombre piensa
que son tonterías y no le da importancia, por el contrario el hombre se ha alejado
de El, sólo busca sobrellevar su carga, ya que se deja manipular por los afanes
y atracciones del mundo y piensa que
Dios ni se da cuenta.
Tanta prisa conduce a que unos con otros no se toleren, la
convivencia se vuelve difícil, cada quien está preocupado por su subsistencia,
siguen viviendo en la oscuridad, no saben lo que realmente es amar a Dios, que
tienen que confiar en El, poner todos sus anhelos en sus manos, ser sinceros unos con otros, orar, leer su
Palabra para que a través de sus enseñanzas, honres a Dios y todo lo que hagas para El, lo
hagas de corazón, y verás que ocurren
cosas maravillosas en tu vida, que tú mismo te asombrarás de ellas.
Como dice en Hb. 12:14 No dejen que nadie se aleje del amor
de Dios. Tampoco permitan que nadie cause problemas en el grupo, porque eso les
haría daño; ¡Sería como una planta amarga, que los envenenaría!
Si construyes la tolerancia, puedes aceptar a todos, sin
importar su raza, mentalidad, creencias, costumbres, puedes trabajar en equipo,
quizá marcando límites para que haya respeto y armonía en tus relaciones con los demás. Con esto motivas
a que nazca un afecto fraternal entre los unos y los otros, de forma que tu camino
sea ejemplo para lograr la unión entre
las personas.
Así dice Jn.17:20,26. Después de que Jesús terminó de hablar
con sus discípulos, miró al cielo y dijo: “No pido sólo por ellos, sino también
por los que creerán en mí cuando escuchen su mensaje. Les he dicho quién eres,
y no dejaré de hacerlo, para que se mantengan unidos a mí, y para que amen a
los demás como tú y yo nos amamos”.
Así lograrás vivir en
paz pues diseñarás tu vida en base a la justicia, tolerancia y confianza hacia
los demás, recordando, que la tolerancia con los otros, sirve para que te
edifiques, aprendas de los demás, independientemente de tus conocimientos, te
vuelvas prudente pues ya sabes discernir que está bien y qué está mal en tu
cotidiano vivir.
Así dice en Salmos 133:1 “¡No hay nada más bello ni más agradable que
ver a los hermanos vivir juntos y en armonía!... A quienes viven así, Dios los
bendice con una larga vida.
Con alta Estima,
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