jueves, 13 de junio de 2013

La enemistad...

Enemistad, palabra un poco ruda, que quizá sientas como que tu corazón se vuelve rígido que puede sufrir una fractura de la que es difícil sobreponerse, pero que sólo la presencia de Dios en tu vida te ayuda a evitar una confrontación mayor con los demás a tal grado que produzca una ruptura que no puedas corregir.

Cuando tienes una renovación de tu mente y de tus pensamientos, se dan cambios en tu persona, tu estilo de vida es diferente, apegado a otros parámetros, y, tienes que apartarte un poco de los demás, pues tú has iniciado un cambio y tu compromiso es verdadero, obedeces los mandatos de Jesucristo; así lo puedes ver con la historia de los parientes Abram y Lot, se amaban pero cada uno tenía su propio parecer y, antes de que no se respetarán, de que hubiera enemistad u odio entre sus descendencias, era mejor que cada quien siguiera su camino.

Quizá hayas oído de la ciudad de Sodoma y Gomorra fueron ciudades hermosas y de terreno fértil, parecido al jardín del Edén, pero que sus habitantes hacían todo lo malo, un lugar, como la sociedad actual, con todos los atractivos del mundo, que te jala como un imán,  donde actualmente,  cualquier persona quiere vivir, quizá por todo lo llamativo que encuentra. En un valle cercano,  fue la ciudad que escogió Lot para vivir  y que puede ser para ti el no querer salir de tu vida actual, de confort pero que es necesario que lo hagas para avanzar y poder trascender como persona. En cambio, Abraham  amaba mucho a Dios y lo demostraba en sus hechos, era obediente, cada uno tenía su familia, sus riquezas y llegó un momento en que la convivencia empezó a deteriorarse, ya no podían seguir juntos; así  llega un momento en la vida,  que tus principios, valores, tus parámetros, tu compromiso con Dios, tu nuevo estilo de vida, decisión voluntaria al aceptar a Jesucristo, en algunas ocasiones te lleva a confrontaciones que tú como siervo de Dios debes evitar.

En el diario vivir, suele suceder así, se presentan  situaciones adversas, el hombre actúa de forma impredecible, que te confunde, hace que te cause molestia, pero la enemistad debe evitarse entre los seres humanos, pues es una relación amenazadora, contraria a la amistad, que sin ser mutua,  se puede dar entre varias personas, que intimidan a otra, lo que causa  una preocupación y esto causa deterioro en las relaciones con los demás. Por eso es relevante, imitar la decisión de los parientes, se separaron para evitar la división en sus relaciones entre ellos.   Así sucede cuando tú tienes el espíritu de Dios en tu vida, evitas la mala comunicación a través de los teléfonos descompuestos, pues la mayoría de las veces no es objetiva, involucras sentimientos que sólo tú sientes. Sería bueno,  apegarte a las enseñanzas de la Palabra pues Dios te da seguridad en ti mismo.

Recuerda que todo cambio es una constante lucha, sobretodo la obediencia a sus mandatos,  es esencial amarte a ti mismo para que puedas amar a los demás, ser honestos, íntegros porque la palabra de Dios te fortalece y te da la sabiduría para que tomes la decisión voluntaria de un nuevo estilo de vida. Asimismo, con El en tu corazón,  no ocasionas división en ningún lugar que te encuentres pues aprendes a vencer las adversidades, pues la vida está llena de retos,  a veces  tienes que salir de tu zona de confort, como de las ciudades de Sodoma y Gomorra, para hacer frente a lo incierto, pero lo cambios son para bien.

 Además, cuando Dios te elige, aprendes a ser obediente y haces lo que es bueno y justo. 

Con Alta Estima,

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