Cuando Joacín hijo de Josías llevaba cuatro años de reinar en Judá, yo
le dicté a mi secretario Baruc el mensaje que Dios me dio para él: El Dios
todopoderoso te dice lo siguiente: Tú, Baruc, siempre estás quejándote. Dices
que eres muy infeliz, y que yo sólo te hago sufrir más y más. También dices que
ya estás cansado de sufrir, y que no logras descansar. Pues quiero que sepas
que yo voy a destruir lo que he construido, y voy a arrancar lo que he
plantado. ¡Voy a acabar con toda esta tierra! Estoy por enviar un gran castigo
sobre toda la gente, así que ni creas que tú vas a lograr grandes cosas. Pero
esto sí te prometo, en recompensa te salvaré la vida, y te protegeré por
dondequiera que vayas. Te juro que así lo haré.
Por lo tanto, si el hombre tiene temor a Dios, ha hallado la sabiduría
entonces el hombre se disciplinará a sus enseñanzas, tendrá discernimiento para
conducirse por el camino del bien. No obstante, el hombre puede planear y tener
una visión para su proyecto de vida, pero sólo Dios decidirá el futuro,
solamente el hombre asido de la mano de Dios podrá avanzar, pues Dios es
todopoderoso y El da una Palabra de vida a cada persona en un tiempo preciso. Entonces,
lo esencial es que el hombre decida buscar a Dios, alejarse del materialismo
excesivo y se llene de su conocimiento, que es su Palabra y le dará sabiduría,
la cual le guardará y le ayudará a vencer todo mal que le aseche.
Con Alta Estima,
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