domingo, 21 de septiembre de 2014

Esos que usan mi nombre para hacer falsos juramentos…


Volví a levantar la vista, y ante mis ojos vi volar un libro. El ángel me preguntó: ¿Qué es lo que ves, Zacarías? Yo le respondí: Veo un libro que vuela. El libro mide diez metros de largo y cinco de ancho. Entonces el ángel me explicó: Este libro representa la maldición que pronto caerá sobre toda la tierra. En un lado está escrita la maldición que caerá sobre los ladrones. En el otro lado está la maldición que caerá sobre los mentirosos, esos que usan mi nombre para hacer falsos juramentos. El libro entrará en la casa de los ladrones y de los mentirosos, y allí se quedará hasta destruirlos por completo. El Dios todopoderoso jura que así será.

Luego, el ángel salió y me dijo: Fíjate en lo que acaba de aparecer. ¿De qué se trata? – pregunté. Y el ángel me explicó: Se trata de una medida. Con ella Dios ha medido toda la maldad de este país.

La  medida tenía una tapa de plomo. El ángel levantó la tapa, y pude ver que allí adentro estaba una mujer sentada. Esa mujer trató de salir, pero el ángel la empujó hacia dentro y volvió a tapar la medida. Entonces me dijo: Aquí está representada la maldad.

Una vez más levanté la mirada, y ví a dos mujeres con alas de cigüeña. Esas mujeres volaron y se llevaron la medida. Yo le pregunté al ángel: ¿A dónde se llevan la medida? Y el ángel me respondió: Se la llevan a Babilonia. En ese país construirán un templo, y sobre el altar pondrán la medida.

Aquí puedes darte cuenta que el Libro es la Palabra de Dios, y si el hombre vive apegado a su Palabra y cumple sus mandamientos, se aleja de la maldad y permanece firme en sus convicciones y en su relación con Dios y, por ende con los hombres como es su mandato.

No obstante, el hombre no debe quebrantar las enseñanzas de Dios usando su nombre para hacer falsos juramentos, pues aunque Dios es un Dios amoroso y compasivo si el hombre desobedece provocará la ira de Dios.

Por tanto, la sabiduría de Dios sólo viene de lo Alto y esa luz ilumina el entendimiento del hombre, motivándolo a la obediencia y entonces, el hombre decide cambiar su manera de vivir, renovar su mente, purificar su corazón para crecer espiritualmente y lograr un mayor nivel espiritual  en el que el hombre reconoce al Señor Jesús como su salvador y redentor.

Sabes, es tiempo de que el hombre esté atento y siga los principios de Dios para tener una vida de paz con la seguridad de que habrá una vida eterna con Jesucristo.


Con Alta Estima,

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