viernes, 19 de septiembre de 2014

Por eso ahora te voy a vestir con ropa limpia…



En otro sueño vi a Josué, parado frente al ángel de Dios. Josué era el jefe de los sacerdotes, y había pecado; por eso en el sueño su ropa sacerdotal no estaba limpia. El ángel acusador estaba a la derecha de Josué, dispuesto a acusarlo ante Dios, pero el ángel de Dios le dijo:  Angel acusador, si Dios debe castigar a alguien, es a ti. Así como Dios ha elegido a la ciudad de Jerusalén, también a este hombre lo ha librado del castigo.

Enseguida, el ángel de Dios habló con sus ayudantes y les ordenó que le quitaran a Josué las ropas sucias. A Josué le dijo: Toma en cuenta que ya he perdonado tus pecados. Por eso ahora te voy a vestir con ropa limpia.

Mientras el ángel de Dios seguía allí de pie, él le ordenó a los ayudantes que también le pusieran a Josué un turbante limpio en la cabeza, y ellos lo hicieron así. Cuando terminaron de vestirlo, el ángel de Dios le advirtió: Así dice el Dios todopoderoso: Yo te elegí como jefe de los sacerdotes. Si obedeces mis mandamientos y eres un buen sacerdote, te pondré a cargo de mi templo. Te daré además un puesto de honor entre mis más cercanos servidores. Y ustedes, el resto de los sacerdotes, también pongan atención, pues ustedes son una buena señal: Yo haré que vuelva a reinar en Israel mi servidor escogido.

¡Fíjate bien, Josué! Delante de ti he puesto una piedra. Es una piedra de siete costados. Voy a grabar algo en esa piedra, y en un solo día borraré los pecados de toda la tierra. Cuando llegue ese día, se invitarán unos a otros a sentarse bajo los árboles, y podrán disfrutar tranquilos de sus uvas y de sus higos. Yo soy el Dios de Israel, y les juro que así será.

Aquí puedes darte cuenta que el pecado oscurece la vida del hombre, se podría decir que su ropa está sucia pues ya no irradia esa luz que proviene de Dios, de obedecer su Palabra.

No obstante, lo que Dios desea El lo hace, por lo tanto El elige a cada persona que quiere que le sirva, El le da responsabilidades prominentes pues conoce su corazón y tiene la certeza de que será fiel a su servicio, pues lo importante para Dios es que el hombre confíe en El y obedezca sus mandamientos y entonces su vida será llena de bendiciones y asimismo el hombre podrá bendecir a otros.

Así pues, el tiempo apremia, por lo que es inminente que el hombre cambie su manera de vivir, que se vista de ropa limpia, que el amor reine en su corazón para que haya paz entre unos y otros


Con Alta Estima,

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