Sabes, al elegir un líder debe ser conforme a lo que Dios
quiere, fiel a sus principios, vistiendo siempre con humildad y servicio, que
no contemple primero sus intereses y que tenga una capacidad de conducir a otros
hacia un propósito, imitar a Jesucristo
Josué el sucesor de Moisés, se apoderó del país como Dios se
lo dijo a Moisés y luego a Josué y se ha cumplido. El pueblo prometió
obediencia, tiene una actitud positiva y se mantiene en unidad, actúa como un pueblo
al mando de un solo guía, obedece y cumple los mandamientos de su único Dios.
Así pues, Dios le dijo a Josué, ahora mi servidor Moisés ha
muerto, te toca a ti guiar al pueblo de Israel, cruza el río Jordán con todos
ellos, y llévalos al territorio que les voy a dar, nadie podrá derrotarte
jamás, porque yo soy tu Dios y te
ayudaré, así como ayudé a Moisés, nunca te fallaré ni te abandonaré. Sólo te
pido que seas muy fuerte y valiente, que no te desanimes ni tengas miedo, así
podrás obedecer siempre todas las leyes que te dio mi servidor Moisés, no
desobedezcas ni una sola de ellas, y te irá bien por dondequiera que vayas. Nunca
dejes de leer el libro de la Ley, estúdialo de día y de noche, y ponlo en
práctica, para que tengas éxito en todo lo que hagas.
Entonces, Josué les ordenó a los jefes del pueblo que se
prepararan con alimentos porque dentro de tres días cruzarían el río Jordán y
ocuparían el territorio que Dios les daría y, también les dio instrucciones a
las tribus de Rubén y de Gad y a la media tribu de Manasés que dejaran a sus
esposas e hijos en esta tierra que les dio Moisés al este del Jordán, pero que
todos los hombres que tuvieran armas deberán cruzar el río y ayudar al resto
del pueblo, no descansen hasta que hayan conquistado el territorio que Dios les
dará a ellos, y ustedes podrán regresar a vivir en la tierra que Moisés les dio.
Y, el pueblo respondió a Josué, haremos todo lo que nos has
pedido e iremos a donde tú quieras, te obedeceremos en todo, si alguien no te
obedece, será condenado a muerte, lo único que te pedimos es que seas fuerte y
valiente.
No obstante, Josué envió a dos hombres para que exploraran
el territorio de Canaán, y de manera especial a la ciudad de Jericó, los dos
hombres salieron de Sitim, y cuando llegaron a Jericó fueron a la casa de una
prostituta llamada Rahab que su casa estaba construida junto al muro que
rodeaba la ciudad y allí pasaron la noche. Al saber el rey de Jericó que habían
llegado unos israelitas para explorar el país, le mandó a decir a Rahab que se
los mandara, pero ella los había
escondido en la terraza debajo de unos manojos de lino que allí tenía, y le respondió
que salieran ahora mismo a perseguirlos para que los alcanzaran y los hombres
del rey salieron de la ciudad y buscaron a los espías hasta llegar al cruce del
río Jordán.
Pero antes de que los espías se acostaran Rahab subió a la
terraza y les dijo, Yo sé que Dios les ha entregado a ustedes este territorio, reconocemos que el Dios de ustedes reina en el
cielo y también aquí en la tierra, y pidió que le juraran que tratarían bien a
toda su familia, así como ellas los trató bien a ellos, denme alguna prueba de que
así lo harán, los espías le contestaron, cuando Dios nos de este territorio,
prometemos tratarlos bien, a ti y a toda tu familia, Rahab los ayudó a bajar por la ventana con una
soga, y les aconsejó esconderse en los cerros para que la gente del rey no los
encuentre, quédense allí tres días, hasta que ellos regresen y después sigan su
camino. Antes de irse, los espías le dijeron que cumplirían su juramento y
cuando llegaran a este territorio esta soga roja tiene que estar atada a la
ventana por donde bajaremos, reúne en tu casa a todos tus familiares, no le
cuentes a nadie de este trato, de lo contrario, no estaremos obligados a
cumplir nuestro juramento, de acuerdo dijo ella, así se hará. Al regresar los
espías le dijeron a Josué, estamos seguros que Dios nos ha dado todo el
territorio, pues todos los gobernantes de esta región están muertos de miedo.
Al día siguiente, muy de mañana Josué y todos los israelitas
levantaron el campamento de Sitim y avanzaron hasta el río Jordán, acamparon
allí, esperando el momento de cruzarlo y le dijo al pueblo, ¡Prepárense para
presentarse ante Dios! Mañana Dios hará un gran milagro entre nosotros. Después
les dijo a los sacerdotes: Carguen sobre sus hombros el cofre del pacto y
salgan, nosotros los seguiremos, y les dijo a los israelitas no se acerquen al
cofre, manténganse por lo menos a un kilómetro de distancia. Y así lo hicieron.
Asimismo, la gente dejó el campamento y se dispuso a cruzar
el río Jordán en el tiempo de la cosecha, cuando el río se desborda a causa del
agua que baja de la zona de Adam, cerca de Saretán, y Dios le dijo a Josué, lo
que voy a hacer hoy convencerá a todo el pueblo de Israel de que estoy contigo,
y te reconocerán como líder, dile a los sacerdotes que lleven el cofre del
pacto y cuando lleguen al río, entren al gua y se queden cerca de la orilla,
Dios nos ha prometido que a medida que avancemos, él irá desalojando a todos
los habitantes de Canaán. Cuando los sacerdotes que llevan el cofre toquen el
agua con la planta de sus pies, el río Jordán dejará de correr, y el agua se
acumulará como formando una gran pared, y la que corría hacia el Mar Muerto siguió su
curso hasta desparecer, entonces el pueblo cruzó sobre terreno seco el río
frente a la ciudad de Jericó, los sacerdotes se detuvieron en medio del Jordán,
hasta que todos terminaron de cruzar. Entonces Dios le dijo a Josué, que
eligiera a doce hombres, uno de cada tribu y diles que vayan al lugar donde los
sacerdotes se detuvieron en medio del Jordán, que tomen doce piedras de allí,
una por cada tribu de Israel y las lleven hasta el lugar donde van a acampar
esta noche. Con estas piedras harán un monumento, y cuando sus hijos les
pregunten qué significa, les dirán que cuando los sacerdotes entraron al río
con el cofre del pacto, las aguas del Jordán dejaron de correr, igual que
cuando cruzamos el Mar de los Juncos y así los israelitas recordarán siempre lo
que Dios hizo aquí. Y, que lo que hizo, fue para que todos los pueblos de la
tierra sepan que Dios es poderoso y para que lo honren siempre.
Cuando todos terminaron de cruzar el río, también pasaron
los sacerdotes llevando el cofre de Dios, y otra vez se pusieron al frente,
cuando los sacerdotes llegaron a la orilla el río volvió a correr hasta
desbordarse como antes. Las tribus de Rubén y Gad , y la media tribu de Manasés
cruzaron antes que el resto, iban armados para cruzar la llanura de Jericó unos
cuarenta mil hombres para la batalla, y marcharon delante del cofre que
simboliza la presencia de Dios. Con lo que Dios hizo ese día, todos los
israelitas reconocieron a Josué como un gran líder y lo respetaron toda su
vida.
Por lo que puedes ver que para ejercer un buen liderazgo, sería
bueno que como persona seas confiable, agradable, cortés, persuasivo, que
demuestres ser competente, que sepas escuchar a otros, que no juzgues, que
reconozcas y desarrolles tus habilidades, dones y talentos, que trabajes la automotivación para ganar creatividad y
desarrollar una autoestima positiva y apegado a la Palabra, te de sabiduría
para que reflexiones, evalúes constantemente y analices de forma autocrítica
tus acciones con un plan de mejora continua, pues el proceso de transformación
es día a día, para que cultives una personalidad íntegra que irradie alegría,
buen humor, con la que muestres aprecio
y respeto a los valores de los demás para lograr una convivencia sincera, de manera
que destaques, marques la diferencia ante los demás.
Con Alta Estima,
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